Título: El Hombre de Tiza
Autor(a): C. J. Tudor
Año: 2018
Año: 2018
Género: Thriller. Misterio. Intriga.
Puntuación: 2/5
SINOPSIS
Todo comenzó el día del terrible accidente, durante la feria, cuando Eddie, de doce años, conoció al Hombre de Tiza. Fue el Hombre de Tiza quien le dio la idea de los dibujos, una manera de intercambiar mensajes secretos entre su grupo de amigos. Fue divertido hasta que los dibujos los condujeron al cuerpo sin vida de una niña. Sucedió hace treinta años y Ed creía que todo había quedado olvidado. Sin embargo, un día recibe una carta que contiene solo dos cosas: una tiza y el dibujo de un muñeco. La historia se repite y Ed se da cuenta de que el juego, en realidad, nunca terminó.
Todos tenemos secretos. Todos somos culpables de algo. Y los niños no son siempre tan inocentes como parecen.
Todo comenzó el día del terrible accidente, durante la feria, cuando Eddie, de doce años, conoció al Hombre de Tiza. Fue el Hombre de Tiza quien le dio la idea de los dibujos, una manera de intercambiar mensajes secretos entre su grupo de amigos. Fue divertido hasta que los dibujos los condujeron al cuerpo sin vida de una niña. Sucedió hace treinta años y Ed creía que todo había quedado olvidado. Sin embargo, un día recibe una carta que contiene solo dos cosas: una tiza y el dibujo de un muñeco. La historia se repite y Ed se da cuenta de que el juego, en realidad, nunca terminó.
Todos tenemos secretos. Todos somos culpables de algo. Y los niños no son siempre tan inocentes como parecen.
Tras leer un montón de novelas de fantasías me apetecía un cambio y volver a mi género favorito. Pero este thriller que tiene una sinopsis con una pinta increíble me ha decepcionado un poco.
Eddie "Munster" Adams vive con sus padres en el pequeño pueblo de Anderbury. Su padre es un escritor venido a menos que trabaja desde casa mientras que su madre, ginecóloga, trabaja en una clínica ayudando a mujeres jóvenes a "solucionar" sus problemas. Eddie disfruta del verano con su pandilla: Gav el gordo, cuyos padres ricos siempre le compran lo que quiere; Metal Mickey, al que le encanta molestar a los demás; Hoppo, amable con todos; y Nicky, la hija del reverendo con un oscuro secreto.
Todo cambió ese verano. En la feria. Eddie fue testigo de un accidente, cuando una atracción se averió y la Chica de la Ola (una adolescente del colegio y su amor platónico) quedó gravemente herida. Gracias a la ayuda del nuevo profesor, el señor Halloran, albino y muy misterioso, la Chica de la Ola se salvó y Eddie se convirtió en un héroe.
Gracias a una idea del señor Halloran, Eddie descubre un modo sorprendente de dejar mensajes secretos con sus amigos: dibujos de tiza en las puertas de sus casas. Cada niño tiene un color y cada dibujo representa un mensaje. Todo va bien hasta que un día los dibujos los llevan al bosque y al cuerpo sin vida de una niña, desmembrado y sin cabeza.
"Así es la naturaleza humana. Hacemos preguntas que esperamos que nos conduzcan a la verdad que queremos oír. El problema es que uno no puede elegir sus verdades. La verdad tiene la tozuda costumbre de ser simplemente la verdad. Nuestras opciones reales se reducen a creer en ella o no."
Este libro me ha dejado un sabor agridulce. La historia fluye continuamente alternando entre la infancia de Eddie y el verano con su pandilla, y la vida adulta de Eddie, treinta años después; ambas contadas en primera persona por Eddie. La trama es muy atractiva y la historia tiene buen ritmo, con algunos golpes de efecto interesante, pero Tudor no consigue poner en marcha toda esta maquinaria hasta casi el final de la novela.
Además, los personajes no están bien definidos y no enganchan. Nunca se explica la razón por la que hacen lo que hacen y no he llegado a entender cómo transcurre la historia. Eddie va avanzando mediante saltos en el tiempo para rellenar las lagunas y acercarnos a la verdad pero no convence. Parece que Tudor se ha inspirado en el magnífico Stephen King y su brillante "It", con su pandilla de niños y su asesino desconocido en un pueblo perdido, pero no le llega ni a la suela de los zapatos al maestro del terror.
El final más o menos resuelve el caso pero no he llegado a pillar cómo ni porqué ha sucedido. Tudor va ofreciendo cabos sueltos durante toda la novela para después destripar un macabro final sin ningún sentido. Me hubiera gustado que hubiera más explicaciones y no tantas pistas falsas y esa forma atropellada de resolver las preguntas sin respuesta.
Eddie "Munster" Adams vive con sus padres en el pequeño pueblo de Anderbury. Su padre es un escritor venido a menos que trabaja desde casa mientras que su madre, ginecóloga, trabaja en una clínica ayudando a mujeres jóvenes a "solucionar" sus problemas. Eddie disfruta del verano con su pandilla: Gav el gordo, cuyos padres ricos siempre le compran lo que quiere; Metal Mickey, al que le encanta molestar a los demás; Hoppo, amable con todos; y Nicky, la hija del reverendo con un oscuro secreto.
Todo cambió ese verano. En la feria. Eddie fue testigo de un accidente, cuando una atracción se averió y la Chica de la Ola (una adolescente del colegio y su amor platónico) quedó gravemente herida. Gracias a la ayuda del nuevo profesor, el señor Halloran, albino y muy misterioso, la Chica de la Ola se salvó y Eddie se convirtió en un héroe.
Gracias a una idea del señor Halloran, Eddie descubre un modo sorprendente de dejar mensajes secretos con sus amigos: dibujos de tiza en las puertas de sus casas. Cada niño tiene un color y cada dibujo representa un mensaje. Todo va bien hasta que un día los dibujos los llevan al bosque y al cuerpo sin vida de una niña, desmembrado y sin cabeza.
"La gente cree que los críos viven libres de preocupaciones. Pero no es así. Las de los niños son más grandes porque ellos son más pequeños"
Treinta años después, Eddie sigue viviendo en la casa de sus padres, es profesor de Lengua en el colegio y sigue siendo tan solitario como de niño. Su pandilla se ha desintegrado: Gav, ahora en silla de rudas tras un terrible accidente, y Hoppo, siguen viviendo en el pueblo pero a Mickey y a Nicky les han perdido la pista. Eddie mientras tanto ha alquilado su habitación a Chloe, una joven punk, para no sentirse tan solo.
Pero Mickey aparece de nuevo en el pueblo con una oferta para dar a conocer la historia que hizo famoso al pueblo cuando eran niños. Los dibujos de tiza vuelven a aparecerse a Eddie para dar forma a un muñeco que jamás ha conseguido olvidar. ¿Volverá a repetirse la historia? ¿Quién fue el verdadero asesino?
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| Al más puro estilo Stranger Things |
Pero Mickey aparece de nuevo en el pueblo con una oferta para dar a conocer la historia que hizo famoso al pueblo cuando eran niños. Los dibujos de tiza vuelven a aparecerse a Eddie para dar forma a un muñeco que jamás ha conseguido olvidar. ¿Volverá a repetirse la historia? ¿Quién fue el verdadero asesino?
Este libro me ha dejado un sabor agridulce. La historia fluye continuamente alternando entre la infancia de Eddie y el verano con su pandilla, y la vida adulta de Eddie, treinta años después; ambas contadas en primera persona por Eddie. La trama es muy atractiva y la historia tiene buen ritmo, con algunos golpes de efecto interesante, pero Tudor no consigue poner en marcha toda esta maquinaria hasta casi el final de la novela.
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| El hombre de tiza |
Además, los personajes no están bien definidos y no enganchan. Nunca se explica la razón por la que hacen lo que hacen y no he llegado a entender cómo transcurre la historia. Eddie va avanzando mediante saltos en el tiempo para rellenar las lagunas y acercarnos a la verdad pero no convence. Parece que Tudor se ha inspirado en el magnífico Stephen King y su brillante "It", con su pandilla de niños y su asesino desconocido en un pueblo perdido, pero no le llega ni a la suela de los zapatos al maestro del terror.
"Si nuestro mundo fuera una bola de cristal con nieve, habría sido el día en que un dios distraído pasó por allí, la agitó con fuerza y la dejó donde estaba. Incluso después de que la espuma y los copos se depositaran en el fondo, las cosas no volvieron a ser como antes. No del todo. Aunque, a través del cristal, nada parecía haber cambiado, en el interior todo era distinto."
El final más o menos resuelve el caso pero no he llegado a pillar cómo ni porqué ha sucedido. Tudor va ofreciendo cabos sueltos durante toda la novela para después destripar un macabro final sin ningún sentido. Me hubiera gustado que hubiera más explicaciones y no tantas pistas falsas y esa forma atropellada de resolver las preguntas sin respuesta.
En conclusión, una historia de suspense que quiere y no puede. No te da para aburrirte y se lee de un tirón pero al cerrar el libro te quedas con la sensación de que te han estafado y no te has enterado. No me ha convencido.
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