Género: Drama. Guerra.
Puntuación: 5/5
Sinopsis
Érase una vez un pueblo donde las noches eran largas y la muerte contaba su propia historia. En el pueblo vivía una niña que quería leer, un hombre que tocaba el acordeón y un joven judío que escribía bellos cuentos para escapar del horror de la guerra. Al cabo de un tiempo, la niña se convirtió en una ladrona que robaba libros y regalaba palabras. Con estas palabras se escribió una historia hermosa y cruel que ahora ya es una novela inolvidable.
Acababa de viajar a Münich y visitar el campo de concentración de Dachau cuando empecé esta novela. Y me preguntaba cómo era posible que los alemanes no se quisieran dar cuenta o no se rebelaran con lo que pasaba a su alrededor en la Segunda Guerra Mundial. Con ese viaje y con esta novela me he dado cuenta que siempre hay dos caras de una misma historia y que las ganas de sobrevivir son mucho más fuertes que las ganas de hacer el bien.
La historia comienza en el año 1933 con el comienzo de la persecución judía por parte de los alemanes. El narrador omnisciente es la propia MUERTE que va relatando los encuentros (desafortunados para las víctimas) que tiene con diversas personas a lo largo de la Segunda Guerra Mundial. Pero la novela se va a centrar en la vida de Liesel, una niña que es abandonada por su madre en una casa de acogida tras la muerte de su hermano, en plena Alemania nazi. Su padre de acogida, Hans Huberman, es paciente y cariñoso; y su mujer Rosa, es estricta pero tiene un corazón de oro. El mejor amigo de Liesel, Rudy, es un muchacho enamorado de la vida, que le ayuda a integrarse y le apoya en todo momento.
Pero la nueva vida de Liesel se ve afectada por el nazismo, el odio a los judíos, las ansias de la supremacía blanca y las penurias que pasan los propios alemanes que no están de acuerdo con el Führer. Esto se ve reflejado cuando un judío se presenta en su casa reclamando una promesa que Hans Huberman hizo tiempo atrás y Liesel y su familia lo acogerán y lo cuidarán como uno más. Max es una víctima más en esta guerra y cada día lucha por sobrevivir y agradecer de la manera que puede la oportunidad que los Huberman le brindan.
Mientras tanto Liesel se convertirá en ladrona de libros, a veces por casualidad y otras veces a propósito, irá aprendiendo el poder de las palabras y que éstas pueden dar alegría, valor y esperanza.
Nunca creí que me fuera a gustar tanto un libro que trata el nazismo y la Segunda Guerra Mundial de forma tan directa y sincera, aunque se me hizo más fácil y a veces más difícil el hecho de verlo todo a través de los ojos de una niña, a través de la inocencia de Liesel. Porque aunque afortunadamente no me ha tocado vivir nada parecido al Tercer Reich sí recuerdo el vivir de niña, ignorante a los problemas del mundo real, cuando lo único importante eran los amigos y la familia y el juego de turno. Vivir algo a lo que vivió Liesel te arrebata tu inocencia y tus esperanzas en la humanidad, y he llorado más de una vez a través de sus palabras.
Aunque a lo largo del libro se adelantan pinceladas de lo que ocurrirá en el futuro, nada pudo prepararme para el final descorazonador que escribió Zusak; porque su modo de contar la historia hace que te metas en la piel de todos sus personajes, que los comprendas y que los ames por cada trocito de su imperfecta personalidad.
Narrar los hechos de la vida cotidiana y mezclarlos con los grandes sucesos de la época más oscura de Alemania hizo que este libro resultara PERFECTO y que, a pesar de ser difícil de leer por la crudeza de sus escenas, se haya convertido en uno de mis favoritos.
Los detalles que más me han gustado: usar algunas palabras en alemán y las definiciones del Gran Diccionario de Definiciones y Sinónimos.
Después de leer el libro, me cuesta mucho ponerme a ver la película (2013) y no estoy segura de que lo vaya a hacer alguna vez. Prefiero quedarme con la imagen que tengo de Rudy, Liesel y Max, de los que me he enamorado profundamente.
Campo de concentración de Dachau: "El trabajo os hará libres". |
La historia comienza en el año 1933 con el comienzo de la persecución judía por parte de los alemanes. El narrador omnisciente es la propia MUERTE que va relatando los encuentros (desafortunados para las víctimas) que tiene con diversas personas a lo largo de la Segunda Guerra Mundial. Pero la novela se va a centrar en la vida de Liesel, una niña que es abandonada por su madre en una casa de acogida tras la muerte de su hermano, en plena Alemania nazi. Su padre de acogida, Hans Huberman, es paciente y cariñoso; y su mujer Rosa, es estricta pero tiene un corazón de oro. El mejor amigo de Liesel, Rudy, es un muchacho enamorado de la vida, que le ayuda a integrarse y le apoya en todo momento.
Pero la nueva vida de Liesel se ve afectada por el nazismo, el odio a los judíos, las ansias de la supremacía blanca y las penurias que pasan los propios alemanes que no están de acuerdo con el Führer. Esto se ve reflejado cuando un judío se presenta en su casa reclamando una promesa que Hans Huberman hizo tiempo atrás y Liesel y su familia lo acogerán y lo cuidarán como uno más. Max es una víctima más en esta guerra y cada día lucha por sobrevivir y agradecer de la manera que puede la oportunidad que los Huberman le brindan.
Mientras tanto Liesel se convertirá en ladrona de libros, a veces por casualidad y otras veces a propósito, irá aprendiendo el poder de las palabras y que éstas pueden dar alegría, valor y esperanza.
Nunca creí que me fuera a gustar tanto un libro que trata el nazismo y la Segunda Guerra Mundial de forma tan directa y sincera, aunque se me hizo más fácil y a veces más difícil el hecho de verlo todo a través de los ojos de una niña, a través de la inocencia de Liesel. Porque aunque afortunadamente no me ha tocado vivir nada parecido al Tercer Reich sí recuerdo el vivir de niña, ignorante a los problemas del mundo real, cuando lo único importante eran los amigos y la familia y el juego de turno. Vivir algo a lo que vivió Liesel te arrebata tu inocencia y tus esperanzas en la humanidad, y he llorado más de una vez a través de sus palabras.
Aunque a lo largo del libro se adelantan pinceladas de lo que ocurrirá en el futuro, nada pudo prepararme para el final descorazonador que escribió Zusak; porque su modo de contar la historia hace que te metas en la piel de todos sus personajes, que los comprendas y que los ames por cada trocito de su imperfecta personalidad.
Narrar los hechos de la vida cotidiana y mezclarlos con los grandes sucesos de la época más oscura de Alemania hizo que este libro resultara PERFECTO y que, a pesar de ser difícil de leer por la crudeza de sus escenas, se haya convertido en uno de mis favoritos.
Soldado en la Segunda Guerra Mundial |
Los detalles que más me han gustado: usar algunas palabras en alemán y las definiciones del Gran Diccionario de Definiciones y Sinónimos.
Después de leer el libro, me cuesta mucho ponerme a ver la película (2013) y no estoy segura de que lo vaya a hacer alguna vez. Prefiero quedarme con la imagen que tengo de Rudy, Liesel y Max, de los que me he enamorado profundamente.
Liesel y Max hablando sobre Rudy |
Mi frase favorita
"Había una vez un hombre bajito y extraño que decidió tres cosas importantes acerca de su vida:
1. Que se haría la raya del pelo en el lado contrario a todos los demás.
2. Que se dejaría un pequeño y extraño bigote.
3. Que un día dominaría el mundo."
"En realidad, creo que tenía miedo. Rudy Steiner temía el beso de la ladrona de libros. Debía de haberlo deseado con todas sus fuerzas. Debió de haberla querido con todo su corazón. Tanto, que nunca más volvería a pedírselo y se iría a la tumba sin él."
No hay comentarios:
Publicar un comentario