lunes, 24 de mayo de 2021

Reseña: Finis Mundi. Laura Gallego García.

Título: Finis Mundi

Título original: Finis Mundi
Autor(a): Laura Gallego García
Año: 1999
Género: Fantasía. Histórica.

Puntuación: 4/5



SINOPSIS

Finis Mundi cuenta la historia de Michel, un joven monje de catorce años que descubre en su monasterio unos pergaminos que profetizan la llegada del fin del mundo para el año 1000. Estamos en el año 997 y la única manera de evitar la catástrofe es reunir tres amuletos mágicos, los tres Ejes del Tiempo, repartidos por toda Europa. Cuando su monasterio es destruido, Michel decide emprender la titánica búsqueda. Por suerte, no estará solo: Mattius, un juglar cínico y aventurero, se ofrecerá a acompañarle, junto con su perro Sirius, y juntos emprenderán un largo viaje lleno de peligros; a ellos se unirá más adelante Lucía, una chica que quiere ser juglaresa… pero no todo es tan sencillo. La Cofradía de los Tres Ojos, cuyos líderes los espían desde la sombra, quiere encontrar los Ejes del Tiempo a toda costa.


RESEÑA

Desde pequeña he leído múltiples libros de Laura Gallego García. Me enamoré primero de la trilogía Memorias de Idhún y después de las Crónicas de la Torre. Y ahora de adulta he seguido leyendo esporádicamente algunos de sus libros que, aunque están dirigidos a un público más joven, siguen haciéndome disfrutar con su magia.

En el año 997 Michel, un joven monje de 14 años, es el único superviviente del terrible incendio que asola el monasterio de Cluny. Además de salvarse a sí mismo, consigue rescatar unos viejos pergaminos que guardan las revelaciones del ermitaño Bernardo de Turingia, que profetiza la llegada del fin del mundo en el año 1000. Esta amenaza apocalíptica solo puede evitarse reuniendo tres amuletos mágicos, los Ejes del Tiempo, en los que se sustenta la Rueda del Tiempo e invocando al Espíritu del Tiempo para que ofrezca a la humanidad mil años más para demostrar su bondad.

Así que Michel se lanza a la aventura con la misión de recuperar los tres ejes. Según las escuetas indicaciones en los legajos rescatados el primer eje, el Eje del Presente, se encuentra escondido en la Ciudad Dorada. Al no saber por dónde empezar a buscar, decide preguntar a un famoso juglar al que se encuentra por casualidad: Mattius, un juglar que acompañado siempre de su fiel perro Sirius, recorre Europa deambulando de pueblo en pueblo mientras divierte a los aldeanos con sus canciones y sus bailes. Sus pesquisas los llevarán primero a la antigua ciudad de Aquisgrán donde se encuentra enterrado el gran Carlomagno y donde buscarán el primer eje. Después viajarán hasta Santiago de Compostela y Finisterre, conocido también como el fin del mundo, donde buscarán el segundo eje y se cruzarán con la joven gallega Lucía, que decidirá unirse a ellos y aprender de Mattius para cumplir con su sueño de convertirse en juglaresa. Y por último llegarán a Britania y la misteriosa Stoneghenge, cuna de druidas, donde se esconde el último eje.

Pero por el camino en su búsqueda de los tres Ejes del Tiempo deberán enfrentarse a muchos enemigos, pertenecientes a la malvada Cofradía de los Tres Ojos, que también ansía encontrar los Tres Ejes pero quiere utilizar su poder para su propio beneficio.

"¿Por qué crees que la humanidad merece seguir viviendo? Tú te has criado en un monasterio. No sabes nada del mundo real. No has visto a la gente morir de hambre, trabajar de sol a sol para alimentar a sus hijos y luchar para que sobrevivan al próximo invierno. [...] ¿Para qué prolongar el sufrimiento, la miseria, la enfermedad y el hambre?"
 
Nunca fallo con Laura Gallego. En este caso el desarrollo de la historia es algo más flojo que en otras de sus novelas (se nota que ésta es una de sus primeras obras), todo sucede demasiado deprisa y los desenlaces de las diversas situaciones que transcurren en la trama son simples y muy predecibles. Como siempre, el público al que va dirigido es más juvenil que adulto, pero la originalidad de la trama y la forma de escribir de Laura Gallego no ha impedido que disfrute enormemente con su historia. Porque aunque la historia y el lenguaje es sencillo y directo, la autora se encarga de introducir sutilmente datos históricos sobre las costumbres de la época, la situación política y sobre todo, el papel de la mujer en el siglo X con una velada crítica feminista. 



La ambientación me ha encantado, utilizando lugares muy significativos y a los que, aún ahora, los envuelve una bruma de misterio y fantasía, tales como la tumba de Carlomagno en Aquisgrán, Finis Terra y Stoneghenge. Me ha gustado mucho el cambio de escenarios entre Francia, España e Inglaterra, cambiando en cada tomo: el primero nos lleva a la sepultura de uno de los gobernantes más importantes de la Alta Edad Media, el segundo nos arrastra al final del Camino de Santiago (tradicionalmente el camino finaliza cuando llegas a la plaza del Obradoiro, pero la ruta original continúa hasta el impresionante acantilado donde, según las leyendas, terminaba el mundo) y el tercero nos guía hasta el enigmático monumento megalítico del que aún se desconoce el por qué de su construcción y su uso.

"Descubrió que los seres humanos podían sentir amor además de odio. Amor de las madres que acunaban a sus bebés. Amor de esposos. Amor entre hermanos. Amor entre amigos. Entre amantes. Vio destellos de algo grande, muestras de heroísmo, de confianza, de sacrificio, de fe. Vio escenas de felicidad familiar. Vio gente que luchaba por causas justas. Gente capaz de comprender y perdonar. Gente que perseguía sueños, esperanzas e ilusiones. Seres humanos que lloraban y reían, que amaban y odiaban, que sufrían y experimentaban momentos fugaces de felicidad."

Los personajes son quizás demasiado sencillos en los que no se ahonda más de lo necesario, sino que simplemente se dan unas pinceladas claras para que el lector pueda hacerse una idea sobre cada uno de ellos. El joven monje Michel representa la iglesia y la fe, pero también la valentía y el valor de la amistad; el trovador Mattius intenta aportar un tono más cómico con su ingenio y la aspirante a juglaresa Lucía simboliza el papel femenino de lucha para perseguir sus sueños y resistencia a las tradiciones más machistas de la época. Pero uno se queda con la impresión de que no llega a conocer realmente a los personajes ni a encariñarse de ellos, siendo poco accesibles para el lector, ya que la acción transcurre deprisa y de forma ininterrumpida desde el principio del libro sin pararse a profundizar en los motivos ni en los sentimientos de los personajes.

Finis Mundi es la primera gran obra con la que Laura Gallego consigue sorprender a la literatura juvenil y el primer escalón con el que se catapulta a la posición de éxito que ha logrado hasta el día de hoy. Con su magnífica pluma es capaz de aunar fantasía e historia en una novela con trasfondo para que el lector reflexione sobre la conducta de la humanidad, la repercusión de hacer el bien y la importancia de disfrutar cada día, porque nunca se sabe cuando puede llegar el fin del mundo. Cargada de emociones y de enseñanzas, esta novela consiguió el Premio Barco de Vapor en 1999, bien merecido.


"¿Nunca te has cansado de escuchar, una y otra vez, desde niña, que eres malvada e impura por el hecho de ser mujer? ¿Que por alguien como tú entró el pecado en el mundo? ¿No has sufrido abusos, humillaciones y desprecios por no haber nacido hombre?"

En conclusión, una novela juvenil que mezcla historia y fantasía en una carrera a contrarreloj para detener el fin del mundo mientras transmite importantes valores como la amistad y la valentía. Recomendable para un público más joven.

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