Autor(a): Brandon Sanderson
Año: 2017
Año: 2017
Género: Fantasía. Aventura.
Puntuación: 4'5/5
SINOPSIS
La humanidad se enfrenta a una nueva Desolación con el regreso de los Portadores del Vacío, un enemigo tan grande en número como en sed de venganza. La victoria fugaz de los ejércitos alezi de Dalinar Kholin ha tenido consecuencias: el enemigo parshendi ha convocado la violenta tormenta eterna, que arrasa el mundo y hace que los hasta ahora pacíficos parshmenios descubran con horror que llevan un milenio esclavizados por los humanos. Al mismo tiempo, en una desesperada huida para alertar a su familia de la amenaza, Kaladin se pregunta si la repentina ira de los parshmenios está justificada.
Entretanto, en la torre de la ciudad de Urithiru, a salvo de la tormenta, Shallan Davar investiga las maravillas de la antigua fortaleza de los Caballeros Radiantes y desentierra oscuros secretos que acechan en las profundidades. Dalinar descubre entonces que su sagrada misión de unificar su tierra natal de Alezkar era corta de miras. A menos que todas las naciones sean capaces de unirse y dejar de lado el pasado sangriento de Dalinar, ni siquiera la restauración de los Caballeros Radiantes conseguirá impedir el fin de la civilización.
La humanidad se enfrenta a una nueva Desolación con el regreso de los Portadores del Vacío, un enemigo tan grande en número como en sed de venganza. La victoria fugaz de los ejércitos alezi de Dalinar Kholin ha tenido consecuencias: el enemigo parshendi ha convocado la violenta tormenta eterna, que arrasa el mundo y hace que los hasta ahora pacíficos parshmenios descubran con horror que llevan un milenio esclavizados por los humanos. Al mismo tiempo, en una desesperada huida para alertar a su familia de la amenaza, Kaladin se pregunta si la repentina ira de los parshmenios está justificada.
Entretanto, en la torre de la ciudad de Urithiru, a salvo de la tormenta, Shallan Davar investiga las maravillas de la antigua fortaleza de los Caballeros Radiantes y desentierra oscuros secretos que acechan en las profundidades. Dalinar descubre entonces que su sagrada misión de unificar su tierra natal de Alezkar era corta de miras. A menos que todas las naciones sean capaces de unirse y dejar de lado el pasado sangriento de Dalinar, ni siquiera la restauración de los Caballeros Radiantes conseguirá impedir el fin de la civilización.
RESEÑA
Como ya sabéis, El Archivo de las Tormentas se ha convertido en la mejor saga de fantasía que he leído en mucho tiempo. Me moría de ganas de leer esta tercera parte aunque eso significase acabar durante un tiempo con Kalladin, Dalinar y Shallan hasta la siguiente novela que se estima se publicará en 2021.
Para aquellos que, como yo, os cueste un poco seguir el vasto y complejo mundo de Roshar, en Cosmere hay un resumen de los primeros libros antes de leer Juramentada. Eso sí, ojo con los spoilers.
Tras la llegada de la nueva Desolación y la aparición de la Tormenta Eterna, los parshmenios, esclavos de los hombres, despiertan del letargo en el que estaban sumidos desde que los parshendi traicionaron a sus dioses para obtener libertad. Los parshmenios, guiados por brillante spren, escapan de las ciudades de os hombres y comienzan a reunirse para formar un ejército con el que recuperar las tierras que fueron suyas. Los Fusionados, los parshendi de ojos rojos vinculados a los altos spren, adquieren formas de poder y se convierten en los líderes del nuevo ejército de parshmenios o cantores comunes. Los oyentes que vivían en las Llanuras Quebradas fueron prácticamente aniquilados y apenas quedan unos pocos, incluyendo a Venli, que fue la que comenzó todo.
Dalinar, Caballero Radiante de la orden de los Forjadores de Vínculos, intenta unificar a los reinos de Roshar en su lucha contra los Portadores del Vacío, ofreciendo abrir las Puertas Juramentadas para llegar a Urithiru y compartiendo su información acerca de la Tormenta Eterna y los Caballeros Radiantes. Sin embargo, la fama sanguinaria de Dalinar como Espina Negra, sus extrañas visiones durante las Tormentas y su vínculo con el Padre Tormenta, esquirla del antiguo dios Honor, llevan a sus posibles aliados a desconfiar de él.
Por su parte, Shallan, Caballero Radiante de la orden de los Tejedores de Luz, intenta abarcar demasiado. Gracias a su mentiraspren Patrón, avanza mucho en sus poderes, se convierte en Velo para investigar a los Sangre Espectral y los dobles asesinatos que se están produciendo en Urithiru y se convierte en Radiante para practicar con la espada con Adolin, su prometido. Durante sus investigaciones Shallan se topa con un secreto en las profundidades de la torre, existen unos spren antiguos llamados Deshechos, que están bajo las órdenes de Odium y que deberán derrotar para salvar el mundo.
Y Kaladin, Caballero Radiante de la orden de los Corredores del Viento, deja a sus hombres del Puente Cuatro (ahora escuderos de la orden) como guardaespaldas de Dalinar, sus hijos Adolin y Renarin, y el propio rey Elhokar.
Kaladin viaja a Piedralar junto con Syl, su Honorspren, a avisar a sus padres de la nueva tormenta, donde se cruza con muchos parshmenios refugiados. Después deberá viajar junto con el rey Elhokar, Adolin, Shallan y algunos de sus mejores hombres a la ciudad de Kholinar, capital de Alezkar, que ha dejado de transmitir información a través de las vinculacañas y está envuelta en una oscuridad infranqueable.
Para aquellos que, como yo, os cueste un poco seguir el vasto y complejo mundo de Roshar, en Cosmere hay un resumen de los primeros libros antes de leer Juramentada. Eso sí, ojo con los spoilers.
Una nueva Desolación ha llegado. Dalinar ha intentado unir a los altos príncipes de Roshar para luchar contra los parshendi de las Llanuras Quebradas pero los parshendi se han vinculado con sprens malignos y la aparición de nuevos Caballeros Radiantes, entre los que se incluyen Kaladin, Shallan y Dalinar, que ha vinculado al mismísimo Padre Tormenta (esquirla del dios Honor), no impide la llegada de la Tormenta Eterna y la aparición de Odium, el dios que mató a Honor.
Pero gracias a Shallan y a su descubrimiento de la Puerta Juramentada de las Llanuras Quebradas, el grueso del ejército de Dalinar consigue teletransportarse a la perdida ciudad de Urithiru, sede de los antiguos Caballeros Radiantes, donde diez puertas pueden abrir los caminos a diez de las regiones del mundo, uniendo así a todos los habitantes del mundo.
Pero gracias a Shallan y a su descubrimiento de la Puerta Juramentada de las Llanuras Quebradas, el grueso del ejército de Dalinar consigue teletransportarse a la perdida ciudad de Urithiru, sede de los antiguos Caballeros Radiantes, donde diez puertas pueden abrir los caminos a diez de las regiones del mundo, uniendo así a todos los habitantes del mundo.
Ilustración original de Michael Whelan |
Tras la llegada de la nueva Desolación y la aparición de la Tormenta Eterna, los parshmenios, esclavos de los hombres, despiertan del letargo en el que estaban sumidos desde que los parshendi traicionaron a sus dioses para obtener libertad. Los parshmenios, guiados por brillante spren, escapan de las ciudades de os hombres y comienzan a reunirse para formar un ejército con el que recuperar las tierras que fueron suyas. Los Fusionados, los parshendi de ojos rojos vinculados a los altos spren, adquieren formas de poder y se convierten en los líderes del nuevo ejército de parshmenios o cantores comunes. Los oyentes que vivían en las Llanuras Quebradas fueron prácticamente aniquilados y apenas quedan unos pocos, incluyendo a Venli, que fue la que comenzó todo.
"¡Empiezo a querer defender a esta gente! Enseñarlos a luchar. Y no me atrevo, porque la única forma en que puedo combatir a los Portadores del Vacío es fingir que existe una diferencia entre aquellos a los que quiero proteger y aquellos a los que debo matar."
Dalinar, Espina Negra |
Y Kaladin, Caballero Radiante de la orden de los Corredores del Viento, deja a sus hombres del Puente Cuatro (ahora escuderos de la orden) como guardaespaldas de Dalinar, sus hijos Adolin y Renarin, y el propio rey Elhokar.
Kaladin viaja a Piedralar junto con Syl, su Honorspren, a avisar a sus padres de la nueva tormenta, donde se cruza con muchos parshmenios refugiados. Después deberá viajar junto con el rey Elhokar, Adolin, Shallan y algunos de sus mejores hombres a la ciudad de Kholinar, capital de Alezkar, que ha dejado de transmitir información a través de las vinculacañas y está envuelta en una oscuridad infranqueable.
Mientras tanto, Jasnah, Caballero Radiante de la orden de los Nominadores de lo Otro, resurge de entre los muertos; Renarin, Caballero Radiante de la orden de los Vigilantes de la Verdad, continua tan misterioso como siempre; y Taravangian, rey de Kharbranth y Jah Keved, maneja entre las sombras el destino de Roshar con su secreto grupo de El Diagrama y Matala, Caballero Radiante de la orden de los Portadores del Polvo.
Sanderson sigue superándose en cuanto a la complejidad del mundo Roshar dentro de su universo Cosmere. Además de ampliar lo que sabemos sobre los distintos reinos, sobre todo de Thaylenah, me ha apasionado cómo ha creado un mundo dentro de un mundo cuando describe Shadesmar, el reino cognitivo donde viven los spren. La imaginación de Sanderson no tiene límites y realmente nos traslada a otros mundos con sus detalladas descripciones de escenas y criaturas, junto con una acción imparable a lo largo de toda la novela.
"¿Por qué siempre que una mujer se siente un poco rara, lo primero que se os ocurre a los hombres es atribuirlo a su ciclo? Como si de pronto fuera incapaz de controlarse porque tiene unos dolores. Nadie piensa lo mismo de los hombres."
Kaladin y Shallan |
Pero de nuevo, la verdadera magia de esta obra magistral está en sus personajes, más vivos que nunca, con miedos e inquietudes que los hacen más humanos y resulta imposible no congeniar con ellos. Esta vez, Kaladin pierde su lugar en el estrellato y se queda más parado sin apenas evolucionar, lo que no me ha gustado nada porque es mi personaje favorito. Esta vez el protagonismo lo roba Dalinar Kholin, del que averiguamos mucho más gracias a los flashbacks sobre su vida, un conflictivo pasado donde va recuperando poco a poco los recuerdos sobre su misteriosa mujer y donde conocemos la cara oscura del Espina Negra. Y sin quedarse atrás, Shallan evoluciona de manera increíble a lo largo de esta tercera entrega perdiendo un poco el norte al dividir facetas de su personalidad entre sus disfraces e intentando reconstruirse eligiendo finalmente entre Kaladin y Adolin. SPOILER: personalmente creo que la química entre Shallan y Kaladin es mucho mejor que con Adolin y me ha dado mucha pena que intente dejar como simples amigos a Shallan y Kaladin, y sobre todo que este último no de un paso al frente por ella.
Pero oye, el talento de Sanderson es la fantasía y claramente no los triángulos amorosos.
Pero oye, el talento de Sanderson es la fantasía y claramente no los triángulos amorosos.
"La pasión, Dalinar Kholin. Soy la emoción encarnada. Soy el alma de los spren y los hombres. Soy la lujuria, la alegría, el odio, la ira y el éxtasis. Soy la gloria y soy la corrupción. Soy todo lo que hace hombre al hombre."
En esta ocasión, los personajes secundarios cobran más protagonismo, lo que hace que me de vueltas la cabeza por la cantidad de nombres y personalidades distintas que adquieren importancia. Aprendemos mucho más sobre los hombres del Puente Cuatro, a los que eché de menos en la segunda entrega: el traicionero Moash, el tranquilo Roca (Lunamor), el valiente Cikatriz, el débil Teft y el desternillante Lopen. También tendremos más información sobre los Heraldos aunque sus nombres me resultan imposibles: Jezerezeh o Yaezir en el rey de los Heraldos, Tanelel es el Heraldo de la Guerra, Halan o Nale es el Heraldo de la Justicia... y la lista continua con Tanavast, Kelek, Nahel o Ishar, de los que aún falta mucha información. Además poco a poco van surgiendo las distintas órdenes de los Caballeros Radiantes, aunque aún faltan algunas para llegar a las diez: tejedores de luz, rompedores del cielo, forjadors de vínculos, corredores del viento, danzantes del filo, vigilantes de la verdad y nominadores de lo otro.
Y por último, aunque no menos importante, Sanderson nos deja visualizar a Odium, todavía misterioso y esquivo, pero que nos avisa de lo que aún está por venir.
Esta tercera novela me ha resultado un poco más tediosa a ratos que las anteriores, lo que ha bajado un poco mi puntuación. En vez de centrarse en los tres personajes principales, Sanderson amplía sus miras e introduce muchos capítulos desde los puntos de vista de otros personajes, sobre todo en el último libro. El resto de personajes rellenan los huecos que quedan y de este modo Sanderson profundiza en el mundo que ha creado, respondiendo a algunas de las preguntas que tenía tras terminar el libro anterior, pero hace que el libro se ralentice en sus más de 1200 páginas y añada algo de confusión a una novela tremendamente compleja de por sí.
Aunque averiguamos mucho sobre los Heraldos y los Caballeros Radiantes, sigue sin quedarme claro algunas cosas: ¿quiénes son realmente los Deshechos, son como los Heraldos a los Radiantes, una especie de príncipes de los Portadores del Vacío? ¿pueden resucitar los spren al igual que lo hacen los Portadores del Vacío?
Sanderson de nuevo me deja con la boca abierta con algunas de sus revelaciones (SPOILER: los humanos vienen de otro planeta e invadieron Roshar tras destruir el suyo, así que técnicamente los parshendi están el lado de los buenos; y no hay dos dioses, Honor y Odium, sino tres contando con Cultivación) pero no permite que decaiga la incertidumbre dejando de nuevo misterios sin responder que sentarán la trama de las próximas entregas. La profecía que cuenta la época de cambios, en la que los hombres de la isla oculta del Origen por fin llegarían para reclamar Natanatan me ha entusiasmado. Aún no me puedo creer que aún quede más de un año para poder leer la cuarta entrega, del que aún no tenemos ni el título pero que parece que se centrará en Eshonai y Venli... ¡muero de ganas!
Y por último, aunque no menos importante, Sanderson nos deja visualizar a Odium, todavía misterioso y esquivo, pero que nos avisa de lo que aún está por venir.
Esta tercera novela me ha resultado un poco más tediosa a ratos que las anteriores, lo que ha bajado un poco mi puntuación. En vez de centrarse en los tres personajes principales, Sanderson amplía sus miras e introduce muchos capítulos desde los puntos de vista de otros personajes, sobre todo en el último libro. El resto de personajes rellenan los huecos que quedan y de este modo Sanderson profundiza en el mundo que ha creado, respondiendo a algunas de las preguntas que tenía tras terminar el libro anterior, pero hace que el libro se ralentice en sus más de 1200 páginas y añada algo de confusión a una novela tremendamente compleja de por sí.
Aunque averiguamos mucho sobre los Heraldos y los Caballeros Radiantes, sigue sin quedarme claro algunas cosas: ¿quiénes son realmente los Deshechos, son como los Heraldos a los Radiantes, una especie de príncipes de los Portadores del Vacío? ¿pueden resucitar los spren al igual que lo hacen los Portadores del Vacío?
"El paso más importante que puede dar alguien. No es el primero, ¿verdad?
Es el próximo. Siempre el próximo paso, Dalinar."
En conclusión, una novela increíble que nos embarca en un viaje repleto de acción y magia en la lucha por el dominio de Roshar que resulta tan adictiva como las primeras entregas aunque más compleja si cabe. Es toda una experiencia leer a Sanderson. Muy recomendable.
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