lunes, 10 de septiembre de 2018

Reseña: La Reina del Tearling (1). Erika Johansen.

La reina del Tearling (La reina del Tearling, #1)Título: La Reina del Tearling
Título original: The Queen of the Tearling
Autor(a): Erika Johansen
Año: 2014
Género: Fantasía. Juvenil. Distopía.

Puntuación: 4'5/5



SINOPSIS

Kelsea Glynn es la única heredera del trono del Tearling. Tras la muerte de su madre, la princesa fue criada por dos fieles sirvientes en una cabaña oculta en los bosques. Durante casi dos décadas, el tío de Kelsea ha ejercido la regencia, pero no es más que el títere corrupto de la Reina Roja, la taimada y despótica hechicera que ostenta el poder en el feudo colindante de Mormesne. El día que Kelsea cumple diecinueve años, los maltrechos restos de la guardia de la reina acuden para sacar a la joven de la clandestinidad y escoltarla hasta la capital.

Así empieza el turbulento viaje de Kelsea al corazón del Tearling para reclamar su trono, ganar la lealtad del pueblo y rescatar su reino de la corrupción y de la magia oscura. Armada con una voluntad de acero, la joven se someterá a una auténtica prueba de fuego que puede convertirla en leyenda... o destruirla.

RESEÑA

Había leído reseñas maravillosas sobre la trilogía del Tearling y este verano aproveché para leerla de seguido. Me encanta cuando empiezo con una saga en la que todos los libros están ya publicados y no hay que esperar el siguiente, ¿a vosotros no?

Kelsea Glynn es una joven que vive en una cabaña en medio del bosque junto con sus dos tutores, Barty y Carlin Glynn, quienes se han encargado de criarla desde que era apenas una niña. Su madre, Elyssa, la antigua reina del Tearling, la envió lejos de la Ciudadela para protegerla; y su padre siempre ha sido un misterio. Tras la muerte de su madre, su tío, taimado y disoluto, se ha convertido en regente y ha estado gobernando el Tearling de mala manera, accediendo a todos los deseos de la Reina Roja, la hechicera que gobierna el reino vecino de Mormense.

A los 19 años, los hombres leales a la Guardia Real de su madre aparecen para llevarse a Kelsea, que debe regresar a la Ciudadela para ser coronada y convertirse en la nueva reina. Para identificarla como la heredera Kelsea debe mostrar un zafiro que ha llevado colgado al cuello desde que tiene memoria y una cicatriz en el antebrazo. Tras alejarse del bosque con la Guardia Real montada a caballo, Kelsea descubre un segundo zafiro que Carlin le ha escondido en sus pertenencias. Este zafiro está lleno de secretos que deberá descubrir a lo largo del camino.


Imagen de Shadow Tearling

Kelsea ha sido educada para ser reina, ha aprendido cómo defenderse, pero aunque está muy segura de sus capacidades, no sabe si será capaz de desafiar a su tío y a la Reina Roja y de convertir al Tearling en un reino próspero y maravilloso como antes. Además, Kelsea es consciente de que no es una belleza, a su cuerpo le sobran unos kilos y no es la imagen de reina que tienen sus súbditos. Aunque intenta que esos sentimientos no afecten a su vida, su autoestima se encuentra en un punto bajo y se siente constantemente comparada con su madre.


"La marca del verdadero héroe consiste, en que los más heroicosd desus actos se realizan en secreto. Nunca oímos hablar de él. Y, sin embargo, de una forma u otra, amigos míos, lo sabemos."

Cuando llega a la Ciudadela Kelsea debe enfrentarse a su tío, a los nobles que sólo viven para el lujo y el despilfarro, y al acuerdo que su madre firmó con la Reina Roja, por el que cada año hombres, mujeres y niños son elegidos mediante un sorteo para ser enviados como "ofrenda" a Mormesne a cambio de evitar una invasión y una guerra. Lo primero que hace Kelsea es anular esos envíos, lo que le hace ganarse el respeto de la Guardia Real y de su pueblo, pero el enojo de los nobles y de la Reina Roja. 


Imagen de Deadly Dazzling

Para conseguir sobrevivir a los intentos de asesinato por parte de su tío y de la Reina Roja, Kelsea se rodea de aliados: Lazarus, el jefe de su guardia, al que todo el mundo conoce como Maza, por el arma que siempre lleva colgada. Siempre serio, es capaz de analizar las situaciones de peligro antes de que ocurran, posee un innato sentido de la justicia y una peculiar forma de manejar a sus hombres que siempre se mantienen leales. Andalie, su doncella personal, cuya hija se salvó de ser enviada a Mormesne gracias a la llegada de Kelsea. Misteriosa y sobrenatural, tiene poderes de vidente y parece que adivina lo que piensa Kelsea en todo momento. Pen, su guardaespaldas y parte de la Guardia Real; aunque joven, es uno de los mejores espadachines de todo el reino y protegerá a Kelsea con su vida.

Kelsea está dispuesta a darlo todo por su reino y a mejorarlo, implantando equidad y justicia por doquier, aunque ello suponga entrar en guerra con la Reina Roja. Aprenderá a luchar con la espada, decidirá sobre movimientos de tropas, se enfrentará con la Iglesia y, en definitiva, se convertirá en una reina poco convencional.

"-¿Perdóneme, Majestad, pero, como dije en repetidas ocasiones a vuestra madre,
las mujeres carecéis de aptitudes para la estrategia militar.E Ellasiempre dejaba estos asuntos en nuestras manos. -No lo pongo en duda. Pero ya se dará cuenta de que yo soy otra clase de reina."

Esta novela ha supuesto toda una sorpresa para mí y se ha convertido en una de mis favoritas de este verano. La ambientación es exquisita y guarda un maravilloso secreto: estamos en el futuro, un futuro en que la humanidad ha retrocedido. Estamos en un mundo similar a la Edad Media, basada en la agricultura y la ganadería, con tierras feudales que rinden pleitesía a la corona. No existe electricidad ni tecnología y se sobreentiende que hemos llegado a esta situación tras la Gran travesía, de la que no se explica mucho más en este primer libro. ¿Se trata realmente de una distopía?



Kelsea, la protagonista, me ha encantado porque es muy normal. Aunque me ha resultado un poco pesada su obsesión con su aspecto físico y con los sentimientos de comparación con su madre, me ha parecido una protagonista fresca y llena de ideas y planes para mejorar el reino descuidado que ha heredado sin quererlo.

Además de la ambientación, lo mejor de esta novela son los personajes secundarios. Aparte de Lazarus, Pen y Andalie la historia está repleta de figuras que dan chispa y magia a cada página: El Traedor, un enigmático ladrón, que siempre aparece para proteger a Kelsea en situaciones de peligro como si fuera un guardia más pero del que no tengo claro si fiarme. La Reina Roja, malvada y astuta como la que más, guarda un oscuro secreto, ansía la inmortalidad y la juventud eternas, no tiene reparos en torturar y esclavizar para cumplir sus objetivos y desea por encima de todo los zafiros de Kelsea.

"Tarde o temprano todos morimos. Yo creo que es mejor morir limpio."


También me ha gustado que no haya prácticamente romance, no todos los libros juveniles de fantasía ni todas las distopías tiene que estar saturados de escenas románticas y empalagosas ¿no?

La forma de escribir de Erika Johansen es refinada y adictiva, alternando entre un ritmo pausado que nos permite saborear cada momento y ahondar en las descripciones de personajes y lugares, y un ritmo trepidante en el que la acción nos exige leer cada vez más rápido para saciar nuestra curiosidad. He disfrutado de cada página y me ha fascinado que, al comienzo de cada capítulo, la autora haya incluido fragmentos de leyendas e historias del Tearling dando pistas sobre el origen y la actualidad de los reinos.


En definitiva, una saga extraordinaria en la que el peso de cambiar un mundo injusto basado en la esclavitud, en el poder extralimitado de la Iglesia y en el machismo propio de la época; recae sobre los hombros de Kelsea, la reina del Tearling.

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