Reseña: La Rubia de Hormigón (Bosch 3). Michael Connelly.

Título: La Rubia de Hormigón

Título original: The Concrete Blonde

Autor(a): Michael Connelly
Año: 1994

Género: Thriller. Detectives. Policiaco.

Puntuación: 4'5/5

SINOPSIS

Harry Bosch se enfrenta a un juicio interpuesto por la familia de Norman Church. Años atrás, estando de servicio, Bosch mató a Church, a quien creía culpable de una serie de asesinatos. Todos los indicios indicaban que tras éste se ocultaba un asesino en serie apodado "el Fabricante de Muñecas", un hombre que maquillaba como muñecas a sus víctimas, la mayoría de ellas prostitutas. La viuda de Church sigue insistiendo en la inocencia del que fuera su marido y su abogada alega tener pruebas que ofrecen una coartada a Church para uno de los asesinatos que en su día le imputaron.
El hallazgo de un nuevo cadáver con el sello de Church, pero cometido tras la muerte de éste, complica aún más las cosas para Bosch, quien tendrá que enfrentarse a la presión del juicio mientras intenta resolver un caso que pone a prueba la credibilidad del departamento de policía.

RESEÑA

Ya sabéis que uno de mis detectives favoritos es Harry Bosch (que se disputa constantemente el primer puesto con Pendergast) y es la razón por la que me sumergí ne la novela negra. En esta tercera entrega conocemos un poco mejor a Bosch y su pasado, y como siempre, la trama es absolutamente magistral.

Hace cuatro años, Bosch estaba investigando a un asesino en serie, El Fabricante de Muñecas, que mataba a prostitutas y las maquillaba después de morir. Había matado a once mujeres y había enviado notas y poemas al detective Bosch provocándole para que lo atrapara. Una noche, recibe un chivatazo de un prostituta que afirma haber escapado de la casa del asesino en serie y lleva a Bosch hasta allí. Bosch incumple las normas y entra al apartamento sin solicitar refuerzos, y dispara y mata al sospechoso, Norman Church, cuando éste acerca la mano a la almohada, pensando que iba a sacar una pistola.

El presunto asesino sólo tenía el peluquín bajo la almohada y aunque la policía encontró pruebas fiables que señalaban a Church como el asesino, su viuda interpuso una denuncia. Bosch fue sancionado y degradado de la unidad especial de robos y homicidios  del Departamento de Policía de Los Ángeles a la brigada de homicidios de la División de Hollywood. Ahora, Bosch deberá defender en el juicio que Norman Church era el asesino y que él actuó según los protocolos policiales, salvo el error de no pedir refuerzos.

"El detective Bosch se estaba haciendo el héroe y un hombre resultó muerto -dijo Chandler-. No sé si simplemente fue temerario o bien se trata de algo más siniestro, pero lo descubriremos en el juicio."

Sin embargo, antes de que empiece el juicio, se descubre una nueva nota y un cadáver que parece obra de El Fabricante de Muñecas. Pero enseguida se descarta que haya podido ser Church, puesto que ya estaba muerto cuando se cometió el asesinato. Esto complica las cosas en el juicio de Bosch ya que todo el mundo piensa que se equivocó de hombre. Bosch deberá demostrar que hay un nuevo asesino en serie, El Discípulo, que es un imitador de El Fabricante de Muñecas.

Como es habitual, Michael Connelly realiza un trabajo sublime con giros inesperados y pistas indescifrables que hacen que sospeches de todo el mundo menos del verdadero culpable. Y cuando te vas acercando al final y parece que estás a punto de descubrir al asesino, hay un nuevo cambio argumental y te quedas como al principio. Decir que engancha es quedarse corto, y me resulta imposible irme a dormir sin saber cómo termina.

"-¿Por qué haces esto, Harry? Tienes que hacer frente a tantas cosas, tratar con las personas más horribles del mundo y con las cosas que hacen. ¿Por qué sigues en esto?
Él se quedó pensando, pero sabía que en realidad no tenía una respuesta y que ella no esperaba que se la diera."

Connelly mantiene un equilibro perfecto entre el desarrollo del juicio y el trabajo policial. A mí me encanta toda la parte técnica de los juicios (John Grisham tiene la culpa de eso) pero no se hace tedioso y hay suficiente investigación para mantenerte en tensión durante todo el libro. La novela no pierde el ritmo y mantiene la intriga hasta el final.

Me ha fascinado conocer un poco más de la vida de Harry, saber por qué le habían degradado (¡por fin!) y descubrir un poco más de sus métodos poco ortodoxos para realizar sus pesquisas y acabar atrapando al asesino. Me encanta cómo funciona su mente y cómo salta de un pensamiento a otro antes de que tú hayas adivinado cuál debe ser el siguiente paso. Concienzudo, solitario, inteligente y un poco rebelde, tiene todas las cualidades del perfecto detective de policía. Sus comentarios ácidos, su ausencia de empatía y su instinto en el trabajo lo convierten en el antihéroe ideal.

"Los ciudadanos querían que su policía los protegiera, que mantuviera la plaga de la delincuencia lejos de su vista, lejos de las puertas de sus casas. Sin embargo, esos mismos ciudadanos eran los primeros en mirar con los ojos como platos y señalarles con el dedo cuando veían de cerca lo que implicaba exactamente el trabajo que les habían encargado."

En este libro es donde podemos ver a Harry con un toque más personal, más completo, más real. Próximamente más reseñas del detective Bosch.