Reseña: Los Renglones Torcidos de Dios. Torcuato Luca de Tena.

Título: Los Renglones Torcidos de Dios

Título original: Los Renglones Torcidos de Dios

Autor(a): Torcuato Luca de Tena

Año: 1979

Género: Detectives. Intriga. Misterio. Psicología. Thriller,

Puntuación: 4,5/5

Sinopsis

Alice Gould es ingresada en un sanatorio mental. En su delirio, cree ser una investigadora privada a cargo de un equipo de detectives dedicados a esclarecer complicados casos. Según una carta de su médico particular, la realidad es otra: su paranoica obsesión es atentar contra la vida de su marido. La extrema inteligencia de esta mujer y su actitud aparentemente normal confundirán a los médicos hasta el punto de no saber a ciencia cierta si Alice ha sido ingresada injustamente o en realidad padece un grave y peligroso trastorno psicológico.

Reseña

Este libro es un clásico entre los clásicos que siempre había oído comentar y recomendar sin saber muy bien de qué trataba. Y un día encontré una reseña y tras leer la sinopsis no pude resistirme. ¿Delirios psicóticos, asesinatos y detectives? Un cóctel maravilloso para la novela perfecta.

Alice Gould es una mujer de clase alta que trabaja como investigadora privada y que se ha creado cierta fama en la profesión. Para su último encargo, descubrir el asesino del padre de un célebre médico, deberá introducirse a hurtadillas en un manicomio (o dicho de forma políticamente correcta, sanatorio mental), donde deberá hacer creer a los médicos que su realidad es una paranoia y que verdaderamente está enferma y ha intentado envenenar a su marido hasta tres veces. Alice cuenta con que el director del hospital, el doctor Samuel Alvar, es en realidad su cómplice y le ayudará a descubrir al verdadero asesino, pero cuando ingresa en el sanatorio descubre que el director está de vacaciones y deberá fingir ser una paranoica durante más tiempo del que esperaba.
A pesar de ser un sitio lúgubre y deprimente, Alice conseguirá hacer buenos amigos a lo largo de su investigación: el competente médico César Arellano, la dulce psicóloga Montserrat Castell y el misterioso paciente Ignacio Urquieta.
Alice deberá adaptarse al ritmo del sanatorio mientras finge su paranoia y al mismo tiempo intenta descubrir al escurridizo asesino.

Nunca había leído un libro de detectives tan antiguo y tan largo, y a pesar de todo me ha encantado. Aunque la prosa es algo enrevesada y con muchas florituras debido al tiempo en que se escribió, me ha resultado refrescante y cercana al ser una novela escrita originalmente en castellano y no traducida como la mayoría de los libros que leo actualmente. Además el libro no dulcifica ni disfraza la realidad al tratar temas como la locura, el sexo y el suicidio; es definitivamente una lectura para adultos y aunque es un libro de ficción, está basada en hechos históricos y realidades que ocurrieron de verdad, en la que los manicomios estaban llenos de locos pero también de deformes y abandonados. Y como no podía ser de otra manera, pues se trata en definitiva de la percepción de la época, vemos tintes racistas, machistas y déspotas que son un verdadero atentado contra la dignidad.

Alice Gould es una mujer de mediana edad, bella, erudita, con una inteligencia asombrosa y una capacidad para mentir inconcebible. Se la describe como una personalidad superior, espíritu exquisito y altamente cultivada. Su encanto es tal que no tarda en dejar prendados a todos los personajes y al propio lector, sin esclarecer si está cuerda y simula una paranoia o en realidad está loca.
Sin embargo, en algunas ocasiones, el saberse mejor que los demás y sobre todo más inteligente, hace que aflore una cara oscura de Alice que no me terminó de gustar.

A la vez vamos descubriendo la pavorosa situación de los pacientes ingresados en un manicomio, estando la historia plagada de tecnicismos con descripciones de terapias y tratamientos de la época, algunos de los cuales se acercan a lo despiadado: electroshock, terapia insulínica, psicofármacos...
Y por supuesto Torcuato nos enseña las distintas dolencias de cada paciente: fobias, neurosis, psicosis, oligofrenia, mimetismo, catatonia... Alice se adentra en un mundo nuevo y tiene un apodo para cada persona que va encontrando: "la niña oscilante", "el hombre elefante", "el astrólogo", "el hombre de cera", "el hortelano" y muchos más, de los que irá aprendiendo sus enfermedades y sus historias.

Uno de los datos más curiosos es que el autor, Torcuato, estuvo de hecho ingresado en un manicomio para investigar antes de escribir el libro, y muchos de los personajes son en realidad personas que él conoció en ese manicomio.
Morboso, deprimente y a la vez fascinante, este libro nos muestra la cruda realidad de los manicomios de la época y nos deja con una difícil pregunta: ¿quiénes son los locos en realidad?

Me ha recordado a la película Shutter Island, que aunque no es una adaptación del libro, se le parece muchísimo. ¿La habéis visto?

Shutter Island

Mi frase favorita

"Si no estoy loca no tienes por qué preocuparte. Y si lo estoy, no tengo remedio. Y en ese caso ¿por qué te vas a preocupar?"

"El hombre es el único animal que crea necesidades que nada tienen que ver con la subsistencia del individuo y con la reproducción de la especie. No le basta comer para alimentarse, sino que condimenta los alimentos, de modo que añadan placer a la satisfacción de su necesidad. No le basta vestirse para abrigarse, sino que añade, a esta función tan elemental, la exigencia de confeccionar su ropa con determinadas formas y colores. No se contenta con cobijarse, sino que construye edificios con líneas armoniosas y caprichosas que exceden de su necesidad."