Autor(a): Belinda Bauer
Año: 2014
Año: 2014
Género: Thriller. Intriga. Misterio.
Puntuación: 3'5/5
SINOPSIS
Ruby tiene diez años y vive en un pueblo del condado inglés de North Devon llamado Limeburn, un lugar en el bosque, hundido entre la colina y el mar y cercano a otro pueblo, Clovelly. Vive con su madre, Alison, y con su padre, John, que está en el paro.
Una serie de crímenes aterroriza la zona. Dos mujeres jóvenes han sido asesinadas. El asesino, antes de matarlas, las ha hecho que llamaran a sus padres para que estas oyeran los gritos desesperados de sus hijas. A cargo del caso está Calvin Bridge, un policía algo novato, y la inspectora jefe Kirsty King, una mujer seria y profesional. Sin embargo, algunos hombres de Clovelly, entre ellos John Trick, deciden tomarse la justicia por su cuenta y salir cada noche a las calles a la caza del culpable. Ruby acompaña a su padre en estas guardias, para poder pasar más tiempo con él mientras intentan encontrar al asesino... a no ser que este la atrape a ella primero.
¿No os pasa que a veces los libros os llaman por las portadas? Esta portada bonita, lo que se dice bonita, no es; pero ya da una pista sobre la tragedia que guarda en su interior.
En el condado de North Devon, en el pequeño pueblo costero de Limeburn, vive Ruby con sus padres Alison y John. La pequeña Ruby Trick sólo tiene 10 años pero hasta ella se da cuenta de que el matrimonio de sus padres no va bien. Su madre trabaja durante todo el día en un hotel del pueblo y su padre, que está en paro, se dedica a pescar y a perder e tiempo con su grupo de amigos apodados los Pistoleros. Ruby es una niña tímida, un poco gordita, llena de preguntas, que es acosada por sus compañeros en el autobús escolar y que sólo vive por el amor y la admiración de su padre. Ruby es muy inocente y sólo desea sentirse querida y protegida.
Cuando el condado se ve aterrorizado por los asesinatos de dos mujeres jóvenes, a las que el asesino obligó a llamar a sus madres antes de matarlas, el policía novato Calvin Bridge y la inspectora jefe Kirsty King se lanzan a la búsqueda del culpable. Sin embargo, los Pistoleros no confían en la policía y deciden tomarse la justicia por su mano, por lo que el padre de Ruby y sus amigos deciden patrullar por las noches a la caza del asesino. Ruby consigue que su padre le lleve con él en el coche durante estas salidas nocturnas, haciendo que se sienta muy especial.
Ruby me recuerda a Abigail Breslin en "Pequeña Miss Sunshine" |
Cuando el condado se ve aterrorizado por los asesinatos de dos mujeres jóvenes, a las que el asesino obligó a llamar a sus madres antes de matarlas, el policía novato Calvin Bridge y la inspectora jefe Kirsty King se lanzan a la búsqueda del culpable. Sin embargo, los Pistoleros no confían en la policía y deciden tomarse la justicia por su mano, por lo que el padre de Ruby y sus amigos deciden patrullar por las noches a la caza del asesino. Ruby consigue que su padre le lleve con él en el coche durante estas salidas nocturnas, haciendo que se sienta muy especial.
"-¿Quiere capturar a un asesino, ayudante? -Ruby soltó un gritito entusiasmada y su padre levantó un dedo para avisarla. -No se lo digas a tu madre. -Lo juro, y que me muera ahora mismo si no es verdad -dijo Ruby, que salió de la cama de un salto."
Ruby siente veneración por su padre y recela de su madre, echándole la culpa de lo que va mal en su vida (imitando a su padre): viven en una casa destartalada e inhóspita, junto al bosque sombrío y húmedo, no tiene amigos salvo sus cuatro vecinos y su madre apenas está en casa para compaginar varios trabajos para poder mantener a la familia. Ruby piensa que su vida no es nada interesante y sólo las salidas con su padre le proporcionan alegría, así que se encarga en dejar reflejada su poco interesante vida en el diario del colegio.
Belinda Bauer nos relata la cruda realidad con descripciones oscuras y frías sobre la vida diaria en un pequeño pueblo donde los personajes están angustiados y desesperados por su situación. La pequeña Ruby nos da una visión inocente (y triste) de una familia separada, una madre ausente, un padre misógino y una infancia solitaria en la que lo único que ella ha querido es sentir amor y protección. Ella quiere crecer pero su padre desea que siga siendo siempre una niña y no una mujer.
Por otro lado, tenemos la trama de los asesinatos. El asesino no las agrede sexualmente pero sí obliga a las mujeres a llamar a sus madres antes de morir, con lo que no sólo se venga de las mujeres en sí sino de las madres. A medida que avanza la historia, el lector descubre quién es el asesino mucho antes que el resto de personajes y ese factor le da una originalidad a las historias de suspense que no había visto antes. A pesar de que pueda parecer que desde ese momento se acaba la intriga, Bauer consigue que se acelere todavía más la expectación por el final de la historia, haciendo que devoremos los últimos capítulos sin pausa.
La autora es una auténtica maestra creando situaciones agobiantes en las que podemos sentir el miedo de las víctimas y la angustia de la pequeña Ruby, nos muestra una historia teñida de desesperanza constante basada en la creencia de que la vida no va a mejorar. La ambientación hostil y la carga psicológica de la novela nos mantiene en vilo, palpando la tensión y la incertidumbre durante todas las páginas del libro. Si os gustan los thrillers psicológicos, éste es vuestro libro.
Belinda Bauer nos relata la cruda realidad con descripciones oscuras y frías sobre la vida diaria en un pequeño pueblo donde los personajes están angustiados y desesperados por su situación. La pequeña Ruby nos da una visión inocente (y triste) de una familia separada, una madre ausente, un padre misógino y una infancia solitaria en la que lo único que ella ha querido es sentir amor y protección. Ella quiere crecer pero su padre desea que siga siendo siempre una niña y no una mujer.
"Pensó en todo lo bueno que le esperaba cuando creciera. Lo primero que haría sería comprar un poni para que, cuando encontrara un empleo, pudiera ir al trabajo y a las tiendas montada en él, y lo ataría fuera para poder verlo por la ventana. Y con el dinero que consiguiera haciendo… lo que fuera, se compraría galletas; así no tendría que estar buscando siempre dónde las había escondido su madre. Viviría en una casa cálida en un campo soleado, a muchos kilómetros de los árboles, en la que el moho no ennegreciera las paredes y el viento nunca soplase a través de las ventanas. Su padre debía de estar equivocado en cuanto a crecer."
Por otro lado, tenemos la trama de los asesinatos. El asesino no las agrede sexualmente pero sí obliga a las mujeres a llamar a sus madres antes de morir, con lo que no sólo se venga de las mujeres en sí sino de las madres. A medida que avanza la historia, el lector descubre quién es el asesino mucho antes que el resto de personajes y ese factor le da una originalidad a las historias de suspense que no había visto antes. A pesar de que pueda parecer que desde ese momento se acaba la intriga, Bauer consigue que se acelere todavía más la expectación por el final de la historia, haciendo que devoremos los últimos capítulos sin pausa.
La autora es una auténtica maestra creando situaciones agobiantes en las que podemos sentir el miedo de las víctimas y la angustia de la pequeña Ruby, nos muestra una historia teñida de desesperanza constante basada en la creencia de que la vida no va a mejorar. La ambientación hostil y la carga psicológica de la novela nos mantiene en vilo, palpando la tensión y la incertidumbre durante todas las páginas del libro. Si os gustan los thrillers psicológicos, éste es vuestro libro.
"Había un asesino suelto. No el aislado, torpe y accidental que habían esperado, sino uno cuyos asesinatos habían ido en aumento y cuya trayectoria podía trazarse y predecirse en una gráfica de coordenadas cartesianas. Siempre en aumento."
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