miércoles, 13 de noviembre de 2019

Reseña: Hijo Dorado (2). Pierce Brown.

Hijo dorado (Amanecer rojo , #2)Título: Hijo Dorado
Título original: Golden Son
Autor(a): Pierce Brown
Año: 2015
Género: Ciencia ficción. Distopía.

Puntuación: 3'5/5



SINOPSIS

Tras una implacable competición en el Instituto de Marte, Darrow se ha ganado un puesto de honor entre la élite gobernante. Ahora luce la cicatriz curvada de los dorados, los más crueles y brillantes de los humanos. Pero Darrow no es como ellos… Su futuro se ha construido sobre mentiras, su pasado está marcado por la tragedia. Y no perdona. No olvida.
Para hacer realidad su objetivo de destruir el sistema desde dentro, Darrow debe convertirse en el mejor de los dorados. El más fuerte. El más inteligente. El más implacable. Solo así devolverá la luz a su pueblo. Aunque su sombra se torne más oscura a cada paso.

Valor. Estrategia. Poder. Cuando alcanzas el cielo dorado, empieza la caída.


RESEÑA

Prácticamente devoré la primera parte de esta saga, y después de Amanecer Rojo tuve que ponerme inmediatamente con la continuación. Y aunque también me gustó mucho, pierde un poco de fuelle respecto al primer libro.

En el futuro, los humanos superpoblaron la Tierra y se extendieron a la Luna y de ahí al resto de planetas y lunas para terraformarlas en mundos habitables. La Sociedad se dividió en castas y cada casta tenía asignado un color, que señala su oficio y su rango en la jerarquíalos Rojos son los mineros y viven como esclavos en las profundidades de Marte pensando que su papel es primordial y supone un sacrificio para terraformar el planeta; mientras que los demás colores viven en la superficie cumpliendo cada uno con su función mientras sostienen a los Dorados en el poder. Los rosas son los cortesanos y son criados para proporcionar placer a los colores superiores, los grises son los soldados y aseguran la obediencia y el orden en la Sociedad, los amarillos estudian la medicina, los verdes desarrollan la tecnología, los cobres dirigen la burocracia... Todos tienen su papel y todos responden ante la soberana Octavia au Lune.

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Pero las mentiras siempre acaban por descubrirse. Los Hijos de Ares, un grupo rebelde formado por rojos y algunos colores inferiores, rescatan a un rojo sondeainfiernos tras la ejecución de su mujer, Darrow, y lo convierten en Dorado, con un nombre falso y una historia falsa, para que se infiltre en la élite de los áureos y ayude a destruirlos desde dentro. Darrow supera el año del Instituto con creces, donde enseñan a los Dorados a sobrevivir y a conquistar a través de unas pruebas inhumanas. Además de hacer un buen grupo de amigos, Darrow (apodado el Segador) trasciende las expectativas y se convierte en Primus de la casa de Marte, saltándose todas las reglas, conquistando a las otras once casas y conquistando el Olimpo. Así desafió al Archigobernador de Marte, Nerón au Augusto, al ganar a su heredero, Adrio (apodado el Chacal) y aliarse con su hija, la hermana gemela de Adrio, Virginia (apodada Mustang).

"Eo dijo que si me rebelaba, otros me seguirían. Pero aún no me he alzado. Aún no he hecho lo que ella me pidió. No soy un ejemplo. Soy un asesino. No tengo excusa para abandonar. Para entregarle a otros el sueño de mi esposa. Ares jamás conoció a Eo. Nunca vio la chispa que ardía en su interior. Yo sí. Antes de exhalar mi último aliento, debo construir el mundo en el que ella quería criar a nuestro hijo. Ese era su sueño. Por eso se sacrificó, para que otros no tuvieran que hacerlo. Y no permitiré que otros decidan mi destino."

Pierce Brown mantiene una ambientación increíble y nos traslada de Marte a la Luna y desde ahí, al espacio infinito. Después del primer libro, de comprender cómo funciona el sistema de gobierno, la jerarquía entre castas y las similitudes con el imperio romano; se hace mucho más llevadero y me sigue impresionando la originalidad de esta sociedad tan bien estructurada qie ha creado Pierce Brown. Me ha gustado profundizar un poco más en la historia de los orígenes de la Sociedad y sobre todo aprender sobre el misterio que son los obsidianos: cómo son el único color que se ha revelado y cómo lo perdieron todo tras la Revolución Oscura, llegando incluso a estar en riesgo de la extinción completa y finalmente convirtiéndose en otro tipo de esclavos distintos a los rojos (pero esclavos al fin y al cabo), con los Dorados mostrándose como auténticos dioses a sus ojos a pesar de haberlos masacrado.

Darrow
Mustang


Jackal
Cassius

Ragnar
Teodora

Tras el Instituto, Darrow decidió formar parte de la casa de Augusto bajo las órdenes del Archigobernador, deseando alcanzar la gloria en la Academia, donde son educados para la guerra, y así poder convertirse en pretor y tener su propio ejército para iniciar una revolución. Darrow se rodea en la Academia de los amigos que hizo en el Instituto, como Roque, inteligente y cordial de la casa de Marte; Sevro, pequeño pero letal, hijo del próctor de la casa de Marte Fitchner y líder de los Aulladores; y Tacto, malicioso y mortífero de la casa de Diana. Pero Darrow también hizo enemigos, principalmente Casio au Belona, su némesis declarada tras averiguar que Casio mató a su hermano pequeño al comenzar el Instituto. Además, la casa Belona y la casa Augusto son enemigos acérrimos y se disputan el poder y el favor de la soberana, lo que pone a Darrow en una posición todavía más incómoda. 


Sevro

Roque

Tacto

Victra
Cuando Darrow pierde en la Academia contra Karnus au Belona, el Archigobernador planea retirar su protección y subastarle, por lo que Darrow necesita nuevas alianzas y recuperar el apoyo de los Hijos de Ares. Se trasladan todos a la Ciudadela, la capital de la Luna, donde se va a celebrar una Cumbre en la que las familias dominantes de Dorados se reúnen. En la gala final, Darrow impulsa una guerra civil entre los Belona y los Augusto, al obligar a la soberana a mostrar su favoritismo sobre los Belona. La soberana se refugia tras sus tres Furias, las hijas del Señor de la Ceniza, y se apoya en los Caballeros Olímpicos, los caballeros del sistema solar destinados a proteger el Pacto de la Sociedad. Octavia nombra a Casio Caballero de la Mañana y a Fitchner Caballero de la Furia. Darrow debe pelear en una carrera interplanetaria a contrarreloj por el clan Augusto para recuperar el control de Marte y vencer a los Belona y a la soberana. Sólo así podrá iniciar la revolución que buscan los Hijos de Ares y cambiar la jerarquía de la Sociedad liberando a los Rojos de su esclavitud encubierta.

"Esto es algo que no se hace. Un dorado puede gobernar a otros dorados. Pero no manifiesta su poder sin ponerse en peligro. La soberana lleva tanto tiempo en el Trono de la Mañana que lo ha olvidado. Sus palabras no son la ley. Se han convertido en un desafío. Un desafío que yo recibo con los brazos abiertos."

Aunque he estado enganchada a la historia en todo momento, queriendo saber más y más, considero que la trama ha perdido respecto al primer libro. Sigue siendo trepidante y cuenta con un montón de giros argumentales, quizás demasiados. He perdido la cuenta de las intrigas políticas, las traiciones y los cambios de un bando a otro. Está bien que haya una o dos traiciones inesperadas, esa desconfianza entre aliados que mantiene la tensión y te hace mantenerte pegada a las páginas para descubrir el final; pero en este caso ha sido demasiado. Tantos cambios de alianzas resultaban algo repetitivos, sobre todo cuando el mismo protagonista no tenía demasiado claro nada. Darrow desea llegar a lo más alto para destruir la jerarquía y cumplir con el sueño de Eo, pero al mismo tiempo quiere ganar sólo por el hecho de ganar, no se atreve a confiar en los Dorados, pero termina contándole a algunos supuestos amigos quién es en realidad y eso le costará al final.

Harmony
Mickey

Fitchner


Lysander
Me ha gustado mucho el papel de Ragnar, el obsidiano Sucio (aunque sigo sin saber aún muy bien las diferencias que los convierten en Sucios)  y he disfrutado muchísimo con la despiadada Octavia y el famoso espadachín Lorn de Arcos, pero el resto de personajes no me han enganchado tanto como en el primer libro, salvo Sevro, que es uno de mis favoritos. Probablemente por lo que ya he comentado de las traiciones y los cambios de bando, es que parece que no hay nadie honesto y directo entre los Dorados. Por esto mismo, tampoco me ha convencido la parte romántica que intenta introducir Pierce Brown aunque de manera sutil, podría eliminarla perfectamente sin que se notase.A pesar de estos fallos en la trama, he devorado esta historia en apenas tres días. El final gana todo lo que no se ha avanzado en el resto del libro y me hace olvidar las cosas que no me gustaron. El descubrimiento de quién es Ares, la confesión de Darrow y sus orígenes a algunos de sus amigos, y un montón de escenas increíbles que te dejan sin aliento componen la cima de una carretera fluctuante. Ya estoy deseando leerme el tercer libro y espero que Pierce Brown vuelva a mantener el nivel que consiguió fascinarme en la primera parte de la saga.


Octavia au Lune

Nero au Augustus




Lorn au Arcos

Aja
En conclusión, una novela llena de intrigas políticas y traiciones entre aliados que engancha desde el principio. La lucha por el control de la Sociedad y el poder de los planetas en este complejo sistema de castas es extraordinario. Recomendable.

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