Autor(a): J. M. Peace
Año: 2017
Año: 2017
Género: Thriller. Policíaca. Detectives.
Puntuación: 3/5
SINOPSIS
Samantha Willis es una oficial de policía de Queensland, Australia, y una mujer convencida de su capacidad de cuidar de sí misma. Al menos hasta que cae en manos de un peligroso psicópata, cuyo juego consistirá en cazarla como a un animal.
La detective Janine Postlewaite no conoce a Sammi personalmente, pero los agentes de la ley se cuidan los unos a los otros, y dirigirá la investigación con tenacidad. Mientras un asesino da caza a Sammi, Janine deberá reunir las pistas que podrían conducir hasta esta. Todo se convertirá en una carrera contra el reloj, en la que Sammi deberá apelar, para sobrevivir, a su sangre fría y su experiencia como policía, mientras sis colegas intentan descifrar las pruebas antes de que el sádico asesino lleve a cabo su juego mortal.
¿Os gustan las series de policías tipo Rookie Blue? Ese tipo de serie en que todo tipo de psicópatas se cruzan con la policía y aunque pillen al más novato de todos, éste siempre le hace frente al asesino y acaba destruyéndole. Si os gusta ese tipo de historias, algo predecibles, entonces os gustará este libro.
Nuestra historia empieza en un pueblo de Queensland, con la oficial de policía Samantha Willis, que acaba de discutir con su novio y decide irse a visitar a una amiga a otro pueblo hasta que se le pase el enfado. Pero su amiga Candy es una cabra loca y enseguida se emborracha y se lía con dos tíos a la vez. Sammi, que no está por la labor, decide irse a casa a dormir la mona y aunque suele ser muy desconfiada, acepta la proposición del camarero de llevarla en coche a su casa.
El camarero, Don, es en realidad un asesino y un psicópata que se dedica a llevar a mujeres a un bosque y las caza como si fueran animales, ayudado por su perro de caza. Sammi es la quinta y Don ha ido puliendo su técnica y se siente suficientemente confiado para darle una hora de ventaja. Lo que Don no sabe es que Sammi es oficial de policía y lo que Sammi no sabe es que Don le ha puesto un localizador en las zapatillas.
"¿Cómo podía haber sido tan estúpida? En el momento no había parecido una insensatez: el barman del
local en el que había estado la acercaba a casa en coche. Ya estaba casi sobria, le había parecido que
tenía el control de sí misma y ni siquiera había considerado la rapidez con que podía ser reducida al
desamparo y la indefensión."
Lamentablemente la sinopsis y el comienzo del libro desvelan demasiado sobre lo que está pasando y enseguida conocemos al asesino, de modo que aunque la historia te atrapa y vas leyendo deseando saber qué pasará al final con Sammi y si cogerán al psicópata, no tenemos ese toque de suspense y misterio de otras novelas policíacas en las que no sabemos quién es el asesino hasta el final. Parece más un artículo de sucesos que un libro policíaco. Además, y como pasa en las series de televisión, los protagonistas son siempre muy listos y el asesino es siempre muy tonto y comete errores garrafales que llevan finalmente a su detención. Todo bastante predecible.
Desafortunadamente no he conseguido conectar con la protagonista, Sammi, porque ya desde el principio me pareció muy tonta. ¿Quién discute con su novio de tres años con el que convive porque éste sugiera hacer una cuenta de banco conjunta? Me parece que el hecho de que Sammi coja una rabieta y se marche para salir de fiesta con una amiga a una ciudad a tres horas de la suya es de niñata e irresponsable. Aunque luego demuestra ser muy inteligente y fuerte para poder sobrevivir a una situación tan aterradora como su secuestro, no me ha caído en gracia.
Con quien sí me he sentido identificada es con Janine, una detective que debe trabajar y luchar más que sus colegas masculinos para demostrar que es igual de buena o mejor y que tiene el mismo derecho a estar ahí. La intensidad con la que trabaja y el compromiso que toma con la víctima me parecen encomiables.
Nuestra historia empieza en un pueblo de Queensland, con la oficial de policía Samantha Willis, que acaba de discutir con su novio y decide irse a visitar a una amiga a otro pueblo hasta que se le pase el enfado. Pero su amiga Candy es una cabra loca y enseguida se emborracha y se lía con dos tíos a la vez. Sammi, que no está por la labor, decide irse a casa a dormir la mona y aunque suele ser muy desconfiada, acepta la proposición del camarero de llevarla en coche a su casa.
El camarero, Don, es en realidad un asesino y un psicópata que se dedica a llevar a mujeres a un bosque y las caza como si fueran animales, ayudado por su perro de caza. Sammi es la quinta y Don ha ido puliendo su técnica y se siente suficientemente confiado para darle una hora de ventaja. Lo que Don no sabe es que Sammi es oficial de policía y lo que Sammi no sabe es que Don le ha puesto un localizador en las zapatillas.
Por su parte el novio, Gavin, acude enseguida a la comisaría de Sammi para dar la alarma por su desaparición y enseguida la rueda se pone en marcha y la detective Janine Postlewaite es la encargada de llevar la investigación. Janine se siente conectada con Sammi porque, aunque no la conoce, es también policía y mujer. Janine se toma el caso como algo personal y pone todos los medios a su alcance por encontrar a Janine antes de que sea demasiado tarde.
Las historias de las dos mujeres, la víctima y la detective, y los dos hombres, el novio y el asesino, se entremezclan capítulo a capítulo en una trepidante cacería.
Las historias de las dos mujeres, la víctima y la detective, y los dos hombres, el novio y el asesino, se entremezclan capítulo a capítulo en una trepidante cacería.
Lamentablemente la sinopsis y el comienzo del libro desvelan demasiado sobre lo que está pasando y enseguida conocemos al asesino, de modo que aunque la historia te atrapa y vas leyendo deseando saber qué pasará al final con Sammi y si cogerán al psicópata, no tenemos ese toque de suspense y misterio de otras novelas policíacas en las que no sabemos quién es el asesino hasta el final. Parece más un artículo de sucesos que un libro policíaco. Además, y como pasa en las series de televisión, los protagonistas son siempre muy listos y el asesino es siempre muy tonto y comete errores garrafales que llevan finalmente a su detención. Todo bastante predecible.
Desafortunadamente no he conseguido conectar con la protagonista, Sammi, porque ya desde el principio me pareció muy tonta. ¿Quién discute con su novio de tres años con el que convive porque éste sugiera hacer una cuenta de banco conjunta? Me parece que el hecho de que Sammi coja una rabieta y se marche para salir de fiesta con una amiga a una ciudad a tres horas de la suya es de niñata e irresponsable. Aunque luego demuestra ser muy inteligente y fuerte para poder sobrevivir a una situación tan aterradora como su secuestro, no me ha caído en gracia.
Con quien sí me he sentido identificada es con Janine, una detective que debe trabajar y luchar más que sus colegas masculinos para demostrar que es igual de buena o mejor y que tiene el mismo derecho a estar ahí. La intensidad con la que trabaja y el compromiso que toma con la víctima me parecen encomiables.
Andy McNally de Rookie Blue |
"Si esto es lo que ha pasado realmente, tenemos que actuar con rapidez e ir a por todas.
Este sujeto es un hijoputa. Aunque al final no tenga nada que ver con Sammi, da igual. Se merece que le
derriben la puerta a patadas todos los días de la semana"
Sin tener en cuenta esos puntos negativos, el libro me ha gustado bastante, engancha y se lee rápido; de hecho yo me lo acabé en tan sólo dos días. El ritmo es ágil y la historia evoluciona muy rápidamente y aunque sepas más o menos por dónde van a ir los tiros, resulta emocionante descubrir cómo se las ingenia cada personaje para sobrevivir.
J. M. Peace es un oficial de policía en activo y eso se nota a la hora de describir procedimientos policiales y la forma en que se desarrolla una investigación real. Sin embargo creo que le falta un poco de rodaje en la escritura de novela policíaca para darle más intriga y suspense.
Sin tener en cuenta esos puntos negativos, el libro me ha gustado bastante, engancha y se lee rápido; de hecho yo me lo acabé en tan sólo dos días. El ritmo es ágil y la historia evoluciona muy rápidamente y aunque sepas más o menos por dónde van a ir los tiros, resulta emocionante descubrir cómo se las ingenia cada personaje para sobrevivir.
J. M. Peace es un oficial de policía en activo y eso se nota a la hora de describir procedimientos policiales y la forma en que se desarrolla una investigación real. Sin embargo creo que le falta un poco de rodaje en la escritura de novela policíaca para darle más intriga y suspense.
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