miércoles, 3 de marzo de 2021

Reseña: Rey Blanco (3). Juan Gómez-Jurado.

Título: Rey Blanco

Título original: Rey Blanco
Autor(a): Juan Gómez-Jurado
Año: 2020
Género: Thriller. Policíaco.

Puntuación: 5/5



SINOPSIS

Espero que no te hayas olvidado de mí. ¿Jugamos?

Cuando Antonia Scott recibe este mensaje, sabe muy bien quién se lo envía. También sabe que ese juego es casi imposible de ganar. Pero a Antonia no le gusta perder. Después de todo este tiempo huyendo, la realidad ha acabado alcanzándola. Antonia es cinturón negro en mentirse a sí misma, pero ahora tiene claro que si pierde esta batalla, las habrá perdido todas.
-La reina es la figura más poderosa del tablero -dice el Rey Blanco-. Pero por poderosa que sea una pieza de ajedrez, nunca debe olvidar que hay una mano que la mueve.
-Eso ya lo veremos-, responde Antonia.

El final es solo el principio.


RESEÑA

Después de disfrutar muchísimo con el primer libro, Reina Roja y del trepidante final de la segunda entrega, Loba Negra, tuve que ponerme inmediatamente con el último libro. Ha sido un cierre magistral a la trilogía y espero no destripar ningún dato importante.

Tras los acontecimientos sucedidos en la novela anterior, Antonia Scott es testigo de cómo la presunta fallecida Sandra Fajardo secuestra a Jon Gutiérrez, bajo las órdenes del enigmático señor White. En Europa, alguien está acabando con las Reinas Rojas y sus escuderos, parte de las unidades especiales de investigación ultrasecretas existentes en cada país de la Unión Europea que trabajan en la sombra en casos de muy alto nivel minimizando la falta de coordinación entre los diferentes cuerpos policiales. Y ahora le ha tocado el turno a España.

Tras poner a salvo a sus seres queridos, lo que queda del equipo Reina Roja español, Antonia Scott, Mentor y la doctora Aguado se ponen en marcha de inmediato para recuperar a Jon. Pero no es necesario porque, tras una reunión con el señor White, éste les devuelve a un maltrecho Jon con una cuenta atrás literalmente encajada en su cuello y una misión: resolver tres asesinatos en tiempo récord. Con breves mensajes enviados al teléfono de Antonia, el señor White les proporciona una dirección en Madrid y un plazo de tiempo. Y Jon y Antonia no tendrán otro remedio que lanzarse a esta carrera a contrarreloj si quieren tener alguna oportunidad de detener al señor White y a Sandra Fajardo y no morir en el intento. Pero parece que siempre van un paso por detrás.

"Después de todo este tiempo huyendo de lo que es, de lo que puede hacer, la realidad ha acabado alcanzándola. Antonia es cinturón negro en mentirse a sí misma, pero incluso ella es capaz de reconocer que desea tanto como teme cruzar la puerta y entrar de nuevo en esa habitación. Aunque no sea una buena idea."

Gómez-Jurado vuelve a crear un magnífico thriller que he devorado en un solo día. Esta vez la ambientación vuelve a centrarse en la ciudad de Madrid con los personajes corriendo de un escenario a otro al estilo Jason Bourne o Robert Langdon, con una cuenta atrás que varias veces termina al límite. Y aunque también se echa en falta un poco de investigación policial clásica, esta novela es muy cinematográfica y en ocasiones se me olvida que la trama se desarrolla en España porque podríamos estar en cualquier novela emplazada en Estados Unidos, gracias a las escenas de acción demoledoras más típicas de las grandes películas policíacas.


Además de una trama sólida y estimulante, son los personajes principales los que dan vida a esta novela. Me he vuelto a enamorar de Antonia y me ha fascinado la forma que tiene de vencer la adicción a las pastillas rojas y ejercer el autocontrol para salvar las vidas de sus seres queridos, demostrando una vez más una pavorosa inteligencia muy superior a la de cualquier mortal (excepto quizás Sandra Fajardo). Jon ha conseguido hacerme sonreír de nuevo, a pesar de la situación tan comprometida en la que se encuentra, con sus reflexiones y su relación amor-odio con Antonia, arrancando lágrimas y risas a partes iguales. Pero la mejor parte ha sido conocer más a fondo a los villanos de esta historia, especialmente a Sandra Fajardo, que claramente está desequilibrada y carece de empatía pero que también es tremendamente lista y que calcula todos sus pasos en dirección a la venganza. Me ha faltado un poco de introspección en el personaje del señor White, al que no llegamos a entender y del que hubiera estado genial aprender sus motivaciones, más allá de lo de siempre (dinero y poder).

La historia atrapa al lector desde el inicio y sigue el mismo patrón que las novelas previas, con un ritmo ágil y trepidante, estilo desenfadado, capítulos cortos y sin abusar de las descripciones. El autor no pierde los recursos que le han servido en las novelas previas, como el uso de la reiteración como muestra de humor ("no es que Jon esté gordo") y la aparición de numerosos flashbacks intercalados entre capítulos que ayudan a que el lector tenga todas las piezas del puzzle y dan consistencia a la trama. Me ha gustado mucho que a través de esos viajes al pasado conozcamos más acerca del proyecto Reina Roja y de cómo se creó aunque he sentido que había muchos párrafos literalmente copiados del primer libro Reina Roja (también es cierto que yo me he leído la trilogía en menos de 1 mes y para cualquiera que se haya leído los libros según iban saliendo esto no haya sido tan evidente).

El autor consigue resolver todas las incógnitas del primer libro de forma maestra aunque con un poquito demasiada suerte y con casualidades poco creíbles. De todos modos mantiene la tensión y la intriga desde la primera página, con un ritmo mucho más vertiginoso que en las entregas previas. Al parecer el autor también encaja algunas piezas con sus otros libros El paciente y Cicatriz. En esto tendré que fiarme de los otros lectores, porque aún no he leído sus otros libros, pero es algo que tendré que remediar pronto. Ojalá Antonia y Jon regresen algún día.

"Porque hay territorios del alma que no pueden ser compartidos, por mucho que quieras y confíes en la otra persona."

En conclusión, un digno final de trilogía que engancha desde la primera página y resuelve todas las dudas planteadas en el primer libro. Si no lo habéis hecho ya, os recomiendo que comencéis esta trilogía desde el principio y que disfrutéis de la pluma de Gómez-Jurado tanto como lo he hecho yo.

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