miércoles, 12 de diciembre de 2018

Reseña: Wayward Pines, El Paraíso (1). Blake Crouch.

Wayward Pines: El paraíso (Wayward Pines, #1)Título: Wayward Pines: El Paraíso
Título original: Pines
Autor(a): Bake Crouch
Año: 2012
Género: Ciencia ficción. Thriller. Intriga.

Puntuación: 4/5



SINOPSIS

El agente federal Ethan Burke se dirige a Wayward Pines en busca de dos de sus colegas desaparecidos, cuando el coche en el que viaja con un compañero se sale de la carretera. Unas horas más tarde Ethan despierta en medio de un pueblo encantador, un pueblo en el que los pájaros cantan y los niños corretean por las calles. No sabe dónde está, ni cómo salir de allí... Sin documentación ni dinero, Burke deberá desvelar los secretos de esta comunidad tan idílica en la que nada es lo que parece... Bienvenido a Wayward Pines, un lugar del que no querrás marcharte nunca...


RESEÑA

Con esta sinopsis digna de las películas de la tarde de Antena 3 me enganché totalmente a la primera entrega de esta trilogía de suspense.

El agente del FBI Ethan Burke se despierta completamente desorientado a la orilla de un río. No recuerda su nombre, ni dónde vive, ni si tiene familia y tiene un dolor de cabeza terrible. Paseando llega a un pueblo, donde todo da la impresión de ser perfecto, casas cuidadas, coches resplandecientes y jardines floridos. El dolor a cabeza va a peor y finalmente se desmaya y despierta en el hospital del pueblo.



En el hospital comienza a recordar ciertas cosas, sabe que se llama Ethan Burke, que tiene mujer y un hijo, que es agente federal, que acudió al pueblo Wayward Pines en busca de dos compañeros federales desaparecidos y que sufrió un accidente de coche antes de llegar al pueblo. Aunque todo el mundo es amable con él, Ethan siente que algo no está bien. No encuentra su cartera ni su identificación y a medida que empieza a investigar la muerte del compañero con el que iba en el coche y la desaparición de sus dos compañeros, la gente del pueblo empieza a mostrarse escéptica y poco receptiva

"Que estés paranoico no significa que no vayan a por ti."

Ethan intenta investigar los secretos que esconden los habitantes del pueblo pero se encuentra con el impenetrable silencio del jefe de policía, las miradas huidizas de las enfermeras y el enigmático discurso del psiquiatra. Sólo parece haber una persona dispuesta a ayudarle, la camarera Beverly; pero nadie parece conocerla y cuantas más preguntas hace Ethan, más se da cuenta de que algo va terriblemente mal. Burke se convierte en el objetivo de una persecución que no entiende y la cara oscura de Wayward Pines se deja ver cuando cae la noche.



Desde el principio pensé que esta novela tenía un ritmo cinematográfico, con escenas bien definidas y personajes muy característicos que harían las delicias de cualquier director. Y estaba claro que no era la única que lo pensaba: el famoso M. Night Shyamalan dirige la serie de televisión Wayward Pines, interpretada por Matt Dylon y considerada por muchos la nueva Twin Peaks.

"En su experiencia, allí donde se congregaban seres humanos, había un lado oscuro. Así era el mundo. La perfección era algo superficial. Epidérmico. Si uno rascaba un poco, comenzaba a ver tonalidades más oscuras. Al llegar al hueso, la oscuridad era total."

Aunque con un estilo sencillo que algunos calificarían de simple, Blake Crouch consigue que el protagonista y los lectores tenga la sensación de no saber qué está ocurriendo a lo largo de todo el libro. Un sentimiento de angustia y terror hace que este thriller se lea de manera compulsiva y que no puedas dejarlo hasta terminarlo y descubrir que el protagonista llega a un lugar seguro.


El final es sorprendente y no me lo hubiera podido imaginar nunca. El giro hacia la ciencia ficción le da el toque de originalidad que necesitaba y convierte esta novela en insuperable.
En conclusión, este libro te atrapa con su clímax cargado de suspense, su pincelada de ciencia ficción, sus pasajes de terror visceral, su fondo de investigación policíaca y su dramatismo sin precedentes.

"¿Crees que el ser humano puede destruir el planeta? Qué embriagadora vanidad. La Tierra ha sobrevivido a todo. Y, sin duda, también nos sobrevivirá a nosotros. Para la Tierra, un millón de años no es nada. Este planeta vive y respira a una escala mucho mayor. Somos incapaces de concebir sus lentos y poderosos ritmos, y carecemos de la humildad para intentarlo. Apenas hemos residido aquí un mero instante. Si mañana desapareciéramos, la Tierra no nos echaría de menos."

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