Título: El Retorno del Rey
Autor(a): JRR Tolkien
Año: 1954
Año: 1954
Género: Fantasía. Aventura.
Puntuación: 5/5
SINOPSIS
Los ejércitos del Señor Oscuro van extendiendo cada vez más su maléfica sombra por la Tierra Media. Hombres, elfos y enanos unen sus fuerzas para presentar batalla a Sauron y sus huestes. Ajenos a estos preparativos, Frodo y Sam siguen adentrándose en el país de Mordor en su heroico viaje para destruir el Anillo de Poder en las Grietas del Destino.
Los ejércitos del Señor Oscuro van extendiendo cada vez más su maléfica sombra por la Tierra Media. Hombres, elfos y enanos unen sus fuerzas para presentar batalla a Sauron y sus huestes. Ajenos a estos preparativos, Frodo y Sam siguen adentrándose en el país de Mordor en su heroico viaje para destruir el Anillo de Poder en las Grietas del Destino.
Ya sabéis que este año he decidido leerme toda la obra de Tolkien y después de El Hobbit, comencé con la larga y maravillosa obra de El Señor de los Anillos. Esta trilogía la empecé a los 11 años y, aunque en algunas partes me resultó un poco pesada y más densa que El Hobbit, pronto se convirtió en una de mis favoritas y la he releído más de 10 veces sin exagerar. Cuidado que hay algunos spoilers (imposible que no los haya).
Tras las aventuras del segundo libro, la guerra está cada vez más próxima. Gandalf se dirige con Pippin a Minas Tirith para defender a Gondor de la próxima batalla mientras que Merry se queda junto con los jinetes de Rohan y el trío de Legolas, Gimli y Aragorn, que pronto partirán también a la guerra contra los ejércitos de Sauron. Mientras tanto, Frodo ha sido capturado por los orcos tras ser abatido por Ella-Laraña y Sam debe decidir entre rescatarlo o continuar con la misión.
En el quinto libro (la primera parte de este tercer tomo), la guerra contra el Señor Oscuro ya está declarada. Los Rohirrim al mando del rey Théoden junto con parte de la Compañía del Anillo y los Ents han destruido la amenaza de Isengard. Pero uno de los palantir perdidos que se encontraba en la torre de Orthanc fue recuperado por Pippin y el Señor Oscuro lo vió. Gandalf se lleva a Pippin a lomos de Sombragrís hasta la ciudad blanca de Minas Tirith, la primera defensa contra Sauron. Allí Pippin ofrece sus servicios a Denethor, el Senescal de Gondor, y se convierte en soldado de Gondor, envuelto en ropas de negro y plata. Faramir regresa de la batalla contra los hombres del Este y los Olifantes y trae las buenas nuevas de que Frodo y Sam siguen vivos pero a la vez mañas noticias porque los ha dejado partir en dirección a Cirith Ungol. El senescal Denethor se siente frustrado con Faramir y desearía que Boromir siguiese vivo, lo que llevará a una complicada situación a Faramir y al propio Gandalf.
Merry, ahora escudero del rey Théoden de Rohan, regresa al Sagrario junto con el rey de la Marca y su mermado ejército, donde espera la doncella Éowyn. Allí cogen fuerzas y engrosan el ejército para marchar en dirección a Minas Tirith a socorrer a Gondor. El rey Théoden pretende dejar a Merry en el Sagrario al cuidado de la doncella Éowyn mientras él parte hacia la guerra junto con su ejército, dispuestos a cumplir la promesa que sus antepasados hicieran al pueblo de Gondor, sus aliados.
Pero Aragorn, Gimli y Legolas no se unirán a los Rohirrim. Avisados por los hijos de Elrond y acompañados por los montaraces del norte, Aragorn escuchará las profecías y se internará en los Senderos de los Muertos dispuesto a atajar a las huestes del Señor Oscuro y proteger el reino de Gondor, su herencia por derecho de nacimiento.
En el sexto libro (la segunda parte de este tomo), Sam abandona a Frodo en el antro de Ella-Laraña pensando que ha muerto y junto con el Anillo y el frasquito de Galadriel avanza dispuesto a cumplir la misión en nombre de su señor. Pero cuando los orcos de Lugbúrz (como llaman en la lengua de Mordor a la torre oscura Barad-dûr) capturan a Frodo, sabiendo que solamente está dormido, Sam deja de lado la prudencia y acude al rescate de Frodo. Gracias a las desavenencias entre los dos grupos de orcos, Sam consigue rescatar a Frodo, y parten dispuestos a atravesar las tierras áridas de Mordor en dirección al Monte del Destino.
Me gustaría seguir hablando de este último libro, ya que apenas he llegado a la primera parte, pero sería abusar de los spoilers y no quiero estropearos la emoción. A pesar de todas las distintas tramas que se mezclan en la trilogía, Tolkien es capaz de dar un final a todas ellas sin que haya discrepancias. Por si aún no lo sospechabais, todo acaba bien, como en la mayoría de los libros de fantasía; pero a lo largo de la lucha contra el Señor Oscuro se pierden muchas vidas y muchas cosas preciadas de la Tierra Media que ya no volverán.
Tolkien tiene esa habilidad de emocionarte, de hacerte llorar y de enternecerte con todos los personajes y criaturas de la Tierra Media, de modo que terminas por considerarlos verdaderos compañeros y amigos después de recorrer con ellos todas las aventuras. Y el final es un triste adiós a la Tierra Media tal como la imaginó Tolkien, que después se convertirá en el mundo como lo conocemos ahora mismo.
Al igual que en el segundo libro, Las Dos Torres, también esta tercera entrega se divide en dos partes fundamentales: el quinto libro, que recorre las aventuras de lo que queda de la Compañía del Anillo, centrándose en la defensa de Gondor frente al avance de las huestes de Mordor, y el sexto libro, que acompaña a Frodo y Sam en su camino al Monte del Destino y todo lo que acontece después del fin.
Las descripciones de Tolkien son una auténtica maravilla y te trasladan con sus detalles a las Montañas Blancas que atraviesan Gondor, los Senderos de los Muertos y los paisajes hasta los puertos de Pelargir, las bellas tierras de Ithilien y la increíble Ciudad Blanca de Minas Tirith. También me han encantado los mapas de la Tierra Media representan con todo detalle las rutas que recorren sus personajes y son una ayuda inestimable para no perderse en las extensas tierras que hay entre Gondor y Mordor y los lejanos reinos del sur.
Y sobre todo me ha gustado la última parte tras la guerra, el camino de vuelta a casa y volver a pasar por todos los lugares que hemos conocido a lo largo de la trilogía (aunque he echado de menos la descripción de cómo atraviesan esta vez las Montañas Nubladas, que se omite de forma silenciosa, ni Caradhras ni Moria). Se me habían olvidado muchos de los lugares de la Comarca, que se mostraban tan exquisitamente en el primer tomo y que ahora descubrimos bajo una luz oscura.
Pero aunque las exquisitas descripciones nos muestran un mundo único, sin duda los personajes constituyen la verdadera magia de su obra. Para mí el protagonista indiscutible de esta trilogía, como ya he dicho antes, es Aragorn: rey Elessar (en quenya, traducido como Piedra de Elfo) de la Casa de Telcontar (en quenya traducido como Trancos). Sólo él demuestra estar a la altura como rey para unificar el norte y el sur y para vencer a la oscuridad. Y aunque es mi favorito, la verdad es que todos los personajes que partieron de la casa de Elrond formando la Compañía del Anillo, me han enamorado desde el principio hasta el fin (Boromir no cuenta). Me ha gustado mucho conocer un poco más a los valientes hombres de Gondor, sobre todo a Faramir; pero me quedo con los Rohirrim y la hermosa Éowyn.
En esta última entrega, Tolkien mantiene su estilo descriptivo pero no pierde ritmo y mantiene una acción constante que se vuelve trepidante en las escenas de guerra y que no te deja parar hasta leer el final del quinto libro. Después recupera un estilo más tranquilo en el sexto libro pero nunca se vuelve lento ni aburrido sino que acaba dejándote con ganas de más cuando finalmente termina todo. Y no decepciona, sino que nos ofrece un poco más de aventura con el camino a casa y la última lucha en la propia Comarca, donde podemos apreciar la verdadera evolución de los hobbits. Salieron de casa como niños traviesos y regresan como auténticos guerreros.
Lo único que no me ha convencido del todo son los apéndices. El apéndice A, Anales de los reyes y los gobernantes, relata la historia de los reyes numeroneanos, de la casa de Eorl y del pueblo de Durín; mientras que el apéndice B, la Cuenta de los Años, recoge la cronología de la Segunda y la Tercera Edad. Estos dos no están mal, pero los siguientes apéndices hablan de la escritura y la ortografía, los árboles genealógicos y el calendario de la comarca; se hacen pesados y no tienen ninguna relación con la historia de El Señor de los Anillos. Creo que Tolkien debería haberlos publicados junto con otro tipo de historias ya que no son relevantes aquí. Pero a pesar de esto, El Señor de los Anillos constituye una de las mejores obras de fantasía de todos los tiempos. Aunque veáis las películas (la adaptación de Peter Jackson de esta tercera parte de la trilogía cinematográfica es espectacular), no dejéis de leer los libros. Son insuperables.
Tras las aventuras del segundo libro, la guerra está cada vez más próxima. Gandalf se dirige con Pippin a Minas Tirith para defender a Gondor de la próxima batalla mientras que Merry se queda junto con los jinetes de Rohan y el trío de Legolas, Gimli y Aragorn, que pronto partirán también a la guerra contra los ejércitos de Sauron. Mientras tanto, Frodo ha sido capturado por los orcos tras ser abatido por Ella-Laraña y Sam debe decidir entre rescatarlo o continuar con la misión.En el quinto libro (la primera parte de este tercer tomo), la guerra contra el Señor Oscuro ya está declarada. Los Rohirrim al mando del rey Théoden junto con parte de la Compañía del Anillo y los Ents han destruido la amenaza de Isengard. Pero uno de los palantir perdidos que se encontraba en la torre de Orthanc fue recuperado por Pippin y el Señor Oscuro lo vió. Gandalf se lleva a Pippin a lomos de Sombragrís hasta la ciudad blanca de Minas Tirith, la primera defensa contra Sauron. Allí Pippin ofrece sus servicios a Denethor, el Senescal de Gondor, y se convierte en soldado de Gondor, envuelto en ropas de negro y plata. Faramir regresa de la batalla contra los hombres del Este y los Olifantes y trae las buenas nuevas de que Frodo y Sam siguen vivos pero a la vez mañas noticias porque los ha dejado partir en dirección a Cirith Ungol. El senescal Denethor se siente frustrado con Faramir y desearía que Boromir siguiese vivo, lo que llevará a una complicada situación a Faramir y al propio Gandalf.
"Aunque tarde o temprano todas las cosas hayan de perecer, a Gondor no le ha llegado todavía la hora. No, aun cuando los muros sean conquistados por un enemigo implacable, que levante una montaña de carroña delante de ellos. Todavía nos quedan otras fortalezas y caminos secretos de evasión en las montañas. La esperanza y los recuerdos sobrevivirán en algún valle oculto donde la hierba siempre es verde."
Merry, ahora escudero del rey Théoden de Rohan, regresa al Sagrario junto con el rey de la Marca y su mermado ejército, donde espera la doncella Éowyn. Allí cogen fuerzas y engrosan el ejército para marchar en dirección a Minas Tirith a socorrer a Gondor. El rey Théoden pretende dejar a Merry en el Sagrario al cuidado de la doncella Éowyn mientras él parte hacia la guerra junto con su ejército, dispuestos a cumplir la promesa que sus antepasados hicieran al pueblo de Gondor, sus aliados.
Pero Aragorn, Gimli y Legolas no se unirán a los Rohirrim. Avisados por los hijos de Elrond y acompañados por los montaraces del norte, Aragorn escuchará las profecías y se internará en los Senderos de los Muertos dispuesto a atajar a las huestes del Señor Oscuro y proteger el reino de Gondor, su herencia por derecho de nacimiento.
En el sexto libro (la segunda parte de este tomo), Sam abandona a Frodo en el antro de Ella-Laraña pensando que ha muerto y junto con el Anillo y el frasquito de Galadriel avanza dispuesto a cumplir la misión en nombre de su señor. Pero cuando los orcos de Lugbúrz (como llaman en la lengua de Mordor a la torre oscura Barad-dûr) capturan a Frodo, sabiendo que solamente está dormido, Sam deja de lado la prudencia y acude al rescate de Frodo. Gracias a las desavenencias entre los dos grupos de orcos, Sam consigue rescatar a Frodo, y parten dispuestos a atravesar las tierras áridas de Mordor en dirección al Monte del Destino.
"La esperanza nunca se había extinguido por completo en el corazón animoso y optimista de Sam, y hasta entonces siempre había confiado en el retorno. Pero ahora, de pronto, veía a todas luces la amarga verdad: en el mejor de los casos las provisiones podrían alcanzar hasta el final del viaje, pero una vez cumplida la misión, no habría nada más: se encontrarían solos, sin un hogar, sin alimentos en medio de un pavoroso desierto. No había ninguna esperanza de retorno."
Tolkien tiene esa habilidad de emocionarte, de hacerte llorar y de enternecerte con todos los personajes y criaturas de la Tierra Media, de modo que terminas por considerarlos verdaderos compañeros y amigos después de recorrer con ellos todas las aventuras. Y el final es un triste adiós a la Tierra Media tal como la imaginó Tolkien, que después se convertirá en el mundo como lo conocemos ahora mismo.
Al igual que en el segundo libro, Las Dos Torres, también esta tercera entrega se divide en dos partes fundamentales: el quinto libro, que recorre las aventuras de lo que queda de la Compañía del Anillo, centrándose en la defensa de Gondor frente al avance de las huestes de Mordor, y el sexto libro, que acompaña a Frodo y Sam en su camino al Monte del Destino y todo lo que acontece después del fin.Las descripciones de Tolkien son una auténtica maravilla y te trasladan con sus detalles a las Montañas Blancas que atraviesan Gondor, los Senderos de los Muertos y los paisajes hasta los puertos de Pelargir, las bellas tierras de Ithilien y la increíble Ciudad Blanca de Minas Tirith. También me han encantado los mapas de la Tierra Media representan con todo detalle las rutas que recorren sus personajes y son una ayuda inestimable para no perderse en las extensas tierras que hay entre Gondor y Mordor y los lejanos reinos del sur.
Y sobre todo me ha gustado la última parte tras la guerra, el camino de vuelta a casa y volver a pasar por todos los lugares que hemos conocido a lo largo de la trilogía (aunque he echado de menos la descripción de cómo atraviesan esta vez las Montañas Nubladas, que se omite de forma silenciosa, ni Caradhras ni Moria). Se me habían olvidado muchos de los lugares de la Comarca, que se mostraban tan exquisitamente en el primer tomo y que ahora descubrimos bajo una luz oscura.
"Cuando sople el hálito negro
y crezca la sombra de la muerte,
y todas las luces se extingan,
¡ven athelas, ven athelas!
¡En la mano del rey
da vida al moribundo!"
y crezca la sombra de la muerte,
y todas las luces se extingan,
¡ven athelas, ven athelas!
¡En la mano del rey
da vida al moribundo!"
Pero aunque las exquisitas descripciones nos muestran un mundo único, sin duda los personajes constituyen la verdadera magia de su obra. Para mí el protagonista indiscutible de esta trilogía, como ya he dicho antes, es Aragorn: rey Elessar (en quenya, traducido como Piedra de Elfo) de la Casa de Telcontar (en quenya traducido como Trancos). Sólo él demuestra estar a la altura como rey para unificar el norte y el sur y para vencer a la oscuridad. Y aunque es mi favorito, la verdad es que todos los personajes que partieron de la casa de Elrond formando la Compañía del Anillo, me han enamorado desde el principio hasta el fin (Boromir no cuenta). Me ha gustado mucho conocer un poco más a los valientes hombres de Gondor, sobre todo a Faramir; pero me quedo con los Rohirrim y la hermosa Éowyn.En esta última entrega, Tolkien mantiene su estilo descriptivo pero no pierde ritmo y mantiene una acción constante que se vuelve trepidante en las escenas de guerra y que no te deja parar hasta leer el final del quinto libro. Después recupera un estilo más tranquilo en el sexto libro pero nunca se vuelve lento ni aburrido sino que acaba dejándote con ganas de más cuando finalmente termina todo. Y no decepciona, sino que nos ofrece un poco más de aventura con el camino a casa y la última lucha en la propia Comarca, donde podemos apreciar la verdadera evolución de los hobbits. Salieron de casa como niños traviesos y regresan como auténticos guerreros.
Lo único que no me ha convencido del todo son los apéndices. El apéndice A, Anales de los reyes y los gobernantes, relata la historia de los reyes numeroneanos, de la casa de Eorl y del pueblo de Durín; mientras que el apéndice B, la Cuenta de los Años, recoge la cronología de la Segunda y la Tercera Edad. Estos dos no están mal, pero los siguientes apéndices hablan de la escritura y la ortografía, los árboles genealógicos y el calendario de la comarca; se hacen pesados y no tienen ninguna relación con la historia de El Señor de los Anillos. Creo que Tolkien debería haberlos publicados junto con otro tipo de historias ya que no son relevantes aquí. Pero a pesar de esto, El Señor de los Anillos constituye una de las mejores obras de fantasía de todos los tiempos. Aunque veáis las películas (la adaptación de Peter Jackson de esta tercera parte de la trilogía cinematográfica es espectacular), no dejéis de leer los libros. Son insuperables.
"¡Al Mar, al Mar! Claman las gaviotas blancas.
El viento sopla y la espuma blanca vuela.
Lejos al Oeste se pone el Sol redondo.
Navío gris, navío gris ¿no escuchas la llamada,
las voces de los míos que antes que yo partieron?
Partiré, dejaré los bosques donde vi la luz;
nuestros días se acaban, nuestros años declinan.
Surcaré siempre solo las grandes aguas."
El viento sopla y la espuma blanca vuela.
Lejos al Oeste se pone el Sol redondo.
Navío gris, navío gris ¿no escuchas la llamada,
las voces de los míos que antes que yo partieron?
Partiré, dejaré los bosques donde vi la luz;
nuestros días se acaban, nuestros años declinan.
Surcaré siempre solo las grandes aguas."
En conclusión, una tercera parte que cierra la trilogía de manera perfecta y que se divide de nuevo en dos historias diferenciadas: la lucha de Gondor contra las huestes de Sauron y el camino hacia el Monte del Destino de dos hobbits para destruir el Anillo Único y salvar la Tierra Media. Una novela que te enganchará al increíble mundo de la Tierra media de Tolkien para siempre. Extraordinaria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario