Título: 1984
Autor(a): George Orwell
Año: 1949
Año: 1949
Género: Distopía. Ciencia ficción.
Puntuación: 2/5
SINOPSIS
En el año 1984 Londres es una ciudad lúgubre en la que la Policía del Pensamiento controla de forma asfixiante la vida de los ciudadanos. Winston Smith es un peón de este engranaje perverso, su cometido es reescribir la historia para adaptarla a lo que el Partido considera la versión oficial de los hechos... hasta que decide replantearse la verdad del sistema que los gobierna y somete.
En el año 1984 Londres es una ciudad lúgubre en la que la Policía del Pensamiento controla de forma asfixiante la vida de los ciudadanos. Winston Smith es un peón de este engranaje perverso, su cometido es reescribir la historia para adaptarla a lo que el Partido considera la versión oficial de los hechos... hasta que decide replantearse la verdad del sistema que los gobierna y somete.
Tenía muy altas expectativas en este libro, siempre tan recomendado y considerado uno de los clásicos de la literatura. Y, como me pasa siempre, me ha decepcionado. No se puede esperar tanto de un libro antes de leerlo.
El mundo se encuentra dividido en tres superpotencias (Oceanía, Eurasia y Asia Oriental) que dominan continentes enteros y que están basados en gobiernos totalitarios que se encuentran en guerra constante unos contra otros.
Winston Smith vive en Londres, capital de Oceanía, que comprende Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda, las Américas y parte del sur de África. Como miembro del Partido Exterior, Winston tiene un buen trabajo y se encuentra un escalón por debajo del todopoderoso Partido Interior (la auténtica élite, en cuya cabeza se encuentra el todopoderoso Gran Hermano) pero por encima de los proles, en la clase media de la sociedad.
Winston trabaja como funcionario del departamento de Registro del Ministerio de la Verdad y es el encargado de falsificar las noticias, de modo que aunque Oceanía esté aliado con Asia Oriental y en guerra con Eurasia, si cambia de aliado en la interminable guerra, el pueblo debe creer que Oceanía siempre ha estado aliado con Eurasia y en guerra con Asia Oriental. Básicamente se encarga de alterar el pasado.
Pero poco a poco le van entrando dudas acerca del funcionamiento y las intenciones del Partido, ya que de un día para otro los que habían sido considerados héroes del partido, caen en desgracia, son acusados de los más terribles crímenes y son ejecutados, para después desaparecer en el olvido eliminándose todas las pruebas de su existencia. Nunca han existido.
Es un libro en el que necesitas poner toda tu atención en lo que se está contando para no perder el hilo, sobre todo cuando se explican los principios fundamentales del IngSoc (Socialismo Inglés), que me ha resultado un poco denso. Pero por otra parte en ocasiones resulta demasiado repetitivo y aburrido, con poca fluidez en la historia que se hace tremendamente larga aunque sólo tiene 350 páginas. El final es lo único que me ha gustado del libro, pero para mí no ha merecido la pena.
En conclusión, esperaba mucho más de esta distopía mítica. Demasiada repetición y poca explicación con una idea con mucho potencial. Los clásicos y yo no congeniamos.
El mundo se encuentra dividido en tres superpotencias (Oceanía, Eurasia y Asia Oriental) que dominan continentes enteros y que están basados en gobiernos totalitarios que se encuentran en guerra constante unos contra otros.
Winston Smith vive en Londres, capital de Oceanía, que comprende Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda, las Américas y parte del sur de África. Como miembro del Partido Exterior, Winston tiene un buen trabajo y se encuentra un escalón por debajo del todopoderoso Partido Interior (la auténtica élite, en cuya cabeza se encuentra el todopoderoso Gran Hermano) pero por encima de los proles, en la clase media de la sociedad.
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| Imagen de Olivier Bonhomme |
Winston trabaja como funcionario del departamento de Registro del Ministerio de la Verdad y es el encargado de falsificar las noticias, de modo que aunque Oceanía esté aliado con Asia Oriental y en guerra con Eurasia, si cambia de aliado en la interminable guerra, el pueblo debe creer que Oceanía siempre ha estado aliado con Eurasia y en guerra con Asia Oriental. Básicamente se encarga de alterar el pasado.
Pero poco a poco le van entrando dudas acerca del funcionamiento y las intenciones del Partido, ya que de un día para otro los que habían sido considerados héroes del partido, caen en desgracia, son acusados de los más terribles crímenes y son ejecutados, para después desaparecer en el olvido eliminándose todas las pruebas de su existencia. Nunca han existido.
"LA GUERRA ES LA PAZ
LA LIBERTAD ES LA ESCLAVITUD
LA IGNORANCIA ES LA FUERZA"
LA LIBERTAD ES LA ESCLAVITUD
LA IGNORANCIA ES LA FUERZA"
Los miembros del Partido deben adquirir la capacidad de cambiar de idea al compás de las consignas del Partido, lo que se conoce como "doblepensar". De este modo, irónicamente, el Ministerio de la Verdad es el encargado de falsear la realidad y manipular la mente de los ciudadanos, el Ministerio de la Abundancia gestiona los cada vez más escasos recursos, el Ministerio de la Paz es el que moviliza a las tropas y el Ministerio del Amor es el que se ocupa de ejercer la coerción física y mental sobre la población. Lo opuesto al "doblepensar" es delito y se conoce como "crimental" o crimen mental.
Winston comienza poco a poco a incumplir las manifestaciones de sumisión al Partido: no acatar los tres grandes eslóganes (la guerra es la paz, la libertad es la esclavitud, la ignorancia es la fuerza), no cumplir con la abstinencia sexual al enamorarse de una compañera de trabajo, la misteriosa Julia, y por último, tener sentimientos de odio. Pero no el odio dirigido y condicionado por el Partido contra el enemigo de Oceanía, Emmanuel Goldstein, sino el odio dirigido contra el Partido y el mismísimo Gran Hermano.
Winston comienza poco a poco a incumplir las manifestaciones de sumisión al Partido: no acatar los tres grandes eslóganes (la guerra es la paz, la libertad es la esclavitud, la ignorancia es la fuerza), no cumplir con la abstinencia sexual al enamorarse de una compañera de trabajo, la misteriosa Julia, y por último, tener sentimientos de odio. Pero no el odio dirigido y condicionado por el Partido contra el enemigo de Oceanía, Emmanuel Goldstein, sino el odio dirigido contra el Partido y el mismísimo Gran Hermano.
"- Hay una consigna del Partido sobre el control del pasado. Repítela, Winston, por favor.
- El que controla el pasado controla el futuro; y el que controla el presente controla el pasado -repitió Winston, obediente. - El que controla el presente controla el pasado -dijo O’Brien moviendo la cabeza con lenta aprobación-. ¿Y crees tú, Winston, que el pasado existe verdaderamente?"
- El que controla el pasado controla el futuro; y el que controla el presente controla el pasado -repitió Winston, obediente. - El que controla el presente controla el pasado -dijo O’Brien moviendo la cabeza con lenta aprobación-. ¿Y crees tú, Winston, que el pasado existe verdaderamente?"
Este libro siempre se ha considerado un clásico y una de las bases para todos los libros distópicos que vinieron después. Y aunque, esta es una de las distopías más geniales y reales con las que me he cruzado (una guerra entre grandes potencias, un gobierno totalitario, un férreo control de todo pensamiento y obra), he sido incapaz de conectar con Winston, que me ha resultado aburrido, plano y sin chispa. Al igual que me ha pasado con otros clásicos, me ha decepcionado.
El libro es lioso hasta decir basta, para poder enterarme de todo el resumen que os he hecho anteriormente he tenido que llegar hasta el último tercio del libro, después de leer centenares de páginas aburridísimas. Y ya al final es cuando comprendes de qué va todo esto del Partido, cómo está formado el mundo actual y cómo funciona la vida en 1984. Pero hasta entonces, muchas páginas de tediosa conversación en la mente de Winston, sin apenas acción y sin entender qué está sucediendo. Me ha costado muchísimo concentrarme.
El libro es lioso hasta decir basta, para poder enterarme de todo el resumen que os he hecho anteriormente he tenido que llegar hasta el último tercio del libro, después de leer centenares de páginas aburridísimas. Y ya al final es cuando comprendes de qué va todo esto del Partido, cómo está formado el mundo actual y cómo funciona la vida en 1984. Pero hasta entonces, muchas páginas de tediosa conversación en la mente de Winston, sin apenas acción y sin entender qué está sucediendo. Me ha costado muchísimo concentrarme.
"Quizá no deseara uno tanto ser amado como ser comprendido."
Es un libro en el que necesitas poner toda tu atención en lo que se está contando para no perder el hilo, sobre todo cuando se explican los principios fundamentales del IngSoc (Socialismo Inglés), que me ha resultado un poco denso. Pero por otra parte en ocasiones resulta demasiado repetitivo y aburrido, con poca fluidez en la historia que se hace tremendamente larga aunque sólo tiene 350 páginas. El final es lo único que me ha gustado del libro, pero para mí no ha merecido la pena.
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| Imagen de Michael Kerbow |
En conclusión, esperaba mucho más de esta distopía mítica. Demasiada repetición y poca explicación con una idea con mucho potencial. Los clásicos y yo no congeniamos.
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