Hoy, día 2 de Abril, es denominado el Día Internacional del Libro Infantil, coincidiendo con el nacimiento del escritor danés Hans Christian Andersen así que me ha parecido un día perfecto para contaros cuáles son algunos de mis cuentos favoritos.
De pequeña era una aficionada total a las historias de los hermanos Grimm, Hans Christian Andersen y Charles Perrault. Además, mi madre me leía sus libros de cuentos antiguos, japoneses, finlandeses y de todos los sitios que os podáis imaginar.
¿Cuál es vuestro cuento favorito? ¿Y el de vuestros hijos?
1. Piel de Asno, Charles Perrault
En un reino muy lejano, un rey vivía con su bellísima esposa y con su maravillosa hija, y poseían grandes riquezas procedente de un asno cuyos excrementos eran de oro. Lamentablemente, un día su esposa enfermó y antes de morir le pidió al rey que sólo se casase con otra mujer cuya belleza y atributos igualasen a los suyos. Lleno de pena por la pérdida de su esposa pero decidido a cumplir su promesa, el rey buscó entre todas las princesas de los reinos vecinos sin encontrar a ninguna que igualase a su esposa. Desesperado, comenzó a ver a su única hija como la única capaz de superar en belleza y cualidades a su esposa. La princesa, aterrada ante la decisión de su padre, acudió a buscar a su hada madrina que le aconsejó pedir tres regalos imposibles: un vestido del color del cielo, un vestido del color de la luna y un vestido del color del sol. El rey cumplió con todas sus peticiones por lo que la princesa pidió como último regalo la piel del asno, y cuando el rey sacrificó al animal, se escapó disfrazándose con la piel del animal. Huyó a un reino vecino, siempre oculta bajo la piel del asno, por lo que los habitantes comenzaron a llamarla Piel de Asno. Por supuesto, el cuento termina con un final feliz.
2. El Gigante Egoísta, Óscar Wilde
Todas las tardes, al salir de la escuela, los niños jugaban en un castillo deshabitado, se revolcaban por la hierba y trepaban a los árboles. En definitiva, eran muy felices. Pero un buen día apareció un gigante enorme que les echó del jardín, había regresado a su casa después de haber vivido con su amigo el ogro durante muchos años. El gigante no quería tener niños haciendo ruido en su jardín así que construyó un muro enorme para que no pudieran volver a entrar. El invierno llegó y todo el pueblo se llenó de nieve y de escarcha, y el gigante pasaba los días junto a la chimenea deseando que llegase la primavera. Finalmente la primavera llegó pero el jardín del gigante continuó nevado y frío, y el gigante se lamentaba porque la primavera no había querido ir a su jardín. Un día al levantarse vio que los árboles estaban llenos de hojas y las flores habían florecido y descubrió que los niños habían entrado por un agujero en el muro y habían traído a la primavera con ellos. El final es un poco triste y se me escapaban las lágrimas.
3. Verdezuela, hermanos Grimm

Hace muchos años, vivía un matrimonio en una casita al lado de un jardín que pertenecía a la bruja Gothel. Cuando la mujer estaba embarazada, tuvo antojo de las verdezuelas que crecían en el jardín de la bruja y su antojo era tal, que aseguró a su marido que se moriría si no las comía. Su marido por complacerla, entró por la noche en el jardín y robó las verdezuelas, pero la bruja lo sorprendió. Cuando el marido se excusó diciendo que eran para su mujer, la bruja le obligó a prometer que le entregarían a su bebé cuando naciese. Cuando la mujer dio a luz a una niña, la bruja Gothel la puso de nombre Verdezuela y se la llevó para encerrarla en una torre sin puertas ni escaleras, la torre sólo tenía una diminuta ventana. Verdezuela tenía un cabello muy largo y hermoso, tan fino como las hebras de oro. Cuando la bruja quería entrar a la torre, la llamaba y Verdezuela echaba su cabello por la ventana para que la bruja trepase por ella.
Y el resto ya os lo sabéis.
4. Las Doce Princesas Bailarinas, hermanos Grimm

5. El Ruiseñor y el Emperador, Hans Christian Andersen

Hace mucho tiempo, en China vivía un emperador que tenía un palacio y un jardín tan bonitos que eran la envidia de todos los que lo visitaban. Un día, el emperador se enteró que en su jardín vivía un ruiseñor que cantaba con tal maestría y dulzura que todos los viajeros lo consideraban lo mejor del imperio. De modo que el emperador mandó traer al ruiseñor al palacio para que cantara para él y todos sus invitados, y todo el mundo quedó maravillado así que el emperador puso al ruiseñor en una jaula de oro y lo hizo cantar todos los días. Pero un día llegó un paquete al palacio con un ruiseñor mecánico que cantaba igual de bien que el real pero sin cansarse. El emperador comenzó a escuchar sólo al ruiseñor mecánico y el real se escapó, hasta que un día el mecánico se rompió y el emperador enfermó. Nadie podía curar al emperador, ni siquiera los médicos traídos de los sitios más lejanos. Cuando el emperador estaba cercano a la muerte, el ruiseñor volvió al palacio y comenzó a cantar y el emperador se recuperó de inmediato y desde entonces cuidó siempre del ruiseñor.
6. El Traje Nuevo del Emperador, Hans Christian Andersen
7. Barba Azul, Charles Perrault

En un reino muy lejano existía un hombre muy rico que poseía castillos, carruajes y caballos, pero desafortunadamente tenía la barba de color azul y todas las mujeres lo rehuían. Una dama vecina tenía dos hijas y Barba Azul le pidió la mano de una de ellas. Después de pasar unos días en su castillo, la hermana joven decidió casarse con él aunque estaba un poco asustada porque los rumores decían que Barba Azul ya se había casado antes y sus mujeres desaparecieron misteriosamente. Tras estar un mes casados, Barba Azul le dice que se ausentará por trabajo durante una semana y le da todas las llaves del castillo pero le dice que no puede usar la llave más pequeña porque esa habitación está prohibida. Y claro, cuando se queda sola comienza a recorrer todo el castillo pero tiene el deseo de entrar en el cuarto prohibido y finalmente una noche lo abre. Dentro se encuentra los cuerpos de todas las mujeres previas de Barba Azul y cuando cierra aterrorizada descubre que la llave está manchada de sangre y por mucho que la limpie permanece manchada. Y si no lo habéis leído antes, os podéis imaginar el final...
8. La Niña de los Fósforos, Hans Christian Andersen

La última noche del año había una niña en la calle vendiendo fósforos. Era muy pobre y sólo tenía un vestido fino y unas zapatillas gastadas que no la protegían apenas del frío y la nieve. Como no había vendido nada y no quería volver a casa sin dinero por temor a su padre, la niña se acurrucó en un portal y para protegerse del frío encendió un fósforo. A la luz de la llama le pareció estar sentada junto a una gran estufa, calentaba tan bien... Hasta que se apagó la llama y se esfumó la estufa, y ella se quedó sentada con la cerilla consumida en la mano. Encendió otra y al proyectarse la luz sobre la pared le pareció ver una habitación con la mesa puesta, con un gran pato asado en el centro relleno de ciruelas y manzanas. Y cuando estaba a punto de acercarse a probarlo, se apagó el fósforo, dejándola sola en el portal. Encendió una tercera cerilla y se encontró frente a un árbol de Navidad con miles de velitas, pero cuando levantó los brazos... se apagó el fósforo. La niña encendió una cerilla más y apareció su abuela, radiante y dulce. La niña no quiso que su abuela desapareciera y encendió todos los fósforos que le quedaban y dejó de sentir frío, miedo y hambre.
En año nuevo, se descubrió el cuerpecito de la pequeña niña tumbada con todos los fósforos consumidos a su alrededor.
9. Simbad El Marino, Las Mil y Una Noches

¿Conocéis el resto de viajes de Simbad?
10. Juan Sin Miedo, hermanos Grimm

¡Espero que os haya gustado esta lista de cuentos infantiles! Para cuando os sintáis nostálgicos o para leerlos a vuestros hijos antes de ir a dormir. Aunque algunos cuentos sean algo machistas y clasistas a mí me siguen pareciendo historias maravillosas a las que siempre puedes encontrar una moraleja. ¿Los conocíais todos?
¡Nos leemos!

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