lunes, 13 de julio de 2020

Reseña: La Boda de Rachel Chu. (2). Kevin Kwan.

La boda de Rachel Chu (Locos, ricos y asiáticos, #2)Título: La boda de Rachel Chu
Título original: China Rich Girlfriend
Autor(a): Kevin Kwan
Año: 2015
Género: Ficción. Comedia. Chick-lit.

Puntuación: 4/5



SINOPSIS

La víspera de su boda con Nicholas Young, heredero de una de las grandes fortunas asiáticas, Rachel debería sentirse feliz. Tiene un diamante sin igual, un vestido de novia de ensueño y un novio que está dispuesto a ignorar a sus entrometidos familiares y a renunciar a su fortuna con tal de casarse con ella. Sin embargo, a Rachel le entristece la ausencia de su padre biológico, al que nunca conoció. Cuando un fortuito accidente le revela su identidad, Rachel se ve inmersa de repente en el fastuoso esplendor de la alta sociedad de Shanghái. En ese mundo de lujo desmedido conocerá a Carlton, un chico malocon tendencia a estrellar Ferraris; a Colette, una celebrity de las redes sociales perseguida por enfervorecidos paparazzi, y al hombre al que Rachel ha estado esperando toda su vida: su padre.



RESEÑA

Me divertí muchísimo cuando leí Locos, Ricos y Asiáticos; y al descubrir que en realidad pertenecía a una trilogía no pude resistirme a empezar la segunda parte. Esta enloquecida comedia está llena de trepas sociales, multimillonarios extravagantes, mensajes secretos, escándalos del mundo del arte y el misterioso padre de Rachel Chu. Cuidado con los spoilers si no habéis leído el primer libro.

La familia Young-Leong-Cheng es una de las más ricas e influyentes de Asia y a la cabeza está la anciana Shang Su Yi, que heredó toda la fortuna familiar y vive en un palacio escondido, Tyersall Park, en el jardín botánico de Singapur. Su hijo, Philip, continuador del apellido Young, se casó con Eleanor Sung y su único hijo, Nick, era hasta ahora el nieto favorito y futuro heredero de Su Yi. De sus cuatro hijas, una se casó con el célebre cardiólogo Malcolm Cheng y otra se casó con el acaudalado empresario Harry Leong. De los hijos de la familia Cheng, Eddie es un pez gordo de la banca que sólo se preocupa por las apariencias y el estatus de su mujer y sus tres hijos; y Alistair es un productor de cine que antes salía con la actriz de telenovela Kitty Pong, hasta que ésta le abandonó y se casó con Bernard Tai, hijo del magnate fallecido Dato' Tai Toh Lui. De los hijos de la familia Leong, Astrid es la prima favorita de Nick y una de las mujeres más bellas del mundo, y vive en Singapur con su hijo Cassian y su marido Michael, que ha construido una gran empresa partiendo de cero. Por otro lado, de la familia Shang-T'sien con la que también están emparentados, destaca el primo segundo de Nick, Oliver T'sien, experto en arte y antigüedades en Christie's y conocedor de todos los rumores de esta compleja familia.

Imagen relacionada

Hace tres años, la familia se tambaleó tras un verano en Singapur en el que se celebraba la boda del mejor amigo de Nick, Colin Khoo, y heredero de una de las mayores fortunas del mundo, con la supermodelo Araminta Lee, heredera de una cadena de hoteles de lujo. Nick llevó a su novia Rachel Chu, una humilde joven de procedencia china, a conocer a su familia y todo acabó en desastre cuando la familia de Nick, especialmente su madre Eleanor y su abuela Su Yi, se mostraron en contra de que saliera con alguien de tan bajo nivel social. La madre de Rachel huyó de China continental con su hija cuando era un bebé, pensando que su padre había muerto y sólo gracias a los planes maquiavélicos de Eleanor descubre que aún sigue vivo y decide buscarlo, aunque sin éxito. Tres asños después Nick sigue sin hablar con su madre, a la que ni siquiera invita a su boda con Rachel en California, y se ha alejado de su familia, lo que puede costarle la herencia de su abuela Su Yi. Sin embargo, Eleanor se presenta en la boda y revela la identidad del desaparecido padre de Rachel, a quien ha encontrado tras mucho investigar y escarbar en el pasado de la adinerada y reservada familia Gaoliang.

"Eleanor se inclinó hacia delante y bajó la voz. - Aiyah, estas personas no son ricos corrientes con unos cuantos millones. ¡Son ricos de China! Estamos hablando de miles y miles de millones. Y encima, solo tienen un hijo…, y ahora una hija."

Rachel y Nick se trasladan a Shangái para su luna de miel con la intención de conocer más a fondo a la familia de Rachel. El padre Bao Gaoliang, es uno de los políticos más importantes de Pekín y heredero de una de las mayores empresas farmacéuticas de China, y está deseando conocer más a Rachel. Pero su mujer, Bao Shaoyen teme que la aparición de Rachel trastoque la posición social y el prestigio de la familia, que ya se encuentra dañada desde el accidente de coche que tuvo su atolondrado hijo Carlton en Londres. Carlton intenta conocer a Rachel para molestar a su madre y la arrastra a un sinfín de eventos sociales acompañado de su "amiga" Colette Bing, un icono de la moda y rica heredera que es acosada constantemente por paparazzis y fans.
Mientras tanto, Astrid viaja por el mundo adquiriendo obras de arte para el museo de Singapur y retoma la amistad con su antiguo prometido Charles Wu, que sigue secretamente enamorado de ella, en medio de una crisis con su marido Michael.


Como después de leerme el primer libro, vi la película (muy lograda por cierto) no me acordaba bien de cómo había acabado la primera parte. Sobre todo me descolocó la parte de Astrid Leong y su marido Michael, ya que estaba convencida que se habían separado al final del primer libro. También me costó un poco volver a introducirme en el loco mundo de los ricos asiáticos y sus lazos familiares con un árbol genealógico de lo más complejo. Al igual que en el libro anterior, la multitud de personajes con nombres asiáticos (que me suenan todos parecidos) hace que resulte un poco difícil establecer quién está emparentado con quién, a qué se dedica cada uno y en qué parte del mundo vive cada rama de la familia. Y esta vez tenemos también personajes nuevos que hacen que todo sea muy confuso. Pero Kevin Kwan hace un magnífico trabajo al resaltar a los personajes más importantes y su forma de narrar hace que no tenga mucha importancia recordar todos esos nombres, sino que te dejas llevar por la historia, sonriendo cada dos por tres por la opulencia y las excentricidades de esos locos ricos asiáticos.

"No obstante, ¿no es todo relativo? Para alguien que viva en una cabaña de adobe en algún lugar, ¿no es escandaloso que pagaras doscientos dólares por esos vaqueros de Rag & Bone que llevas puestos? La mujer que se compre ese vestido de alta costura podría aducir que hizo falta un equipo de doce costureras durante tres meses para crear esa prenda, y todas ellas están contribuyendo a mantener a sus familias haciendo ese trabajo. [...] Todos decidimos gastar nuestro dinero de distintas formas, pero al menos contamos con esa posibilidad."

Y aunque los personajes son la auténtica magia de esta historia, la detallada ambientación y la cultura más tradicional del Sudeste Asiático no se queda atrás. Me encanta que Kevin Kwan destaque la importancia de la familia para los asiáticos y, aunque de primeras pensemos que es un mundo algo machista, en realidad las mujeres son las que manejan los hilos por detrás de sus maridos, estableciendo jerarquía en un gran matriarcado con la abuela de Nicholas Young a la cabeza. 
Además, a lo largo de los diálogos de los personajes, se dejan caer palabras en alguno de los dialectos chinos (mandarín, cantonés y hokkien) como "ah ma" (abuela), "lah" o "alamak" (argot de Singapur para dar enfásis), lo que sirve para dar más autenticidad a la historia y me ha hecho recordar el primer libro con mucho cariño.

Imagen relacionadaLa descripción de los personajes que hace Kevin Kwan es magnífica, irónica pero no despiadada, y les infunde una vitalidad tal que te sientes rodeado por todos ellos. No puedo decir que me haya sentido identificada con ellos, porque el lujo y el despilfarro que ostentan está lejos de mi alcance, pero en el fondo son personajes frescos y reales con inseguridades y miedos comunes a cualquier persona. Me ha gustado especialmente la figura de la asesora de nuevos ricos Corinna Ko-Tung y su forma de explicar sin pelos en la lengua por qué sus clientes ese comportaban como estúpidos antes de contratarla. El capítulo en el que enumera todos los atributos de Kitty Pong y cómo hay que cambiarlos fue uno de mis favoritos. Pero he echado un poco de menos que la historia no se centrara más en Rachel y Nick y la relación con su madre y su abuela (creo que el próximo libro hablará más de eso).

Kevin Kwan entrelaza de manera perfecta las historias de todos los miembros de la familia, añadiendo secretos y algunos giros argumentales a lo largo de la trama atrapándote desde la primera página. Con un ritmo rápido y un estilo satírico, muestra con detalle y naturalidad hasta donde llegan las extravagancias de estos locos ricos asiáticos, a los que el dinero les sobra y les falta confianza, sintiéndose en todo momento juzgados por su selecta y elitista sociedad. La lengua viperina del autor me ha hecho disfrutar en todo momento y me ha encantado que al final todas las subtramas alcancen un punto en común y se resuelvan juntas. Estoy deseando poder leer el tercer libro, Rich People Problems (que aún no está publicado en español), y que realicen adaptación cinematográfica de los otros dos libros (iban a rodar en 2020, pero probablemente el Coronavirus haya cambiado esos planes).

"Antes de su cirugía, su cintura de avispa solo servía para alimentar los rumores de experiencias cinematográficas que no aparecen en su currículum, pero ahora tiene la forma corporal que se considera ideal entre las mujeres cuya amistad pretende cultivar: delicadamente demacrada, con apenas un atisbo de un desorden alimenticio bien controlado. Por favor, no pierda más peso."

En conclusión, una segunda parte ágil y adictiva sobre la vida de los más ricos entre los ricos asiáticos, repleta de rígidas tradiciones, lujos absurdamente caros y preocupaciones sobre el linaje y la fortuna familiar. Divertida y fascinante desde la primera página.

No hay comentarios:

Publicar un comentario