Reseña: Los Hijos de Adán (2). Eva García Sáenz de Urturi.

Título: Los Hijos de Adán (La Saga de los Longevos II)
Título original: Los Hijos de Adán (La Saga de los Longevos II)

Autor(a): Eva García Sáenz de Urturi
Año: 2014

Género: Histórica. Intriga. Fantasía.

Puntuación: 4'5/5

SINOPSIS

"Para un longevo, el pasado siempre vuelve en forma de problemas".

La inesperada vuelta de Gunnarr, el hijo que Iago creyó muerto en la batalla de Kinsale en la Irlanda de 1602, alterará la tranquila vida que Iago del Castillo y Adriana Alameda habían conseguido construir en Santander. Pero no será la única persona de su pasado a la que Iago tendrá que enfrentarse.

Prehistoria, Europa: Lür busca a lo largo y ancho de un continente desolado al clan de Los Hijos de Adán y a su legendaria matriarca, Adana, de quien se dice que no envejece.
800 d.C., Dinamarca: Gunnarr le cuenta a Adriana sus primeros años de vida y cómo se convirtió en berserker, un peligroso y legendario grupo de mercenarios vikingos.
1.620 d.C., Nueva Inglaterra: Urko se embarca en el Mayflower hacia las costas de Massachusetts para construir la colonia de Plymouth. Allí conocerá a Manon Adams, una mujer fuerte que dejará su huella pese al paso del tiempo.

De Pompeya a la Edad Media, de los clanes escoceses a los Padres Peregrinos, La Vieja Familia recorrerá de nuevo los milenios para descubrir que sus miembros han sido perseguidos desde antes de su nacimiento.

RESEÑA

Después de leer la primera parte de la Saga de los Longevos me lancé de cabeza a leer la segunda parte. Ya os adelanto que me ha encantado y me acabo de enterar de que aún no ha salido la tercera... (odio empezar sagas que no están terminadas)

Tras los acontecimientos de la primera novela, Adriana y Iago (Urko) se han hecho cargo del Museo de Arqueología de Cantabria (MAC) mientras Héctor (Lür) se ha distanciado y está de viaje por el mundo, aunque cumpliendo su promesa de no buscar a Jairo (Nagorno). Nagorno ha desaparecido del mapa tras librarse de una muerte segura al caer por el acantilado en un coche, pero lleva en su corazón un inhibidor de la telomerasa que le inyectó Iago y que es probable que le cause la muerte. A pesar de la ruptura de la Vieja Familia, Adriana y Iago disfrutan de su vida en pareja tranquilamente en Santander.

Pero repentinamente aparece alguien a quien Iago creía muerto: Gunnar , el hijo de Iago de su época vikinga al que dieron por muerto en la batalla de Kinsale en la Irlanda de 1602. Gunnar no ha perdonado a Iago por la muerte de su esposa y secuestra a Adriana por orden de Nagorno, quien decide mantenerla de rehén para negociar y conseguir que Iago encuentre la cura para su corazón.

La Trinidad me recuerda a los vampiros Originales

Iago recurre a su padre y Lür se dedica a investigar el lugar en el que está encerrada Adriana mientras Iago vuelve a la investigación para intentar encontrar la manera de revertir los cambios en el corazón de Nagorno. En medio de esta búsqueda Iago se topa con una mujer a quien también creyó muerta: Manon Adams, esposa de Iago cuando se embarcó en el Mayflower hacia las costas de Massachusetts para construir la colonia de Plymouth. ¿Es sólo casualidad que Iago se encuentre a dos "longevos" a los que creía muertos en el mismo momento?

"La gente no es buena o mala. La gente tiene objetivos, todo el mundo los tiene, y en base a si están alineados con los nuestros serán amigos o enemigos, eso es todo."

A medida que avanza la historia del presente y la cuenta atrás de Iago se aproxima al final, Lür se dedica a recordar la época de la Prehistoria en la que estaba solo, antes de tener a su familia, y su búsqueda de los legendarios "Hijos de Adán" y su matriarca, que nunca envejece. ¿Estarán relacionado su pasado con su presente?

         

         

Eva García desarrolla la segunda parte de la trilogía en la mitad de páginas que la primera lo que hizo que devorase el libro en apenas 24 horas. Trepidante. Brutal. Intrigante. Con los ingredientes de la mejor novela negra, Eva es capaz de volver a engancharnos a la vida de los "longevos", a sus experiencias a lo largo de las distintas épocas de la historia, a las acciones pasadas y a sus consecuencias presentes, siempre manteniendo una tensión y un ritmo constantes.

"Año y medio de precario equilibrio entre alguien que lo quería saber todo del pasado y alguien que todo lo quería olvidar."

Me ha gustado mucho que en esta ocasión la trama se centre más en el pasado de la Vieja Familia y en la historia de otros longevos a lo largo de milenios. Aunque la pieza de Adriana resulta fundamental para el guión, en realidad la mayor parte de escenas se centran en el pasado y en los longevos y pasa a ser mero personaje secundario. Lo que no me ha gustado nada es la relación entre Adriana y Gunnar, no me pegaba nada. El resto de personajes siguen manteniendo la complejidad que los caracterizaba y los nuevos, entre los que se cuentan Gunnar, Manon Adams y los Hijos de Adán, están marcados por una fuerte personalidad. La ambientación de nuevo es exquisita y revela el gran trabajo de investigación que hay detrás; con una acción vibrante que se complementa a la perfección.

La progeria

El final me ha dejado descorazonada. Esperaba que todo acabase bien para la Vieja Familia pero no esperaba un final tan trágico y teatral. De hecho me ha parecido muy corto en comparación con el anterior y el libro se acaba repentinamente casi sin darte tiempo a recuperarte. Y estaba buscando ya la siguiente novela cuando he visto que Eva García comenzó con la saga de La Ciudad Blanca sin dejar acabada la saga de los Longevos, cosa que me ha molestado profundamente. ¡Y ni siquiera tenemos fecha aproximada de publicación!

"Es una vieja teoría que manejo: creo que cada longevo está vinculado a uno de los cuatro elementos: Tierra, Agua, Viento, Fuego. Es inevitable, los elementos se nos presentan una y otra vez a lo largo de nuestra vida.”

En conclusión, una segunda parte que no decepciona pero que deja muchos frentes abiertos, cerrando la trama principal de manera algo brusca. ¡Deseando que salga la tercera parte!