Género: Thriller. Terror. Psicología. Policíaco. Drama.
Puntuación: 4'5/5
SINOPSIS
Dos niñas son obligadas a internarse en el bosque a punta de pistola. Una huye para salvar su vida. La otra se queda atrás.
Hace veintiocho años, un crimen horrendo sacudió la feliz vida familiar de Charlotte y Samantha Quinn. Su madre resultó muerta. Su padre, un conocido abogado defensor de Pikeville, quedó roto de dolor. La familia se deshizo irremediablemente, consumida por los secretos de aquella noche pavorosa.
Transcurridos veintiocho años, Charlie se ha convertido en abogada siguiendo los pasos de su padre. Es la hija ideal. Pero cuando la violencia vuelve a cebarse en Pinkeville y una espantosa tragedia azota la localidad, Charlie se ve inmersa en una pesadilla. No solo es la primera persona en llegar a la escena del crimen, sino que el caso desata los recuerdos que ha intentado mantener a raya durante casi tres décadas. Porque la sorprendente verdad sobre el acontecimiento que destruyó su familia no puede permanecer oculta eternamente.
Aviso: este libro es escalofriante y tremendamente violento. Un thriller con toques de gore que escandalizarán a más de uno. Abstenerse personas aprensivas de corazones sensibles y lágrima fácil.
Charlotte y Samantha Quinn son dos hermanas de trece y quince años respectivamente, que llevan viviendo poco más de una semana en una destartalada granja a las afueras del pequeño pueblo de Pinkeville. Alguien arrojó un cóctel Molotov a su antigua casa, destruyendo su hogar y todos sus recuerdos. Aún no saben quién ha sido, pero todos saben que ha sido una venganza contra su padre, Rusty Quinn, un abogado criminalista, defensor de las causas perdidas, que consigue reducir o anular las condenas de muchos criminales de dudosa reputación.
El 16 de Marzo de 1989 todo terminó para la familia Quinn. Dos hombres enmascarados irrumpen en la granja en busca de Rusty pero, al encontrarse todavía en el trabajo, deciden vengarse en su familia. Asesinan a la madre y arrastran a las dos hermanas al bosque, dispuestos a matarlas. Samantha recibe un disparo en la cabeza y es enterrada viva, mientras que Charlie huye y logra escapar. Uno de los hombres muere durante su detención y el otro es encerrado en prisión con cadena perpetua.
Veintiocho años después, Charlie se ha convertido en abogada como su padre pero sigue atrapada en los recuerdos y secretos de aquella noche fatídica. Debido a una inaudita coincidencia y un terrible error, Charlie se encuentra en el colegio de enseñanza media de Pikeville cuando una adolescente asesina a dos personas con una pistola antes de que suene el primer timbre de la mañana. Charlie es la primera en llegar a la escena del crimen y aunque siente que algo no cuadra, es evidente que ha sido Kelly Wilson la que ha disparado, matando en el proceso a un profesor y a una niña. Cuando Rusty Quinn se hace cargo de la defensa de Kelly y asegura que es inocente, se desata el caos y Charlie se verá involucrada sin poder cerrar a puerta a los demonios del pasado.
"Volvió a notar el olor de la sangre seca. Recordaba aquel olor, como todo lo demás, de aquella otra vez. Recordaba las motas oscuras que caían de su pelo como cenizas. Recordaba que, incluso después de bañarse, incluso después de restregarse el cuerpo hasta dejarse la piel en carne viva, el olor a muerte persistía."
Sorprendentemente, Sam consiguió sobrevivir al terror de hace veintiocho años, aunque después del disparo en la cabeza le quedaron secuelas, que habrían sido peores si Sam no hubiese sido tan persistente y cabezota con la rehabilitación. Tuvo que aprender a hablar, a andar y a escribir de nuevo; y afortunadamente guarda cierta amnesia de los horrores que le sucedieron. Vive en Nueva York y también es abogada, pero trabaja en el mundo de derecho de patentes. Tiene una visión y u na movilidad reducidas, a veces se le traba la lengua y tiene ataques de ira incontrolables.
Cuando recibe un mensaje del marido de su hermana, Ben, de que Charlie la necesita, debe hacer un esfuerzo sobrehumano para volver a donde prometió a su madre que nunca volvería y enfrentarse a los secretos del pasado. Y cuando Rusty Quinn es brutalmente atacado, Sam acepta sustituir a su padre en la defensa inicial de Kelly Wilson. Junto con su hermana Charlie y Ben, Sam conseguirá encajar las piezas del rompecabezas del crimen del presente, y también del pasado.
Los primeros capítulos son un auténtica carnicería que te pone los pelos de punta y no te deja respirar hasta que los terminas. Karin Slaughter va alternando pasado y presente en esta historia familiar llena de secretos, arrepentimiento y dolor buscando resolver dos misterios al mismo tiempo. La narración te engancha desde la primera página y se desarrolla en constante suspense, porque cuando crees que sabes lo que ha pasado todo se embarulla todavía más y nuevos crímenes y nuevas pistas salen a la luz. Las descripciones de los acontecimientos son muy visuales y se quedan grabadas en la retina poniendo la piel de gallina al lector.
Tanto Sam como Charlie están algo desequilibradas aunque, ¿quién podría culparlas? Ambos personajes son carismáticos, muy inteligentes, con un humor negro y una ironía brillantes, pero lamentablemente las dos han sufrido mucho y siguen sin aceptar lo que les pasó y las secuelas que les ha dejado. Los personajes están muy bien desarrollados, son muy reales y complejos, con sentimientos que suben y bajan cual montaña rusa y secretos que afloran porque no pueden permanecer enterrados para siempre.
"Tengo que decidir antes de morirme si lo que quiero es ser feliz o tener razón."
"La Buena Hija" es un thriller con letras mayúsculas, absorbente y adictivo, con escenas que te dejan sin respiración y giros argumentales que sorprenden tras cada página.
No había leído antes nada de Karin Slaughter, pero además de algunas novelas independientes ha escrito dos sagas (Grant County y Will Trent) que estoy deseando leer. Además es posible que Charlie Quinn tenga una saga propia y estoy encantada de no perderla de vista tan pronto.
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