lunes, 23 de marzo de 2020

Reseña: Escuadrón (1). Brandon Sanderson.

Escuadrón (Escuadrón, #1)Título: Escuadrón
Título original: Skyward
Autor(a): Brandon Sanderson
Año: 2018
Género: Fantasía. Aventuras.

Puntuación: 4'5/5



SINOPSIS

El mundo lleva siglos en guerra; la humanidad está atrapada en un planeta constantemente atacado por unos alienígenas decididos a destruirla. Los pilotos son los únicos héroes dispuestos a combatir el enemigo.
Spensa es una joven que siempre ha soñado convertirse en piloto y defender a la Tierra. Pero su destino se cruza con el de su padre, un piloto que fue asesinado tras abandonar a su equipo, anulando sus opciones de asistir a la escuela de vuelo. De pronto, el ataque alienígena ha hecho duplicar la flota aérea de los humanos, facilitando que Spensa ahora sí pueda volar al espacio…



RESEÑA

Mientras espero la publicación del cuarto libro de Archivos de Tormentas, he decidido comenzar alguno de los otros libros que tiene Brandon Sanderson y que suceden fuera del Cosmere, el universo donde se desarrollan la mayoría de libros del autor. Hace apenas un mes salió la segunda parte de esta saga, Estelar, y aunque quedará bastante para la última parte, las buenas reseñas que he leído me han impulsado a empezar esta saga ubicada en el espacio al estilo Top Gun.

Detritus es uno de los últimos planetas habitados por la humanidad tras su huida de la Tierra. Se encuentra rodeado de un cinturón de escombros que impide que se vea el cielo y está en ataque constante por parte de los "krells", unos alienígenas capaces de detectar grandes aglomeraciones de humanos. Cuando hace tres generaciones, la nave insignia original (los Desafiantes) se estrelló en Detritus; la población se dividió en clanes y se escondió en las cavernas. Cada clan conservaba su propio nombre, procedente de la nave o de la sección de la nave en la que habían trabajado, pero todos juntos se denominaban los Desafiantes.
Los pilotos son los únicos que abandonan las cavernas y que plantan cara a los "krells" y el padre de Spensa, Zeen Nightshade, cuyo identificador es Perseguidor, es uno de los mejores. Con apenas siete años, Spensa tiene claro que quiere ser piloto  pero cuando acompaña una noche a su padre a la superficie, sucede un gran ataque. Según los registros, su padre desertó y sus propios compañeros destruyeron su nave, pero consiguieron derrotar a los "krells".Tras ese ataque, los clanes (anteriormente nómadas) se congregaron para colonizar Ígnea, una de las cavernas más grandes, y mejoraron la base que se encontraban en la superficie, Alta, donde vivían los pilotos y se formaban los nuevos cadetes.

Spensa tiene ahora 17 años y vive con su madre y su yaya en un pequeño cubo de metal. Se dedica en cuerpo y alma a estudiar para ser piloto, escaqueándose del resto de las clases para cazar ratas de las cavernas y ayudar en casa ya que, tras la muerte de su padre, fueron degradados por ser familia del Cobarde.
Ese año se presenta al examen de piloto junto con su amigo Rodge, apodado Galimatías, y al contrario que los hijos de los Primeros Ciudadanos (los pilotos que derrotaron a los "krells" hace nueve años) que tiene pase directo, se han dejado la piel estudiando. Sin embargo, antes de presentarse al examen descubre que Férrea, la almirante y líder suprema de la Fuerza de Defensa Desafiante (FDD) no le permitirá aprobar porque no quiere que la hija de Perseguidor, el Cobarde, llegue a ser piloto. Afortunadamente, el capitán Cobb, identificador Chucho, compañero de ala del padre de Spensa, le permite acudir a su clase y entrenar para ser piloto; aunque no le dejan ir al comedor ni dormir con sus compañeros. Spensa decide dormir en una de las cavernas abandonadas cerca de la Base Alta y allí encuentra una misteriosa nave, mucho más antigua que las naves que ella conoce.

"—Los técnicos de motores —dijo la yaya— éramos los raros entre los demás grupos de la tripulación. Nos veían como a gente extraña, pero éramos quienes mantenían la nave en movimiento. Hacíamos que viajara entre las estrellas. Mi madre decía que era porque podíamos oírlas. [...] El clan Makinkaps. Si los demás dicen que eres rara, es porque se acuerdan de eso, y tal vez porque nos teman. Esa es tu herencia. La herencia de guerreros que surcaron el cielo y que al cielo regresarán. Escucha."

El Escuadrón de Cadetes B a cargo del instructor Cobb está formado por diez jóvenes: Jorgen Weight, un aristócrata hijo de un Primer Ciudadano y del líder de la Asamblea Nacional; Nedd Strong y Arturo Méndez, amigos de Jorgen; Kymmalyn, una tímida y alegre joven que siempre nombraba a la Santa; Hudiya, una atlética joven de Ígnea; Bim, un joven de pelo azul y rasgos asiáticos procedente de Yeong-Gwang; Freya, una chica alta que no entendía muy bien el idioma; Magna, una joven viciense con un tatuaje en la mandíbula; Rodge McCaffrey, el amigo de Spensa que sacó la mejor puntuación en el examen; y la propia Spensa Nightshade.

El escuadrón decide nombrarse a sí mismo Escuadrón Cielo y cada uno de los integrantes escoge un identificador: Caracapullo, el apodo que Spensa le da a Jorgen; Nedder; Anfisbena; Rauda (se queda con Rara por petición popular); Arcada; Bim, que no tenía claro qué identificador elegir; FM; Marea; Galimatías; y Peonza, que era como le llamaba su padre.
Pero el entrenamiento no será fácil, hay mucho que aprender sobre el manejo de las naves y sus armas y cómo luchar contra los "krells", siempre en parejas con un compañero de ala. Además, Spensa debe vivir apartada de sus compañeros y se gana el odio de Caracapullo, que es el jefe de escuadrón. Gali decide que no es lo suyo y lo deja al segundo día solicitando empleo en el Cuerpo de Ingenieria; pero no puede rechazar la oferta de Spensa de ayudarle a reparar la misteriosa nave abandonada. Spensa consigue activar la nave tras agenciarse una batería y descubre que la nave, que se autodenomina M-bot es capaz de interactuar con ella y puede tener en su memoria secretos importantes para ganar la lucha contra los "krells".

"—Entonces —dije— ¿según usted cuando acabemos de entrenar deberíamos ser capaces de usar garfios hechos de energía para aplastar a nuestros enemigos con trozos llameantes de basura espacial? —Sí. —Eso —susurré— es lo más bonito que he oído en la vida."

Pero durante los meses de entrenamiento, los ataques de los "krells" se duplican y el Escuadrón Cielo debe luchar antes de graduarse hasta que lleguen los refuerzos para simular que tienen más fuerza de la que tienen en realidad (básicamente como carnada). Pronto comienzan a perder compañeros y la balanza de la guerra se inclina lentamente hacia los "krells". Spensa no lo tendrá fácil para conseguir alcanzar su sueño, pero luchará contra los prejuicios de los demás, con las limitaciones que le impone la almirante y contra sus propios miedos de ser una cobarde en el fondo. Además, descubrirá que hay algo que la distingue de los demás cadetes, algo que su padre también tenía y que los mayores llaman "defecto", y que puede cambiar el curso de la guerra.

Fuerza de Defensa Desafiante (FDD)

Como siempre, Sanderson me deslumbra con su imaginación con cada libro que escribe. Esta vez nos trasladamos a un planeta fuera del Cosmere y, a diferencia de todos sus otros libros, carece de un sistema de magia o por lo menos no es evidente en este primer libro. En esta saga, Sanderson cambia la magia por la ciencia y nos centra en una galaxia en la que los humanos han tenido que huir de la Tierra y han acabado confinados en un mundo rodeado por un cinturón de escombros y escondidos en cavernas para protegerse de la caída de cascotes y sobrevivir al ataque de los alienígenas. Pero gracias a los conocimientos preservados por los mayores (aunque muchos se perdieron) y a la tecnología hallada en el planeta procedente de los anteriores habitantes (¿eran humanos? ¿ese planeta es en realidad la Tierra?), la población es capaz de construir naves con las que plantar cara a los "krells". Gracias a la prosa tan detallada de Sanderson, nos introducimos en un planeta rocoso y árido sin más vida aparte de los humanos, en el que la superviviencia recae en la habilidad de los pilotos.

"—La gente necesita historias, niña. Nos traen esperanza, y la esperanza es real. Siendo ese el caso, ¿qué más da si las personas que aparecen en ellas vivieron de verdad?"

Aparte de las magníficas descripciones de un mundo completamente nuevo, la magia de Sanderson recae en sus personajes. Al contrario que muchos otros autores de fantasía, Sanderson no tiene ningún problema en construir una protagonista femenina que sea fuerte, testaruda y valiente como Spensa, aunque en ocasiones demasiado temeraria e imprudente. Me encanta la evolución que podemos ver en Spensa, desde una niña que adora a su padre y solo sueña ser como él, pasando por una joven acostumbrada a los insultos y decidida a demostrar su valía mostrándose confiada y arisca, hasta llegar a la madurez cuando acepta sus propios miedos y revela su verdadero coraje.


Alrededor de nuestra protagonista, Sanderson desplega una multitud de personajes secundarios, como ya nos tiene acostumbrados, y cuesta un poco situarse y aprenderse todos los nombres y los orígenes de cada uno, pero una vez pasados los primeros capítulos te adaptas y puedes disfrutar de las personalidades tan distintas de cada uno. Me ha gustado especialmente Kymmalyn, aunque me hubiera gustado saber un poco más de esa religión suya (algo a lo que Sanderson suele dedicar un lugar importante en otras novelas).
Aunque no es su punto fuerte, en otros libros Sanderson ha manejado el romance de manera muy experta, sin conferirle demasiada importancia y dejándose que se desarrollase de forma natural. En este caso, me ha parecido un poco forzado ese intento de acercamiento entre Spensa y Jorgen, aunque ya sabemos que del amor al odio hay solo un paso, pero tampoco me ha estorbado en el desarrollo del resto de la trama.
Y en la otra cara de la moneda, tenemos a los enemigos. No tenemos mucha información acerca de los "krells", no sabemos si son alienígenas tal y como nos los imaginamos después de todas esas películas de ciencia ficción (con cuerpos verdes y antenas) y no lo llegamos a descubrir en toda la novela, lo que mantiene un misterio que espero que se revele en la próxima entrega.

Sanderson suele huir de la trama habitual en los libros de fantasía que reflejan el camino del héroe, en el que el protagonista, que suele ser un personaje ordinario, comienza un viaje ayudado por un mentor o una fuerza sobrenatural, consigue vencer todas las dificultades y llega a la meta. En este caso, sí que podemos ver algunas similitudes con el camino del héroe, ya que Spensa es inicialmente una joven corriente y debe superar dificultades en su camino para convertirse en piloto y termina convirtiéndose en una auténtica heroína.
La trama comienza lentamente a medida que nos introducimos en este mundo y que conocemos a los personajes, pero enseguida aumenta la acción y te mantiene pegado a las páginas sin poder soltar el libro. El final me dejó con la boca abierta, con la verdad acerca del padre de Spensa y la revelación del sentido de ese mundo y de los ataques de los "krells". Estoy deseando empezar la segunda parte, Estelar, que acaba de publicarse, y después tocará esperar de nuevo a que salgan los libros 3 y 4 en 2021 y 2022 respectivamente.

"Pero recuerda esto, Spensa: puedes elegir quién eres. El legado y los recuerdos del pasado pueden sernos útiles. Pero no podemos permitir que nos definan. Cuando la herencia se convierte en una caja en vez de en una inspiración, es que está yendo demasiado lejos."

En conclusión, una trepidante novela galáctica ubicada en un planeta ficticio donde la humanidad se enfrenta a los alienígenas "krells" y una joven lucha por cumplir su sueño de ser piloto y limpiar el nombre de su padre. Muy recomendable.

2 comentarios:

  1. ¡Hola! Nos tienta muchísimo esta novela, la pone genial todo el mundo y nos alegra saber que te ha gustado tanto.
    Besos

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    1. Sanderson nunca decepciona y aunque esta historia es distinta del Cosmere y de la magia a la que nos tiene acostumbrados, sigue siendo espectacular. ¡Os la recomiendo!

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