lunes, 22 de marzo de 2021

Reseña: Todo lo mejor (1). César Pérez Gellida.

Título: Todo lo mejor

Título original: Todo lo mejor
Autor(a): César Pérez Gellida
Año: 2018
Género: Thriller. Policíaco. Intriga.

Puntuación: 4/5



SINOPSIS

Viktor Lavrov es un joven talento perteneciente al KGB destinado en Berlín durante el periodo más crudo de la Guerra Fría. Pronto recibirá un delicado encargo que pondrá a prueba sus conocimientos en psicología criminalista y sus virtudes como agente de inteligencia.
El caprichoso destino hará que su camino se cruce con el del inspector jefe de la Kriminalpolizei, Otto Bauer, empecinado en resolver las terribles muertes de cinco menores que parecen estar relacionadas entre sí, unos asesinatos que se niegan a reconocer desde las más altas instancias de la RDA.

Una ciudad separada por un muro y unida por un sanguinario asesino. Dos investigadores que descubrirán que la crueldad no tiene límites.


RESEÑA

Después de leer un poco de novela romántica estas últimas semanas, regreso a uno de mis géneros favoritos de la mano de César Pérez Gellida, un referente de novela negra que ya lleva 11 libros publicados y al que no había tenido el placer de leer por el momento.

A finales de la Guerra Fría en 1980, Berlín se encuentra dividida en dos por el muro y la parte oriental corresponde con la capital de la República Democrática Alemana (RDA). La RDA está gobernada por el Partido Socialista Unificado de Alemania (SED) bajo el mando del secretario general Erich Honecker y cuenta con uno de los servicios de inteligencia más efectivos, el Ministerio para la Seguridad del Estado o Stasi. Pero la Unión Soviética sigue teniendo un papel muy importante en el gobierno de la RDA, aunque en la sombra, y el Comité para la Seguridad del Estado o KGB (la agencia de inteligencia de la Unión Soviética, conocida popularmente como El Centro) se relaciona con la Stasi a través de la Administración Central de Coordinación. Al otro lado del muro, en Berlín Occidental, capital de la República Federal Alemana (RFA), el Servicio Federal de Inteligencia o BND envía a espías a infiltrarse en el Bloque del este, secuestrar a importantes activos de la Stasi y sacarles información o bien obligarles a trabajar como agentes dobles; actividad que también realizaban los espías de la Stasi contra los agentes de la BND. 


Viktor Lavrov es un psicólogo criminalista, joven talento del KGB, destinado en Berlín Oriental para trabajar mano a mano con la Stasi en un encargo muy delicado: utilizar a unos agentes capturados del BND para entregar información a la Stasi acerca del comportamiento inapropiado de uno de los altos cargos de la RDA, el ministro Fischer, para conseguir destituirle y poner en su lugar a Alfred Weidemann, representante de la Cámara Popular. Al mismo tiempo, Viktor Lavrov debe conseguir pruebas acerca de las prácticas sexuales algo reprochables de Wiedemann para que la KGB pueda controlarle a su antojo.
 
"De otra manera, ¿qué sentido tendría el capitalismo sin un peligroso enemigo al que temer como era el comunismo? ¿Y qué sería del Bloque Oriental sin la sempiterna amenaza del imperialismo? El símbolo del dólar contra la hoz y el martillo."
 
Pero durante su trabajo en Berlín, Viktor Lavrov se cruza con Otto Bauer, el inspector jefe de la Kriminalpolizei, la sección de investigaciones criminales de la policía de la RDA, que se encuentra perdido en el caso de cinco niños asesinados en los últimos años que presentan unas heridas muy peculiares, signo de un largo secuestro y semanas de misteriosas torturas. Viktor sospecha que el asesino es un hombre afectado por hematodixia, un raro trastorno mental consistente en una parafilia caracterizada por la necesidad compulsiva de ver, sentir o ingerir sangre humana. Al mismo tiempo Otto descubre que el asesino consigue a sus víctimas a ambos lados del muro, deshaciéndose de los cuerpos en el lado contrario de donde los secuestra por lo que resulta casi imposible identificarlos y cuenta con trabas gubernamentales tanto e la RDA como en la RFA. 

 
He de confesar que me ha costado mucho engancharme a la historia, principalmente por mi ignorancia en gran parte de los enfrentamientos políticos, económicos, sociales e ideológicos que tuvieron lugar en la Guerra Fría. Me ha resultado difícil poder establecer las diferencias entre las distintas agencias de inteligencia que operaban al mismo tiempo en la RDA, descubrir a qué bando pertenecía cada personaje y situarme en el cargo que desempeñaban. Una vez que he conseguido sortear esta confusión, la acción y la intriga se han apoderado de mi lectura y he avanzado muy rápido a pesar de sus más de 600 páginas, sin soltar el libro hasta descubrir el final. Se nota el trabajo documental realizado por el autor, impresionante, y una vez te orientas (tras haber buscado algo de información en Internet), resulta todo un placer disfrutar de la ambientación tan cuidada que ha creado.

"El fenómeno, sin embargo, tenía una explicación física, según le habían explicado en la academia. Cuando el cerebro emite la señal de miedo y esta se transmite a través del sistema nervioso, el organismo responde desviando el caudal sanguíneo de las extremidades superiores a las inferiores para mejorar la respuesta natural ante una situación que provoca pavor: la huida."

Los dos personajes principales están definidos de manera magnífica y son los que dotan de frescura a esta ya de por sí realista novela. Me ha encantado la complejidad de Viktor Lavrov, que según he aprendido a posteriori, es en realidad la versión más joven de Armando Lopategui, protagonista de la primera trilogía del autor "Refranes, canciones y rastros de sangre". Además de su impulsividad y su desdén por las normas, me ha gustado mucho poder apreciar las tres facetas que muestra en el complicado papel que le ha tocado representar: la parte del criminalista que le llama a enredarse en el caso de Otto, la parte del espía que mueve los hilos y la parte del hombre que vive enamorado de una misteriosa mujer. Por otra parte, me ha gustado mucho el papel de Otto Bauer, su imperiosa necesidad de hacer justicia por encima de lo que dictan sus superiores, sus arrebatos de cólera contra su propia hermana Birgit y su relación con Heinrich que parece ser lo único que lo estabiliza.


César Pérez Gellida consigue engarzar dos tramas que corren paralelamente y se cruzan en numerosos puntos a lo largo de la novela: por un lado la investigación policíaca de los niños asesinados por el enigmático asesino que conoceremos como la Araña y por otro lado la conspiración política llevada a cabo gracias a la red de espionaje de Viktor Lavrov. El autor consigue mantener la acción y la intriga, especialmente en la segunda parte del libro, con varios giros argumentales (algunos esperados y algunos sorprendentes). Yo ya sospechaba quién había sido el causante de la traición final contra la delicada puesta en escena de Viktor, pero aunque en las últimas páginas el autor da un cierre perfecto a la verdad detrás de la Araña, me hubiera gustado tener un final también para el traidor.
Y si ahora tengo muchas ganas de leer la famosa trilogía que protagoniza Viktor Lavrov, creo que me decantaré primero por leer la continuación de esta historia: un segundo libro en el que trabajan juntos nuevamente Viktor y Otto, Todo Lo Peor.

"Todo lo peor es lo mejor cuando a uno deja de importarle de qué lado está."

En conclusión, una novela policíaca y de espías centrada en el Berlín dividido de la Guerra Fría, a la que cuesta un poco coger el tranquillo hasta que te sitúas en la realidad política de la época. Dos tramas que se cruzan sin mezclarse, dos protagonistas complejos y un ritmo que no da tregua completan esta novela negra que resulta espectacular.

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