Género: Drama. Guerra. Romance.
Puntuación: 5/5
Sinopsis
Leningrado 1941: la guerra parece lejana en esta ciudad de antigua grandeza, donde dos hermanas, Tatiana y Dasha Metanov, comparten un minúsculo apartamento con su familia. La vida bajo el gobierno de Stalin es dura, pero las privaciones que les esperan ni siquiera son imaginables: el ejército de Hitler está a punto de invadir su querida patria.
Bajo el terror y la dificultad, se esconden la belleza y la esperanza: Tatiana ha conocido a Alexandr, un joven oficial del Ejército Rojo de misterioso y turbulento pasado. Mientras el ejército alemán y el duro invierno cercan la ciudad, los amantes se ven abocados a un amor imposible que puede desgarrar a la familia de Tatiana y ser, para Alexandr, tan destructivo como la guerra. Y, mientras tanto, la corriente de la Historia arrasa a su paso el mundo tal y como ellos lo han conocido y amenaza con cambiarlos para siempre.
Cuando me apunté a GoodReads con mi reto de 100 libros para leer en el año 2018, me encontré con una reseña por casualidad. Tras haber leído recientemente varios libros de temática nazi, me picó el gusanillo y decidí darle una oportunidad, a pesar de las más de 700 páginas de libro.
La historia comienza en Leningrado a punto de que los alemanes se vuelvan contra los rusos en la Segunda Guerra Mundial. Tatiana vive con su familia en un apartamento compartido, práctica habitual en la Rusia comunista, disponiendo de dos habitaciones para sus abuelos, sus padres, su hermano mellizo y su hermana mayor. Tatiana no tiene interés en los chicos como su hermana Dasha y se centra en trabajar para ganar dinero y sacar adelante a su familia. Pero un encuentro casual en la parada del autobús con Alexandr, oficial del ejército rojo, pone su mundo del revés.
Tatiana nunca se había enamorado, pero cual es su sorpresa al descubrir que Dasha había conocido a Alexandr hacía pocos días y se confesaba tremendamente enamorada de él. Tatiana debe decidir entre ser fiel a su familia o ser fiel a su corazón mientras el mundo que conocía se desmorona poco a poco cuando la guerra estalla y se hace presente en el racionamiento, en los bombardeos y en la muerte constante en una ciudad que se congela literalmente en uno de los inviernos más fríos de su historia.
Este libro me ha encantado y me ha emocionado profundamente. La ambientación, los personajes, los sentimientos que ha puesto Paullina Simons en la historia basada en su experiencia personal es absolutamente fantástica. Detallista, dramática y real, la trama inunda nuestra imaginación y nos traslada a ese mundo y esos años que desafortunadamente vivieron muchos, entre frío, hambre y muerte.
Aunque la parte fundamental para mí ha sido la guerra y el drama, la parte romántica no se queda atrás. Alexandr y Tatiana son dos almas gemelas (si es que creéis en las almas gemelas) que estaban destinadas a encontrarse y enamorarse, y a quienes el azar se empeña en separar. He de confesar que la parte de sacrificar al amor de tu vida porque tu hermana lo vio primero no me gustó nada, pese a todo entiendo que la historia data de muchos años atrás, de la época de mis padres y que las convenciones sociales eran mucho más estrictas que actualmente. Eso ha hecho que admire aún más a Paullina como escritora, por ser capaz de meter a los personajes en la historia y no cambiar la historia para meterla en los personajes.
El libro se divide en 3 partes y aunque la última parte me ha resultado demasiado repetitiva y romanticona en algunos capítulos, me he enamorado de Alexandr y Tatiana, de su historia de amor y de cómo todo es posible ante las adversidades más terribles. La primera parte es absolutamente sublime aunque debéis estar preparados a pasarlo mal, me recorrió una angustia y un miedo a que algún día vuelva a estallar una guerra y nos pille en medio...
Se ha convertido en uno de mis libros favoritos de este año. Sólo me quedan dos para cerrar la saga, aunque este libro por sí solo es concluyente y me da un poco de miedo que los demás me decepcionen.
Inolvidable. Irrepetible. Indispensable.
La historia comienza en Leningrado a punto de que los alemanes se vuelvan contra los rusos en la Segunda Guerra Mundial. Tatiana vive con su familia en un apartamento compartido, práctica habitual en la Rusia comunista, disponiendo de dos habitaciones para sus abuelos, sus padres, su hermano mellizo y su hermana mayor. Tatiana no tiene interés en los chicos como su hermana Dasha y se centra en trabajar para ganar dinero y sacar adelante a su familia. Pero un encuentro casual en la parada del autobús con Alexandr, oficial del ejército rojo, pone su mundo del revés.
Tatiana nunca se había enamorado, pero cual es su sorpresa al descubrir que Dasha había conocido a Alexandr hacía pocos días y se confesaba tremendamente enamorada de él. Tatiana debe decidir entre ser fiel a su familia o ser fiel a su corazón mientras el mundo que conocía se desmorona poco a poco cuando la guerra estalla y se hace presente en el racionamiento, en los bombardeos y en la muerte constante en una ciudad que se congela literalmente en uno de los inviernos más fríos de su historia.
Este libro me ha encantado y me ha emocionado profundamente. La ambientación, los personajes, los sentimientos que ha puesto Paullina Simons en la historia basada en su experiencia personal es absolutamente fantástica. Detallista, dramática y real, la trama inunda nuestra imaginación y nos traslada a ese mundo y esos años que desafortunadamente vivieron muchos, entre frío, hambre y muerte.
El libro se divide en 3 partes y aunque la última parte me ha resultado demasiado repetitiva y romanticona en algunos capítulos, me he enamorado de Alexandr y Tatiana, de su historia de amor y de cómo todo es posible ante las adversidades más terribles. La primera parte es absolutamente sublime aunque debéis estar preparados a pasarlo mal, me recorrió una angustia y un miedo a que algún día vuelva a estallar una guerra y nos pille en medio...
Se ha convertido en uno de mis libros favoritos de este año. Sólo me quedan dos para cerrar la saga, aunque este libro por sí solo es concluyente y me da un poco de miedo que los demás me decepcionen.
Inolvidable. Irrepetible. Indispensable.
Mi frase favorita
"- Estás destinado a grandes cosas - replicó ella-. Pero será mejor que te mantengas vivo para mí, soldado, porque no puedo seguir viviendo sin ti."
"Tuvimos un minuto -pensó Tatiana-. Tuvimos nuestros minutos en el autobús, en la Kirov, en Luga y en el Jardín de Verano. Minutos inolvidables. Lo que queremos ahora es la eternidad."
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