Reseña: El Ocho. Katherine Neville.

Título: El Ocho

Título original: The Eight

Autor(a): Katherine Neville

Año: 1988

Género: Ficción. Intriga. Thriller.

Puntuación: 4'5/5

SINOPSIS

Catherine Velis, una alta ejecutiva experta en ordenadores, se ve atrapada sin quererlo en la búsqueda de un legendario ajedrez que perteneció al emperador Carlomagno. El campeón soviético de este deporte, de gira por Nueva York, le advierte que corre un grave riesgo si se empeña en encontrar las piezas, pues en ellas reside la clave de una antigua fórmula ligada a la alquimia, la masonería y los poderes cósmicos. Ese mágico ajedrez, enterrado durante mil años en una abadía francesa, nos conducirá -de 1790 a 1970- por la historia de los personajes que poseyeron sus piezas y por la larga serie de crímenes que se cometieron para hacerse con ellas. Los personajes van desde Napoleón, Robespierre y Casanova, hasta Voltaire, Newton o Catalina la grande. Pero los crímenes todavía no han terminado.

RESEÑA

La novela de suspense aderezada con elementos históricos para crear una gran conspiración, al más puro estilo de El Código Da Vinci de Dan Brown, tuvo el boom en la década de los 2000. Actualmente ha decaído un poco pero esta clase de ficción sigue funcionando perfectamente (solo hay que ver el Premio Planeta de 2017 con Javier Sierra y su novela acerca del Santo Grial) a pesar de que las editoriales saturaron el mercado y creímos que habían agotado el género. Pero Dan Brown no fue el descubridor de este fenómeno editorial sino que hubo muchas otras novelas antes de El Código Da Vinci. Y una de ellas fue este prodigio de Katherine Neville, El Ocho.

En 1790 las dos novicias y primas Mireille y Valentine se preparan, con poca vocación espiritual, en el monasterio de Montglane, mientras la Revolución Francesa se cierne sobre el país galo. La abadesa, Hélène de Roque, reúne a las monjas para encargarles una misión muy importante: dividir y proteger las piezas del mítico ajedrez de Montglane junto con el tablero y el paño que lo cubre, que se encuentra escondido en el monasterio y que está en peligro. El ajedrez de Montglane perteneció a Carlomagno, forjado en plata y oro y con las piezas forradas de piedras preciosas, y se dice que guarda un secreto que puede llevar a su poseedor a un gran poder. Mireille y Valentine acaban en París con dos de las piezas que esconden en casa del tío de Valentine, el pintor Jacques Louis David. Allí conocerán al obispo de Autun, Charles Maurice de Talleyrand, que pertenece, al igual que el tío de Valentine, a la Asamblea y que desea recuperar las piezas del ajedrez.

Casi dos siglos después, en 1972, Catherine Velis trabaja en Nueva York como programadora informática, aunque también es experta en música. La noche de Nochevieja se reúne con unos amigos y una vidente, que parece saber mucho de ella (como que su cumpleaños es el 4 de Abril) le lee el futuro y le relata una profecía. A partir de entonces, se encuentra envuelta en un misterio sorprendente que comienza cuando acude con su "amiga" Lily, una de las mejores mujeres ajedrecistas, a ver un torneo de ajedrez en el que juega el enigmático Alexander Solarin, encuentro que termina en una misteriosa muerte. Posteriormente es destinada a Argel por su trabajo, mientras se gesta la crisis del petróleo de 1973, y el tío de Lily le encarga que busque a una misteriosa mujer que posee unas piezas de un ajedrez y que se niega a vender. Catherine se verá obligada a tomar partido y a encontrar las piezas del ajedrez de Montglane mientras a su alrededor aliados y enemigos intentarán que se una a su equipo.

"En el juego de la vida, los peones son el alma del ajedrez. Hasta un humilde peón puede mudar de vestimenta. Alguien que amas cambiará el curso de las cosas. La mujer que la devuelva al redil cortará los vínculos conocidos y provocará el fin presagiado."

Me parece increíble que no hubiera decidido leerme antes esta maravilla, con lo que me gustan a mí las novelas de intriga que se centran en mitos religiosos y científicos. No soy muy fan del ajedrez aunque conozco las reglas básicas del juego gracias a las clases que me daba mi tío de pequeña cuando estábamos de vacaciones, pero aunque toda la trama gira alrededor del ajedrez, este tema se expone de manera sencilla a lo largo de la novela. No es el caso de los aspectos más científicos de la física, que en ocasiones marean un poco con los números de Fibonacci, el teorema de Pitágoras y muchos otros.

Algo que me ha gustado mucho ha sido la ambientación de la novela, que se centra en tres escenarios principales: Francia, Rusia y Argel; y que están retratados de forma brillante. Las descripciones son capaces de evocar todo tipo de imágenes, olores y sonidos, y te da la sensación de que te encuentras allí mismo. Especialmente me parece maravilloso el dominio que demuestra la autora al describir las escenas de Argelia, las montañas cabileñas, la meseta de Tasseli n'Ajjer y la propia casbah argelina. Aderezado con términos de procedencia árabe, bereber, cabileña y tuareg; le da un toque de realismo que resulta al mismo tiempo mágico y exótico.

Los personajes son sin duda la esencia de la novela, aunque he disfrutado mucho más de la parte de Mireille que de Catherine, fundamentalmente porque Mireille evoluciona de manera magnífica y no se arredra ante nada para conseguir venganza y descubrir el origen y el misterio que se esconde detrás del ajedrez, mientras que Catherine va dando tumbos a lo largo de los capítulos y simplemente parece que las cosas suceden a su alrededor, sin que ella ponga nada de su parte. Me ha encantado que la novela vaya alternando los capítulos de nuestras dos líneas temporales, presente y pasado, ofreciendo agilidad y fluidez a la historia. Y gracias a un increíble trabajo de investigación, recorremos la vida de muchos personajes famosos (Voltaire, Robespierre, Bach, Napoleón) en capítulos intercalados en esta aventura a contrarreloj.

"—La música puede convertirse en matemáticas, cabe añadir que con resultados sorprendentes —prosiguió Bach—. El Arquitecto que diseñó el universo la creó de esa manera. La música tiene el poder de crear el universo o de destruir la civilización. Si no me cree, lea la Biblia."

El estilo es fluido con un ritmo que no decae, aunque un poco denso en ocasiones, lo que puede llegar a hacerse pesado ya que hay páginas y páginas de divagaciones acerca de lo que está ocurriendo y su significado. Además la mayoría de los personajes no son demasiado profundos (salvo Mireille) y se suceden muchas situaciones poco creíbles por el cúmulo de casualidades que llevan al descubrimiento esencial en el momento justo. A pesar de esto me ha gustado el equilibrio entre descripciones, acción y diálogo con ese halo de suspense a lo largo de toda la novela que evita que se vuelva aburrida.

En conclusión, una novela de suspense con un toque esotérico que recorre la historia a través de dos líneas temporales en la frenética búsqueda del misterioso ajedrez de Montglane. Muy entretenido.