Título original: The Siren
Género: Juvenil. Romántico. Fantasía.
Puntuación: 1'5/5
Sinopsis
Kahlen es una sirena, obligada a servir a Oceanía atrayendo seres humanos a las acuosas tumbas con su voz, la cual es mortal para cualquier humano que la escuche. Akinli es humano. Un chico amable y guapo, él es todo lo que Kahlen jamás había soñado. Enamorar pone a ambos en peligro... pero Kahlen no puede soportar mantenerse apartada.
¿Lo arriesgará todo para seguir los latidos de su corazón?
He leído la saga de Kiera Cass más famosa, La Selección, y aunque me pareció un poco empalagosa me había gustado y por eso me lancé a leer este libro.
La historia comienza con un naufragio. Kahlen, la hija mayor, escucha una música extraña mientras el barco zozobra en la tormenta. Atraídos por la música, todos los pasajeros salen a la cubierta y Kahlen ve cómo uno tras otro se tiran por la borda hechizados, incluidos sus padres, su hermano y ella misma. Cuando cae al agua, de repente reacciona e intenta nadar para sobrevivir. Una voz se ofrece a salvarla y Kahlen acepta sin dudar.
Ochenta años más tarde Kahlen sigue en deuda con Oceanía, que la salvó de ahogarse. Junto con otras tres sirenas debe cantar cuando Oceanía lo manda para atraer a los barcos y acabar con la vida de los pasajeros. Oceanía se alimenta de sus vidas y protege a las sirenas, que le deben lealtad durante cien años. Cien años sin envejecer ni enfermar, viviendo una vida tranquila entre naufragio y naufragio, habitando entre los humanos pero sin relacionarse con ellos, esperando cumplir su contrato y recuperar sus vidas.
A sólo veinte años de su libertad, Kahlen nunca ha desobedecido a Oceanía, hasta que conoce a Akinli. Aunque Kahlen finge que es muda y vive apartada de los humanos, Akinli se cruza en su camino intentando por todos los medios conocerla y le hace reír por primera vez. Kahlen siente que él la ve verdaderamente y no está sólo interesado por su belleza de sirena.
La idea de que las sirenas estén al servicio de la diosa del mar durante cien años a cambio de que ella les salve de morir ahogadas me pareció muy interesante y por eso me animé a leer este libro. Pero esta idea es sólo un par de capítulos es este libro, que se basa en el romanticismo y el amor a primera vista. Y aunque la base para la historia me ha gustado, el resto de la novela se convierte en empalagoso hasta decir basta.
Se supone que sólo 24 horas después de conocer a un chico, con el que ni siquiera has hablado porque tienes que fingir que eres muda para no embrujarle con tu voz de sirena, te enamoras de tal manera que no puedes seguir viviendo. Kiera Cass crea un drama en torno a un enamoramiento pasajero que no tiene ningún sentido. Es como si conoces a alguien en el metro y dejas tu trabajo y te cambias de ciudad para poder verlo más a menudo. Vamos, que podía haberse currado un poquito más la relación y no pecar del instant love.
Ni siquiera me atrevo a calificar esta novela como romántica porque eso sería un insulto a las verdaderas novelas románticas. Creo que Kiera Cass ha destrozado una idea muy buena de la que podría haber salido una historia decente y entretenida. Se nota que este fue su primer libro y que ha ido puliéndose a lo largo de los años pero me ha decepcionado muchísimo. Estuve a punto de abandonarlo en un par de ocasiones así que con eso lo digo todo. Como retelling de La Sirenita, deja mucho que desear.
La historia comienza con un naufragio. Kahlen, la hija mayor, escucha una música extraña mientras el barco zozobra en la tormenta. Atraídos por la música, todos los pasajeros salen a la cubierta y Kahlen ve cómo uno tras otro se tiran por la borda hechizados, incluidos sus padres, su hermano y ella misma. Cuando cae al agua, de repente reacciona e intenta nadar para sobrevivir. Una voz se ofrece a salvarla y Kahlen acepta sin dudar.
Ochenta años más tarde Kahlen sigue en deuda con Oceanía, que la salvó de ahogarse. Junto con otras tres sirenas debe cantar cuando Oceanía lo manda para atraer a los barcos y acabar con la vida de los pasajeros. Oceanía se alimenta de sus vidas y protege a las sirenas, que le deben lealtad durante cien años. Cien años sin envejecer ni enfermar, viviendo una vida tranquila entre naufragio y naufragio, habitando entre los humanos pero sin relacionarse con ellos, esperando cumplir su contrato y recuperar sus vidas.
The Sirens by Tony Start |
A sólo veinte años de su libertad, Kahlen nunca ha desobedecido a Oceanía, hasta que conoce a Akinli. Aunque Kahlen finge que es muda y vive apartada de los humanos, Akinli se cruza en su camino intentando por todos los medios conocerla y le hace reír por primera vez. Kahlen siente que él la ve verdaderamente y no está sólo interesado por su belleza de sirena.
La idea de que las sirenas estén al servicio de la diosa del mar durante cien años a cambio de que ella les salve de morir ahogadas me pareció muy interesante y por eso me animé a leer este libro. Pero esta idea es sólo un par de capítulos es este libro, que se basa en el romanticismo y el amor a primera vista. Y aunque la base para la historia me ha gustado, el resto de la novela se convierte en empalagoso hasta decir basta.
Se supone que sólo 24 horas después de conocer a un chico, con el que ni siquiera has hablado porque tienes que fingir que eres muda para no embrujarle con tu voz de sirena, te enamoras de tal manera que no puedes seguir viviendo. Kiera Cass crea un drama en torno a un enamoramiento pasajero que no tiene ningún sentido. Es como si conoces a alguien en el metro y dejas tu trabajo y te cambias de ciudad para poder verlo más a menudo. Vamos, que podía haberse currado un poquito más la relación y no pecar del instant love.
Ni siquiera me atrevo a calificar esta novela como romántica porque eso sería un insulto a las verdaderas novelas románticas. Creo que Kiera Cass ha destrozado una idea muy buena de la que podría haber salido una historia decente y entretenida. Se nota que este fue su primer libro y que ha ido puliéndose a lo largo de los años pero me ha decepcionado muchísimo. Estuve a punto de abandonarlo en un par de ocasiones así que con eso lo digo todo. Como retelling de La Sirenita, deja mucho que desear.
Mi frase favorita
"No sabía cómo decirle que al simple hecho de estar viva no podía llamársele vivir."
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