Título: La Mano del Diablo
Autor(a): Douglas Preston y Lincoln Child.
Año: 2003
Año: 2003
Género: Policiaco. Thriller.
Puntuación: 4/5
SINOPSIS
La muerte de Jeremy Grove, famoso crítico de arte, es inexplicable. Su cuerpo fue encontrado en una habitación cerrada con llave desde dentro y con la marca de un crucifijo grabada en su pecho como una quemadura. Hasta los menos supersticiosos empiezan a hablar de un pacto con el diablo. Para investigar este extraño caso, el inspector Pendergast tendrá que abandonar Nueva York y viajar a un pueblo de Italia, donde veinte años atrás cuatro hombres hicieron una promesa diabólica.
La muerte de Jeremy Grove, famoso crítico de arte, es inexplicable. Su cuerpo fue encontrado en una habitación cerrada con llave desde dentro y con la marca de un crucifijo grabada en su pecho como una quemadura. Hasta los menos supersticiosos empiezan a hablar de un pacto con el diablo. Para investigar este extraño caso, el inspector Pendergast tendrá que abandonar Nueva York y viajar a un pueblo de Italia, donde veinte años atrás cuatro hombres hicieron una promesa diabólica.
A partir de entonces Pendergast se ve obligado a enfrentarse con fuerzas desconocidas; hasta parece que él será la próxima víctima de una venganza abominable, a la que no está nada claro que pueda sobrevivir.
Si alguien me pregunta cuál es mi género favorito, dudaría mucho entre la novela negra y la novela de fantasía. Pero dentro del género policíaco, si alguien me pregunta quién es mi personaje favorito, no hay dudas: el inigualable y misterioso agente especial del FBI Aloysious Pendergast. El quinto libro con Pendergast de protagonista es también el primer libro de la trilogía de Diógenes, donde conocemos al hermano malvado de nuestro detective favorito.
Una mañana se descubre en los Hamptons el cadáver del famoso crítico de arte Jeremy Grove. El antiguo teniente y ahora sargento Vincent D'Agosta, que ha sido degradado tras regresar de tierras canadienses después del fracaso de su intento de novelista y de su matrimonio, forma parte del grupo de investigación y se encuentra bajo las órdenes del arisco teniente Braskie. El mismo día del descubrimiento, aparece el agente especial Aloysious Pendergast, que acude al lugar del crimen atraído por las extrañas características del mismo. En una habitación, con la puerta cerrada con llave, se encuentran los restos del cuerpos de Jeremy Grove, achicharrado de dentro a afuera. Una marca de pezuñas y el olor a azufre hacen pensar a los investigadores que pueden encontrarse ante un origen sobrenatural, ya que esta diabólica escena apunta a una leyenda germana que relata el terrible destino que aguarda a las pobres almas que hicieron un pacto con el diablo.
La investigación sobre las personas con las que Jeremy Grove compartió su última cena, todas con motivos para matarle, los dirigirá al industrial Locke Bullard, un brutal empresario neoyorkino propietario de empresas que trafican con tecnologías prohibidas. Pendergast contará con la ayuda del misterioso conde Isidor Fosco, que tiene muchas cosas en común con Pendergast, pero de quien no se termina de fiar D'Agosta. Tras la muerte de Nigel Cutforth y en su persecución del sospechoso fugado Locke, Pendergast y D'Agosta viajarán a Florencia donde, cuando eran estudiantes, Jeremy Grove, Locke Bullard, Nigel Cutforth y Ranier Beckamann, hicieron un pacto con el diablo para conseguir fama y fortuna.
Douglas Preston y Lincoln Child lo vuelven a hacer. Vuelven a aunar en esta novela sus maravillosas habilidades escritoras y componen una trama policíaca con tintes sobrenaturales que engancha desde la primera página. En esta ocasión, se aprovechan del "estilo Dan Brown" cuando el libro El Código Da Vinci se puso de moda, e introducen el toque religioso trasladando la ambientación de una gran ciudad como Nueva York a una clásica ciudad italiana como es Florencia. Me ha gustado mucho el magnífico trabajo de documentación que han hecho, toda la información de la antigua Italia, las numerosas citas de música y literatura, sin convertir la novela en un libro de historia.
En este quinto libro volvemos a recuperar personajes que había echado de menos, sobre todo mi querido Vincent D'Agosta que, aunque está en una situación personal muy difícil, he sentido que crece y evoluciona distanciándose del zafio policía de las primeras entregas y convirtiéndose más en el tan necesario Watson para Sherlock. Además, conoceremos más a fondo a la capitana Laura Hayward, que apareció brevemente en El Relicario y que cada vez me gusta más. También me encantó la fugaz aparición de Constance Green y del enigmático Wren. Pero de nuevo, Pendergast se mantiene como el protagonista indiscutible, acercándonos un poco más a su meticuloso método de investigación y a su extraordinaria inteligencia y su manera de identificar y relacionar todas las pistas hasta descubrir al asesino. No me ha convencido mucho la parte romántica que le han asignado a Pendergast en esta ocasión, siempre le he considerado un tanto asexual.
Además, Preston y Child reviven al personaje de la novela "La Dama de blanco", el conde Isidore Fosco, escrito por uno de sus autores favoritos, Wilkie Collin; dándole una personalidad encantadora y siniestra al mismo tiempo en un préstamo del personaje original.
Preston y Child consiguen una trama vibrante y mantienen la tensión repartida entre los diabólicos asesinatos, la conspiración para vender armas a los chinos, la desaparición de un violín Stradivarius y la misteriosa identidad del asesino. Como siempre me pasa en los libros de Pendergast, me ha resultado imposible averiguar con antelación quién es el asesino y las sospechas van cambiando de uno a otro a medida que conocemos a nuevos personajes. Pero me encantó que Preston y Child crearan un personaje a la medida de Pendergast, como un Moriarty para igualar la inteligencia y astucia de mi detective favorito. El final me dejó anonadada, estaba consumiéndome de tristeza hasta leer el epílogo (SPOILER: con el fantástico rescate de Pendergast por el misterioso personaje de un ojo de cada color). Y aunque en realidad el hermano de Pendergast, Diógenes, no aparece apenas salvo por su misiva amenazante de 78 días, este libro es el inicio de una trilogía brillante basada en la oposición de los dos hermanos.
Una mañana se descubre en los Hamptons el cadáver del famoso crítico de arte Jeremy Grove. El antiguo teniente y ahora sargento Vincent D'Agosta, que ha sido degradado tras regresar de tierras canadienses después del fracaso de su intento de novelista y de su matrimonio, forma parte del grupo de investigación y se encuentra bajo las órdenes del arisco teniente Braskie. El mismo día del descubrimiento, aparece el agente especial Aloysious Pendergast, que acude al lugar del crimen atraído por las extrañas características del mismo. En una habitación, con la puerta cerrada con llave, se encuentran los restos del cuerpos de Jeremy Grove, achicharrado de dentro a afuera. Una marca de pezuñas y el olor a azufre hacen pensar a los investigadores que pueden encontrarse ante un origen sobrenatural, ya que esta diabólica escena apunta a una leyenda germana que relata el terrible destino que aguarda a las pobres almas que hicieron un pacto con el diablo.
La investigación sobre las personas con las que Jeremy Grove compartió su última cena, todas con motivos para matarle, los dirigirá al industrial Locke Bullard, un brutal empresario neoyorkino propietario de empresas que trafican con tecnologías prohibidas. Pendergast contará con la ayuda del misterioso conde Isidor Fosco, que tiene muchas cosas en común con Pendergast, pero de quien no se termina de fiar D'Agosta. Tras la muerte de Nigel Cutforth y en su persecución del sospechoso fugado Locke, Pendergast y D'Agosta viajarán a Florencia donde, cuando eran estudiantes, Jeremy Grove, Locke Bullard, Nigel Cutforth y Ranier Beckamann, hicieron un pacto con el diablo para conseguir fama y fortuna.
"La crítica es una profesión que da cierta licencia para la práctica del vicio, fuera de los límites del comportamiento civilizado normal. ¿Verdad que por regla general nadie le dice en privado a otra persona que el cuadro que ha pintado es una porquería repugnante? Pues al crítico no le importa pronunciarse públicamente en esos términos, como si cumpliera una misión de alto calado moral. No existe ninguna profesión más innoble que la de crítico, como no sea la del médico que asiste a las ejecuciones."
Mientras tanto, en Nueva York, la capitana Laura Hayward debe luchar contra una ola de fanáticos que aseguran que el apocalipsis ha llegado y que el mundo acabará en 2004, siendo la gran manzana el centro del desastre natural que llegará que estará causado por el fuego. Un grupo de fundamentalistas acampa en la quinta avenida con Central Park enfrente del edificio donde sucedió uno de los asesinatos, a la espera del segundo advenimiento. La capitana Laura Hayward deberá organizar un dispositivo policial para controlar a los seguidores del iluminado reverendo Wayne Buck que amenaza con desestabilizar el equilibrio de la gran ciudad.
Douglas Preston y Lincoln Child lo vuelven a hacer. Vuelven a aunar en esta novela sus maravillosas habilidades escritoras y componen una trama policíaca con tintes sobrenaturales que engancha desde la primera página. En esta ocasión, se aprovechan del "estilo Dan Brown" cuando el libro El Código Da Vinci se puso de moda, e introducen el toque religioso trasladando la ambientación de una gran ciudad como Nueva York a una clásica ciudad italiana como es Florencia. Me ha gustado mucho el magnífico trabajo de documentación que han hecho, toda la información de la antigua Italia, las numerosas citas de música y literatura, sin convertir la novela en un libro de historia.
"Tantos siglos de progreso y hemos perdido de vista la única verdad fundamental que siempre, siempre, fue prioritaria para nuestros antepasados. Robert Herrick, un antiguo poeta, lo expresó así: breve es la vida, y nuestro tiempo huye tan raudo como el viento; como vapor, o gota que ha llovido, ya no tiene remedio su extravío."
En este quinto libro volvemos a recuperar personajes que había echado de menos, sobre todo mi querido Vincent D'Agosta que, aunque está en una situación personal muy difícil, he sentido que crece y evoluciona distanciándose del zafio policía de las primeras entregas y convirtiéndose más en el tan necesario Watson para Sherlock. Además, conoceremos más a fondo a la capitana Laura Hayward, que apareció brevemente en El Relicario y que cada vez me gusta más. También me encantó la fugaz aparición de Constance Green y del enigmático Wren. Pero de nuevo, Pendergast se mantiene como el protagonista indiscutible, acercándonos un poco más a su meticuloso método de investigación y a su extraordinaria inteligencia y su manera de identificar y relacionar todas las pistas hasta descubrir al asesino. No me ha convencido mucho la parte romántica que le han asignado a Pendergast en esta ocasión, siempre le he considerado un tanto asexual.
Además, Preston y Child reviven al personaje de la novela "La Dama de blanco", el conde Isidore Fosco, escrito por uno de sus autores favoritos, Wilkie Collin; dándole una personalidad encantadora y siniestra al mismo tiempo en un préstamo del personaje original.
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| Pendergast siempre me recuerda a Paul Bettany |
Preston y Child consiguen una trama vibrante y mantienen la tensión repartida entre los diabólicos asesinatos, la conspiración para vender armas a los chinos, la desaparición de un violín Stradivarius y la misteriosa identidad del asesino. Como siempre me pasa en los libros de Pendergast, me ha resultado imposible averiguar con antelación quién es el asesino y las sospechas van cambiando de uno a otro a medida que conocemos a nuevos personajes. Pero me encantó que Preston y Child crearan un personaje a la medida de Pendergast, como un Moriarty para igualar la inteligencia y astucia de mi detective favorito. El final me dejó anonadada, estaba consumiéndome de tristeza hasta leer el epílogo (SPOILER: con el fantástico rescate de Pendergast por el misterioso personaje de un ojo de cada color). Y aunque en realidad el hermano de Pendergast, Diógenes, no aparece apenas salvo por su misiva amenazante de 78 días, este libro es el inicio de una trilogía brillante basada en la oposición de los dos hermanos.
"Dormir es una desafortunada exigencia biológica que nos hace perder tiempo y ser vulnerables."
En conclusión, un thriller trepidante con un toque religioso y sobrenatural con una investigación de lo más emocionante de la mano del siempre increíble detective Pendergast. Muy recomendable.
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