Título: El Ojo del Mundo
Autor(a): Robert Jordan
Año: 1990
Año: 1990
Género: Fantasía. Aventuras.
Puntuación: 4/5
SINOPSIS
En una pequeña aldea solitaria de la región de Dos Ríos vive Rand, un joven granjero, en compañía de su padre. Una noche son asaltados por trollocs, bestias semihumanas, que hieren al padre. Rand lo traslada al pueblo más cercano para que lo curen y comprueba que los trollocs también han ocasionado graves destrozos. Una poderosa maga, Moraine, afirma que Rand y otros dos muchachos deben huir de la aldea porque son el objetivo de la persecución de los trollocs, quienes obedecen a las fuerzas del mal.
En una pequeña aldea solitaria de la región de Dos Ríos vive Rand, un joven granjero, en compañía de su padre. Una noche son asaltados por trollocs, bestias semihumanas, que hieren al padre. Rand lo traslada al pueblo más cercano para que lo curen y comprueba que los trollocs también han ocasionado graves destrozos. Una poderosa maga, Moraine, afirma que Rand y otros dos muchachos deben huir de la aldea porque son el objetivo de la persecución de los trollocs, quienes obedecen a las fuerzas del mal.
Tras leer la precuela, Nueva Primavera, decidí ponerme sin tardar con el primer volumen de la saga La Rueda del Tiempo. Inicialmente formado por dos libros separados, Desde Dos Ríos y La Llaga, posteriormente se editaron en un solo libro junto con el prefacio Cuervos en 2004 bajo el título El Ojo del Mundo. Para los que no hayáis leído nada de esta saga, hago un pequeño resumen al principio. Y cuidado con los spoilers.
En tiempos inmemoriales, el Creador formó el universo y la Rueda del Tiempo, que gobierna toda existencia. La Rueda gira moviendo las fases de la historia gracias a la influencia del Poder Único o la Luz, que fluye de la Fuente Verdadera. Esta fuente de poder está compuesta por una mitad femenina (el saidar) y una mitad masculina (el saidin). Los humanos que pueden encauzar y usar este poder se llaman "canalizadores" y se conocen como Aes Sedai o Siervos de todos.
Sin embargo el Creador tenía un oponente, el Oscuro o Shai'tan, que se escapó de su prisión en Shayon Gul y sumió la Era de Leyenda en la Guerra de la Sombra. El Oscuro, acompañado de los Myrddraal o Fados, prometió poder e inmortalidad a quienes le ayudasen, los Renegados y los Amigos Siniestros, y creó engendros de la sombra, Trollocs, mitad hombres mitad animales, para luchar en la guerra. Afortunadamente, el comandante de la luz, Lews Therin Telamón, conocido como el Dragón, reunió a cien compañeros y consiguieron volver a sellar la prisión del Oscuro pero a un gran precio: el Oscuro les infligió una maldición por la que los canalizadores masculinos que encaucen el Poder Único serán conducidos a la locura. Esto lleva a que el Dragón mate a su familia y amigos, pasando a denominarse el Verdugo de la Humanidad, y provoca lo que se conoce como el Desmembramiento del Mundo alterando la geografía del mundo.
Esto deja a las mujeres canalizadoras, las Aes Sedai, a cargo de reorganizar la sociedad, anulando el acceso masculino al poder.
En un pequeño pueblo del reino de Andor, Dos Ríos, en el Campo de Emond, tres jóvenes amigos no saben que su vida está a punto de cambiar. Tras un invierno especialmente duro y en la víspera del Bel Tine, que celebra la llegada de la primavera, Campo de Emond sufre un ataque repentino por Trollocs encabezados por un Myrddraal. Rand al'Thor consigue salvar a su padre Tam, el cual confiesa entre delirios por la fiebre que no es su verdadero padre y le hace entrega de una espada con la marca de una garza. Matrim Cauthon y Perrin Aybara también se salvan del ataque de los Trollocs pero solo gracias a la intervención de dos forasteros que se hospedaban en la posada del pueblo: Moraine, una Aes Sedai, y su Guardián, Lan.
Decididos a evitar más ataques y proteger a sus seres queridos, los tres amigos Rand, Mat y Perrin acceden a acompañar a Moraine y Lan en dirección a Tar Valon, donde la Aes Sedai les asegura que podrán ayudarles. Pero en su huida son descubiertos por su amiga Egwene al'Vere, la hija del posadero, y por el juglar Thom Merrilin, que se une a su expedición.
Mientras huyen de los Trollocs y los Myrddraal, los tres jóvenes comienzan a tener unos sueños muy vívidos en los que se encuentran con un hombre que se hace llamar a sí mismo Ba'alzemon, un sobrenombre que se le daba al Oscuro. Al llegar a la ciudad de Baerlon, se encuentran con la zahorí de Dos Ríos, Nynaeve al'Meara, dispuesta a recuperar a los jóvenes y devolverlos a sus casas. Cuando los jóvenes se niegan, decide acompañarlos en su camino a pesar de que odia a las Aes Sedai y está horrorizada cuando descubre que Egwene es capaz de canalizar el poder y que Moraine le revela que ella también puede hacerlo.
Tras abandonar Baerlon, se internan en la ciudad en ruinas de Shadar Logoth y el grupo se disuelve en su huida del mal que duerme en la ciudad, Mashadar. Rand, Mat y Thom por un lado, Perrin y Egwene por otro, y Moraine, Lan y Nynaeve por otro. Todos se dirigen hacia Caemlyn en dirección a tar Valon, encontrándose con más enemigos que amigos en el camino. Los tres jóvenes evolucionan mientras se enfrentan a los Trollocs, liderados por los Myrddraal, a los Amigos Siniestros que pretenden entregarles al Oscuro y a los Capas Blancas o Hijos de la Luz, hombres que odian a los Amigos Siniestros y a las Aes Sedai a partes iguales.
El mundo se oscurece con un invierno que no termina y con la llegada de un falso Dragón, Logain, que comienza una guerra hasta ser apresado por las Aes Sedai. Y una amenaza les llega de labios del Oscuro, cegará el Ojo del Mundo y se liberará de su prisión en Shayol Gul.
Robert Jordan comienza esta saga con una manida lucha entre el bien y el Mal, con personajes que tienen marcado su destino desde su nacimiento y con demasiadas cosas que me recuerdan al Señor de los Anillos de Tolkien. Los Myrdraal montados a caballo y los Draghkar son iguales a los Nâzgul y sus Bestias Aladas, mientras que la comitiva de ocho personas con la hechicera Aes Sedai incluida es comparable a la Comunidad del Anillo con el mago Gandalf a la cabeza. Y el viaje a Tar Valon y después a La Llaga recuerda demasiado al viaje a Mordor, plagado de peligros y de Trollocs, mitad hombres mitad animales, que se asemejan a los orcos de Tolkien.
Robert Jordan confesó haberse inspirado en la obra de Tolkien para este primer libro de La Rueda del Tiempo y aunque no llega al nivel del maestro de la fantasía, me ha gustado mucho. Como pasa en todos los libros que inician una saga de fantasía, este primer volumen es demasiado introductorio y los primeros capítulos se hacen un poco pesados hasta que entiendes como funciona el mundo y quiénes son los personajes relevantes.
A pesar de sus similitudes con Tolkien, la magia que vemos en La Rueda del Tiempo es absolutamente original y no tiene nada que ver con nada que haya leído antes. El Poder Único, que fluye de la Fuente Verdadera, es el que mueve la Rueda del Tiempo y se divide en dos, una parte masculina (ahora contaminada por la maldición del Oscuro) y una parte femenina. Además, el mundo que crea Robert Jordan avanza de manera cíclica a lo largo del tiempo, el Oscuro consigue liberarse de su prisión, se enfrenta al Dragón que combate de parte de la Luz y termina de nuevo encerrado hasta que se inicia un nuevo ciclo. Y este libro comienza cuando el Oscuro se está haciendo más fuerte y el Dragón ha renacido pero aún no ha sido encontrado. Aunque hasta entender que todo esto es así, se tarda un rato y muchos capítulos. A pesar de su densidad y longitud, el viaje y las aventuras de nuestros jóvenes amigos mantienen la tensión en todo momento y las exquisitas descripciones del autor te transportan a un mundo mágico que no te permitirá soltar el libro.
Y si el mundo que ha creado Robert Jordan es asombroso, sus personajes no se quedan atrás. A lo largo de toda la historia, los cuatro jóvenes evolucionan de manera increíble (claro que al principio eran demasiado infantiles) y pasan a ser meros granjeros a convertirse en personajes de leyenda. Todos descubren algo nuevo de sí mismos en su viaje; como ya he dicho, estaban predestinados, pero eso no les impide cambiar y reaccionar de modo distinto ante los imprevistos. Mi personaje favorito es, sin duda, Rand al'Thor: ingenuo con las mujeres, valiente cuando tiene que serlo, confiado con todo el mundo y, en definitiva, un hombre de buen corazón. Me fascina el papel de Moraine Sedai y su Guardián Lan aunque, como ya me leí la precuela, conozco mucho más de ellos de lo que se revela en este libro y me parece raro la manera en que se comportan ahora (tan adultos).
Y Amazon ya está preparando una serie de televisión basada en La Rueda del Tiempo así que estoy deseando poner cara a los actores que representarán a todos los personajes del libro. De momento espero avanzar con la saga hasta que salga la serie, ahora toca el segundo volumen, El Despertar de los Héroes.
En conclusión, una novela fantástica que sienta las bases del mundo de la Rueda del Tiempo y en la que sus personajes nos arrastrarán a una increíble aventura con toques de Tolkien por doquier. Muy recomendable.
En tiempos inmemoriales, el Creador formó el universo y la Rueda del Tiempo, que gobierna toda existencia. La Rueda gira moviendo las fases de la historia gracias a la influencia del Poder Único o la Luz, que fluye de la Fuente Verdadera. Esta fuente de poder está compuesta por una mitad femenina (el saidar) y una mitad masculina (el saidin). Los humanos que pueden encauzar y usar este poder se llaman "canalizadores" y se conocen como Aes Sedai o Siervos de todos.
Sin embargo el Creador tenía un oponente, el Oscuro o Shai'tan, que se escapó de su prisión en Shayon Gul y sumió la Era de Leyenda en la Guerra de la Sombra. El Oscuro, acompañado de los Myrddraal o Fados, prometió poder e inmortalidad a quienes le ayudasen, los Renegados y los Amigos Siniestros, y creó engendros de la sombra, Trollocs, mitad hombres mitad animales, para luchar en la guerra. Afortunadamente, el comandante de la luz, Lews Therin Telamón, conocido como el Dragón, reunió a cien compañeros y consiguieron volver a sellar la prisión del Oscuro pero a un gran precio: el Oscuro les infligió una maldición por la que los canalizadores masculinos que encaucen el Poder Único serán conducidos a la locura. Esto lleva a que el Dragón mate a su familia y amigos, pasando a denominarse el Verdugo de la Humanidad, y provoca lo que se conoce como el Desmembramiento del Mundo alterando la geografía del mundo.
Esto deja a las mujeres canalizadoras, las Aes Sedai, a cargo de reorganizar la sociedad, anulando el acceso masculino al poder.
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| El mapa de La Rueda del Tiempo |
En un pequeño pueblo del reino de Andor, Dos Ríos, en el Campo de Emond, tres jóvenes amigos no saben que su vida está a punto de cambiar. Tras un invierno especialmente duro y en la víspera del Bel Tine, que celebra la llegada de la primavera, Campo de Emond sufre un ataque repentino por Trollocs encabezados por un Myrddraal. Rand al'Thor consigue salvar a su padre Tam, el cual confiesa entre delirios por la fiebre que no es su verdadero padre y le hace entrega de una espada con la marca de una garza. Matrim Cauthon y Perrin Aybara también se salvan del ataque de los Trollocs pero solo gracias a la intervención de dos forasteros que se hospedaban en la posada del pueblo: Moraine, una Aes Sedai, y su Guardián, Lan.
Decididos a evitar más ataques y proteger a sus seres queridos, los tres amigos Rand, Mat y Perrin acceden a acompañar a Moraine y Lan en dirección a Tar Valon, donde la Aes Sedai les asegura que podrán ayudarles. Pero en su huida son descubiertos por su amiga Egwene al'Vere, la hija del posadero, y por el juglar Thom Merrilin, que se une a su expedición.
"—Recuerda la llama, muchacho, y el vacío. Era bien raro aquello que Tam le había enseñado. Concentrarse en una sola llama y arrojar a ella todas las propias pasiones —temor, odio, rabia— hasta que la mente quedara en blanco. Intégrate en el vacío, le decía Tam, y lograrás cuanto te propongas."
Tras abandonar Baerlon, se internan en la ciudad en ruinas de Shadar Logoth y el grupo se disuelve en su huida del mal que duerme en la ciudad, Mashadar. Rand, Mat y Thom por un lado, Perrin y Egwene por otro, y Moraine, Lan y Nynaeve por otro. Todos se dirigen hacia Caemlyn en dirección a tar Valon, encontrándose con más enemigos que amigos en el camino. Los tres jóvenes evolucionan mientras se enfrentan a los Trollocs, liderados por los Myrddraal, a los Amigos Siniestros que pretenden entregarles al Oscuro y a los Capas Blancas o Hijos de la Luz, hombres que odian a los Amigos Siniestros y a las Aes Sedai a partes iguales.
El mundo se oscurece con un invierno que no termina y con la llegada de un falso Dragón, Logain, que comienza una guerra hasta ser apresado por las Aes Sedai. Y una amenaza les llega de labios del Oscuro, cegará el Ojo del Mundo y se liberará de su prisión en Shayol Gul.
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| La ciudad en ruinas Shadar Logoth |
Robert Jordan comienza esta saga con una manida lucha entre el bien y el Mal, con personajes que tienen marcado su destino desde su nacimiento y con demasiadas cosas que me recuerdan al Señor de los Anillos de Tolkien. Los Myrdraal montados a caballo y los Draghkar son iguales a los Nâzgul y sus Bestias Aladas, mientras que la comitiva de ocho personas con la hechicera Aes Sedai incluida es comparable a la Comunidad del Anillo con el mago Gandalf a la cabeza. Y el viaje a Tar Valon y después a La Llaga recuerda demasiado al viaje a Mordor, plagado de peligros y de Trollocs, mitad hombres mitad animales, que se asemejan a los orcos de Tolkien.
Robert Jordan confesó haberse inspirado en la obra de Tolkien para este primer libro de La Rueda del Tiempo y aunque no llega al nivel del maestro de la fantasía, me ha gustado mucho. Como pasa en todos los libros que inician una saga de fantasía, este primer volumen es demasiado introductorio y los primeros capítulos se hacen un poco pesados hasta que entiendes como funciona el mundo y quiénes son los personajes relevantes.
"—En efecto, pero la violencia tiene un efecto negativo tanto en el agresor como en la víctima. —Perrin parecía escéptico—. Supongamos que abates un árbol con tu hacha —propuso Raen—. El hacha agrede el árbol y sale intacta de ese acto. ¿Es así como lo ves tú? La madera es blanda comparada con el acero, pero, a medida que vas cortando, el filo del acero pierde su agudeza y la savia del árbol la oxida. La poderosa hacha violenta el árbol indefenso, pero éste la deteriora. Lo mismo sucede con los hombres, si bien el daño se centra en el espíritu."
A pesar de sus similitudes con Tolkien, la magia que vemos en La Rueda del Tiempo es absolutamente original y no tiene nada que ver con nada que haya leído antes. El Poder Único, que fluye de la Fuente Verdadera, es el que mueve la Rueda del Tiempo y se divide en dos, una parte masculina (ahora contaminada por la maldición del Oscuro) y una parte femenina. Además, el mundo que crea Robert Jordan avanza de manera cíclica a lo largo del tiempo, el Oscuro consigue liberarse de su prisión, se enfrenta al Dragón que combate de parte de la Luz y termina de nuevo encerrado hasta que se inicia un nuevo ciclo. Y este libro comienza cuando el Oscuro se está haciendo más fuerte y el Dragón ha renacido pero aún no ha sido encontrado. Aunque hasta entender que todo esto es así, se tarda un rato y muchos capítulos. A pesar de su densidad y longitud, el viaje y las aventuras de nuestros jóvenes amigos mantienen la tensión en todo momento y las exquisitas descripciones del autor te transportan a un mundo mágico que no te permitirá soltar el libro.
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| Moraine Sedai |
Y si el mundo que ha creado Robert Jordan es asombroso, sus personajes no se quedan atrás. A lo largo de toda la historia, los cuatro jóvenes evolucionan de manera increíble (claro que al principio eran demasiado infantiles) y pasan a ser meros granjeros a convertirse en personajes de leyenda. Todos descubren algo nuevo de sí mismos en su viaje; como ya he dicho, estaban predestinados, pero eso no les impide cambiar y reaccionar de modo distinto ante los imprevistos. Mi personaje favorito es, sin duda, Rand al'Thor: ingenuo con las mujeres, valiente cuando tiene que serlo, confiado con todo el mundo y, en definitiva, un hombre de buen corazón. Me fascina el papel de Moraine Sedai y su Guardián Lan aunque, como ya me leí la precuela, conozco mucho más de ellos de lo que se revela en este libro y me parece raro la manera en que se comportan ahora (tan adultos).
Y Amazon ya está preparando una serie de televisión basada en La Rueda del Tiempo así que estoy deseando poner cara a los actores que representarán a todos los personajes del libro. De momento espero avanzar con la saga hasta que salga la serie, ahora toca el segundo volumen, El Despertar de los Héroes.
"La Rueda del Tiempo gira y las eras llegan y pasan y dejan tras de sí recuerdos que se convierten en leyenda. La leyenda se difumina, se deviene en mito e incluso el mito se ha olvidado mucho antes de que la era que lo vio nacer retorne de nuevo."
En conclusión, una novela fantástica que sienta las bases del mundo de la Rueda del Tiempo y en la que sus personajes nos arrastrarán a una increíble aventura con toques de Tolkien por doquier. Muy recomendable.
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