Título: La Hipótesis del Mal
Autor(a): Donato Carrisi
Año: 2013
Año: 2013
Género: Thriller. Policíaco. Psicológico.
Puntuación: 4/5
SINOPSIS
No conoces el miedo hasta que no oyes a alguien tosiendo debajo de tu cama. Mila Vasquez sabe ver donde otros no suelen prestar atención. Por eso, dentro del cuerpo de policía, escogió como destino el Limbo: la oficina de personas desaparecidas. Todo empieza con un asesinato. Un hombre mata a toda la familia de un conocido empresario, excepto a su hijo menor: Roger Valin, quien desapareció una mañana sin dejar rastro y ahora, diecisiete años después, todo parece indicar que ha regresado convertido en un asesino en masa. Pero no es el único: él es el primero de una serie de antiguos desaparecidos que están volviendo para cometer crímenes atroces. ¿Por qué están regresando? ¿Hay alguna lógica tras los asesinatos? Una historia donde nada es lo que parece y el peligro no deja de acechar en la oscuridad.
No conoces el miedo hasta que no oyes a alguien tosiendo debajo de tu cama. Mila Vasquez sabe ver donde otros no suelen prestar atención. Por eso, dentro del cuerpo de policía, escogió como destino el Limbo: la oficina de personas desaparecidas. Todo empieza con un asesinato. Un hombre mata a toda la familia de un conocido empresario, excepto a su hijo menor: Roger Valin, quien desapareció una mañana sin dejar rastro y ahora, diecisiete años después, todo parece indicar que ha regresado convertido en un asesino en masa. Pero no es el único: él es el primero de una serie de antiguos desaparecidos que están volviendo para cometer crímenes atroces. ¿Por qué están regresando? ¿Hay alguna lógica tras los asesinatos? Una historia donde nada es lo que parece y el peligro no deja de acechar en la oscuridad.
Me gustó mucho la primera novela de la agente Mila Vasquez, así que cuando terminé Lobos, me puse inmediatamente a leer esta segunda parte.
Han pasado siete años desde el caso del Apuntador, el asesino en serie subliminal que convencía a otros a que matasen por él. Mila Vasquez cambió de vida tras ese caso, se quedó embarazada y debido a su falta de empatía, decidió que su hija Alice se criase con su abuela, aunque ella intentaba ir a verla regularmente. Actualmente se encuentra trabajando en la Oficina de Personas Desaparecidas, también llamada el Limbo, pero le piden nuevamente colaboración en un caso de homicidio porque el asesino, es una de esas personas desaparecidas.
Hace veinte años, la policía federal investigó la desaparición de siete personas: un exmilitar homosexual, un repartidor, una estudiante, un profesor de ciencias jubilado, una viuda, la propietaria de una tienda de ropa para el hogar y una dependienta de unos grandes almacenes. No tenían nada en común salvo que tenían a su alcance o habían tomado somníferos. Por eso se les llamó "los insomnes" y a la persona que se creía que causó su desaparición se le nombró el Mago, el Encantador de almas o el Señor de las Buenas Noches. Poco después se detuvieron las desapariciones, el caso se cerró y nadie volvió a oír hablar del tema.
Pero ahora uno de los desaparecidos, Roger Valin, ha regresado y ha asesinado brutalmente a una familia, dejando con vida al menor de los hijos para que pudiera avisar a la policía y describirle correctamente. Posteriormente, Nadia Niverman, una mujer desaparecida hace tres años asesina salvajemente al abogado que defendió al maltratador de su marido. Por último, Eric Vincenti, antiguo policía que trabajaba con Mila en el Limbo y que desapareció hace dos años, mata a un traficante y usurero.
Mila se une a Klaus Boris y a Gurevich bajo el mando de "su Señoría" para tratar de averiguar por qué esas personas desaparecidas han regresado para matar, trabajando a partir de la hipótesis de un crimen terrorista. Gracias al consejo de su jefe, el capitán Stephanopoulos, Mila se pone en contacto con Simon Berish, antiguo policía del Programa de Protección de Testigos que se ha convertido en paria del departamento pero es un experto en interrogatorios y estuvo investigando el caso de "los insomnes".
A través de este frenético y adictivo thriller, Donato Carrisi nos presenta "la hipótesis del mal", cuando se hace el mal para llegar al bien y cuando el bien puede transformarse en mal. Esta teoría ha sido utilizada durante años por extremistas para justificar sus fines en base al mal necesario. A partir de la hipótesis del mal descubrimos a los manipuladores de conciencias que se dividen en varios tipos: los sembradores de odio que crean un ideal malvado e incitan a los demás a la violencia; los buscadores de venganza que imponen como objetivo a sus adeptos la aniquilación de un enemigo; y los predicadores, que se mimetizan en la vida de las personas creando un vínculo e imponen su voluntad a sus seguidores como si fueran dioses. Es lo que se denomina culto.
Como en la primera entrega, me ha encantado toda la información y el trabajo documental que aparece reflejado en este libro acerca de los distintos tipos de asesinos; lo encuentro fascinante. Al principio me ha resultado chocante el nombre que se le ha dado al Apuntador, ya que en el primer libro no se nombra (es posible que en la reedición haya cambiado) pero enseguida se entiende que se trataba de ese asesino subliminal que convertía a otros en asesinos para que matasen por él. Y me ha complacido ver que la serie no solo sigue a Mila Vasquez sino también a este enigmático asesino.
Muy al estilo de la primera novela, el autor nos enlaza asesinato tras asesinato a través de múltiples pistas que solo Mila Vasquez puede descifrar y que en ocasiones resulta poco creíble la manera en la que va descubriendo una tras otra. A pesar de esto, la trama es absorbente y te atrapa desde la primera página en persecución del Señor de las Buenas Noches o Kairus. De nuevo creo que no es necesario meter romance en este tipo de thrillers y que resulta demasiado sospechoso que prácticamente todos los personajes del equipo policial hayan cometido algún crimen o tengan algo que esconder. El autor te hace desconfiar de todos y de todo, pero te deja con la boca abierta una y otra vez gracias a expertos giros argumentales, como la muñeca o el vagabundo (increíble). Un ritmo vertiginoso con capítulos cortos que nos llevan hasta un final sorprendente.
En esta segunda parte conocemos un poco más a fondo a nuestra protagonista Mila Vasquez que, debido a su pasado tormentoso, presenta una peculiar ausencia de empatía que hacen que se aísle voluntariamente de todas las personas de su entorno, incluso de su hija. Para sentir algo necesita producirse dolor y su vía de escape acaba la mayoría de las veces en la autodestrucción. Su mantra: «de la oscuridad es de donde vengo, y a la oscuridad es adonde de vez en cuando debo regresar». Por esto es difícil llegar a sentirse conectada con ella y he de reconocer que no me cae demasiado bien.
De quien tengo muchas ganas de saber algo más es del enigmático Apuntador, ¿es posible que ya hubiera planeado involucrar a Mila hace veinte años? Estoy deseando saber más de él en la última parte de la trilogía.
En conclusión, una adictiva novela policíaca con ritmo vertiginoso y giros argumentales constantes que te sorprenderán en cada capítulo hasta llegar a un final impredecible. Muy recomendable.
Han pasado siete años desde el caso del Apuntador, el asesino en serie subliminal que convencía a otros a que matasen por él. Mila Vasquez cambió de vida tras ese caso, se quedó embarazada y debido a su falta de empatía, decidió que su hija Alice se criase con su abuela, aunque ella intentaba ir a verla regularmente. Actualmente se encuentra trabajando en la Oficina de Personas Desaparecidas, también llamada el Limbo, pero le piden nuevamente colaboración en un caso de homicidio porque el asesino, es una de esas personas desaparecidas.
Hace veinte años, la policía federal investigó la desaparición de siete personas: un exmilitar homosexual, un repartidor, una estudiante, un profesor de ciencias jubilado, una viuda, la propietaria de una tienda de ropa para el hogar y una dependienta de unos grandes almacenes. No tenían nada en común salvo que tenían a su alcance o habían tomado somníferos. Por eso se les llamó "los insomnes" y a la persona que se creía que causó su desaparición se le nombró el Mago, el Encantador de almas o el Señor de las Buenas Noches. Poco después se detuvieron las desapariciones, el caso se cerró y nadie volvió a oír hablar del tema.
Pero ahora uno de los desaparecidos, Roger Valin, ha regresado y ha asesinado brutalmente a una familia, dejando con vida al menor de los hijos para que pudiera avisar a la policía y describirle correctamente. Posteriormente, Nadia Niverman, una mujer desaparecida hace tres años asesina salvajemente al abogado que defendió al maltratador de su marido. Por último, Eric Vincenti, antiguo policía que trabajaba con Mila en el Limbo y que desapareció hace dos años, mata a un traficante y usurero.
Mila se une a Klaus Boris y a Gurevich bajo el mando de "su Señoría" para tratar de averiguar por qué esas personas desaparecidas han regresado para matar, trabajando a partir de la hipótesis de un crimen terrorista. Gracias al consejo de su jefe, el capitán Stephanopoulos, Mila se pone en contacto con Simon Berish, antiguo policía del Programa de Protección de Testigos que se ha convertido en paria del departamento pero es un experto en interrogatorios y estuvo investigando el caso de "los insomnes".
"—¿Por qué una agente capacitada como tú, que fue capaz de resolver el caso del Apuntador, decidió quedarse en el Limbo? Mila se quedó pensando, aunque ya conocía la respuesta. —Así no tengo que perseguir a los culpables. Yo busco a las víctimas. —Es un sofisma, pero es sensato. Entonces podrás explicarme por qué lo llaman Limbo: siempre me he preguntado de dónde viene ese nombre. —Tal vez sea a causa de las fotos que hay en las paredes de la sala de los pasos perdidos. Esas personas están como colgando de un hilo… Vivos que no saben que están vivos. Y muertos que no pueden morir."
Como en la primera entrega, me ha encantado toda la información y el trabajo documental que aparece reflejado en este libro acerca de los distintos tipos de asesinos; lo encuentro fascinante. Al principio me ha resultado chocante el nombre que se le ha dado al Apuntador, ya que en el primer libro no se nombra (es posible que en la reedición haya cambiado) pero enseguida se entiende que se trataba de ese asesino subliminal que convertía a otros en asesinos para que matasen por él. Y me ha complacido ver que la serie no solo sigue a Mila Vasquez sino también a este enigmático asesino.
"—Nosotros los llamamos los durmientes.
Se trata de hombres, mujeres y niños desconocidos de cuya muerte todavía no se había hallado a un culpable. Llevaban años esperando a que alguien se presentara para librarlos de la maldición de parecerse a los vivos. Y, como en un cuento macabro, para que eso ocurriera era suficiente con pronunciar una palabra secreta.
Su nombre."
Se trata de hombres, mujeres y niños desconocidos de cuya muerte todavía no se había hallado a un culpable. Llevaban años esperando a que alguien se presentara para librarlos de la maldición de parecerse a los vivos. Y, como en un cuento macabro, para que eso ocurriera era suficiente con pronunciar una palabra secreta.
Su nombre."
Muy al estilo de la primera novela, el autor nos enlaza asesinato tras asesinato a través de múltiples pistas que solo Mila Vasquez puede descifrar y que en ocasiones resulta poco creíble la manera en la que va descubriendo una tras otra. A pesar de esto, la trama es absorbente y te atrapa desde la primera página en persecución del Señor de las Buenas Noches o Kairus. De nuevo creo que no es necesario meter romance en este tipo de thrillers y que resulta demasiado sospechoso que prácticamente todos los personajes del equipo policial hayan cometido algún crimen o tengan algo que esconder. El autor te hace desconfiar de todos y de todo, pero te deja con la boca abierta una y otra vez gracias a expertos giros argumentales, como la muñeca o el vagabundo (increíble). Un ritmo vertiginoso con capítulos cortos que nos llevan hasta un final sorprendente.
En esta segunda parte conocemos un poco más a fondo a nuestra protagonista Mila Vasquez que, debido a su pasado tormentoso, presenta una peculiar ausencia de empatía que hacen que se aísle voluntariamente de todas las personas de su entorno, incluso de su hija. Para sentir algo necesita producirse dolor y su vía de escape acaba la mayoría de las veces en la autodestrucción. Su mantra: «de la oscuridad es de donde vengo, y a la oscuridad es adonde de vez en cuando debo regresar». Por esto es difícil llegar a sentirse conectada con ella y he de reconocer que no me cae demasiado bien.
De quien tengo muchas ganas de saber algo más es del enigmático Apuntador, ¿es posible que ya hubiera planeado involucrar a Mila hace veinte años? Estoy deseando saber más de él en la última parte de la trilogía.
"—El bien y el mal a veces son el resultado de una convención, pero sobre todo no existen de manera absoluta. La hipótesis del mal, de hecho, dice: «El bien de algunos coincide siempre con el mal de otros, pero es válido también lo contrario». —Es algo parecido a afirmar que haciendo el mal también se puede hacer el bien, y que para hacer el bien a veces es necesario hacer el mal."
En conclusión, una adictiva novela policíaca con ritmo vertiginoso y giros argumentales constantes que te sorprenderán en cada capítulo hasta llegar a un final impredecible. Muy recomendable.
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