Género: Juvenil. Fantasía.
Puntuación: 3,5/5
Sinopsis
La Universidad, el bastión del conocimiento, atrae a las mentes más brillantes para aprender ciencias como la artificería y la alquimia. Pero bajo esos edificios y sus concurridas aulas existe un mundo en penumbra.
En ese laberinto de túneles antiguos, de salas y habitaciones abandonadas, de escaleras serpenteantes y pasillos semiderruidos vive Auri, otrora alumna de la Universidad. Ahora cuida de la Subrealidad, de la que ha aprendido que hay misterios que no conviene remover. Ya no se deja engañar por la lógica en la que tanto confían en lo alto: ella sabe reconocer los sutiles peligros y los nombres olvidados que se ocultan bajo la superficie de las cosas.
Tras El Temor del Hombre Sabio tenía muchísimas ganas de leer el tercer libro de la trilogía Crónica del Asesino de Reyes y mientras esperaba a que Patrick Rothfuss terminase, decidí leerme esta pequeña novela sobre Auri, uno de los personajes más enigmáticos.
Auri aparece por primera vez en El Nombre del Viento, cuando Kvothe tropieza con ella en la Universidad. Lo único que sabemos de Auri es que es una mujer joven, que antaño fue estudiante en la Universidad y que ahora vive en el subsuelo (o lo que ella denomina Subrealidad). Auri es un espíritu libre, sin relacionarse con nadie salvo Kvothe y viviendo la mayor parte del tiempo bajo tierra, es una muchacha escuálida, retraída y sucia, a medio camino entre una vagabunda y una lunática, hace y dice cosas sin sentido, salvo para ella.
Auri conoce el sentido de las cosas y tiene una profunda intuición para saber qué sienten las cosas, qué necesitan y qué desean, y sobre todo, cuál es el lugar idóneo donde deberían estar. Auri vagabundea a lo largo de los muchos espacios de la Subrealidad, cambiando las cosas de sitio, haciendo pequeños descubrimientos y buscando un regalo digno de Kvothe, para la próxima vez que se vean.
Ni en el primer libro ni en éste llegamos a descubrir quién es Auri en realidad, quién fue y qué hace, y lo más importante, si está loca o es en realidad un pequeño genial que ha descubierto el valor de las cosas. Durante el libro parece que te introduces en la mente de una demente, una persona que ha perdido la razón y que se pasea sin ton ni son por el mundo sin ninguna finalidad.
Es una historia RARA. Esperaba conocer a Auri más a fondo, saber qué relación tiene con Kvothe y qué ocurrió en su pasado para que ahora se comporte como lo hace. Pero no ha sido así y eso me ha decepcionado un poco.
Seguimos a Auri a lo largo de siete días en su búsqueda de un regalo apropiado para Kvothe y al final del libro estamos igual que cuando lo empezamos. No es una novela convencional pero a pesar de todo me ha gustado mucho: el misterio, las locuras de Auri, la magia en cada rincón... Extraordinaria y peculiar, es una historia para dejarse llevar y no pensar. No apta para todos lo públicos. No recomiendo leer este libro si no habéis leído al menos el primer libro de la trilogía.
Auri aparece por primera vez en El Nombre del Viento, cuando Kvothe tropieza con ella en la Universidad. Lo único que sabemos de Auri es que es una mujer joven, que antaño fue estudiante en la Universidad y que ahora vive en el subsuelo (o lo que ella denomina Subrealidad). Auri es un espíritu libre, sin relacionarse con nadie salvo Kvothe y viviendo la mayor parte del tiempo bajo tierra, es una muchacha escuálida, retraída y sucia, a medio camino entre una vagabunda y una lunática, hace y dice cosas sin sentido, salvo para ella.
Auri conoce el sentido de las cosas y tiene una profunda intuición para saber qué sienten las cosas, qué necesitan y qué desean, y sobre todo, cuál es el lugar idóneo donde deberían estar. Auri vagabundea a lo largo de los muchos espacios de la Subrealidad, cambiando las cosas de sitio, haciendo pequeños descubrimientos y buscando un regalo digno de Kvothe, para la próxima vez que se vean.
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| Auri y Kvothe |
Ni en el primer libro ni en éste llegamos a descubrir quién es Auri en realidad, quién fue y qué hace, y lo más importante, si está loca o es en realidad un pequeño genial que ha descubierto el valor de las cosas. Durante el libro parece que te introduces en la mente de una demente, una persona que ha perdido la razón y que se pasea sin ton ni son por el mundo sin ninguna finalidad.
Es una historia RARA. Esperaba conocer a Auri más a fondo, saber qué relación tiene con Kvothe y qué ocurrió en su pasado para que ahora se comporte como lo hace. Pero no ha sido así y eso me ha decepcionado un poco.
Seguimos a Auri a lo largo de siete días en su búsqueda de un regalo apropiado para Kvothe y al final del libro estamos igual que cuando lo empezamos. No es una novela convencional pero a pesar de todo me ha gustado mucho: el misterio, las locuras de Auri, la magia en cada rincón... Extraordinaria y peculiar, es una historia para dejarse llevar y no pensar. No apta para todos lo públicos. No recomiendo leer este libro si no habéis leído al menos el primer libro de la trilogía.
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| Saoirse Ronan sería perfecta para interpretar a Auri |
Mi frase favorita
"Miró alrededor. El viento pasaba resoplando y le alborotaba el pelo alrededor de la cara. Se lo recogió y arrugó la frente. Él no estaba allí. Claro que no estaba. No llegaría hasta el séptimo día. Ella lo sabía. Sabía cómo funcionaban las cosas."
"Nada era ninguna otra cosa. Nada era nada que no debiera ser."
"Ella conocía la verdadera forma del mundo. Todo lo demás era sombra y sonido de tambores lejanos."
"Nada era ninguna otra cosa. Nada era nada que no debiera ser."
"Ella conocía la verdadera forma del mundo. Todo lo demás era sombra y sonido de tambores lejanos."
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