lunes, 10 de mayo de 2021

Reseña: Una Educación. Tara Westover.

Título: Una Educación

Título original: Educated
Autor(a): Tara Westover
Año: 2018
Género: Biografía. Religión. Drama.

Puntuación: 4'5/5



SINOPSIS

Nacida en las montañas de Idaho, Tara Westover ha crecido en armonía con una naturaleza grandiosa y doblegada a las leyes que establece su padre, un mormón fundamentalista convencido de que el final del mundo es inminente. Ni Tara ni sus hermanos van a la escuela o acuden al médico cuando enferman. Todos trabajan con el padre, y su madre es curandera y única partera de la zona.
Tara tiene un talento: el canto, y una obsesión: saber. Pone por primera vez los pies en un aula a los diecisiete años: no sabe que ha habido dos guerras mundiales, pero tampoco la fecha exacta de su nacimiento (no tiene documentos). Pronto descubre que la educación es la única vía para huir de su hogar. A pesar de empezar de cero, reúne las fuerzas necesarias para preparar el examen de ingreso a la universidad, cruzar el océano y graduarse en Cambridge, aunque para ello deba romper los lazos con su familia.


RESEÑA

Siempre he sentido mucha curiosidad por la religión y la cultura mormona, investigando un poco cuando descubrí la cuenta de Naomi Davis (madre neoyorquina de cinco hijos) y vimos el musical The Book of Mormon en Londres (que es maravilloso y divertidísimo y nos encantó). Para quienes no sepáis nada del mormonismo, es un movimiento religioso conformado por un grupo de iglesias cristianas, denominado el Movimiento de los Santos de los Últimos Días, originado por la fundación de la llamada Iglesia de Cristo por el estadounidense Joseph Smith en 1830. Sigue muchos de los preceptos del cristianismo pero se centran de forma más intensa en la familia.

Hasta los 16 años, la menor de los ocho hermanos Westover no había ido nunca a la escuela ni había recibido nunca educación en casa y apenas tenía contacto con personas que no vivieran cerca de la granja de su familia, a la sombra de la montaña Buck's Peak en la región más rural de Idaho. En pleno siglo XX, Tara Westover, hija de un mormón fanático y de una partera sumisa, había crecido en su casa sin teléfono ni libros y sólo le enseñaron a leer para poder seguir el Libro del Mormón. Su padre era adepto de la rama más rígida y fundamentalista del Movimiento de los Santos de los Últimos Días, además de seguidor del "sobrevivencialismo". Pensaba que los Días de la Abominación llegarían con la entrada del siglo XXI por lo que hacía acopio de conservas y de armas de fuego e inculcaba en su familia un temor delirante hacia el gobierno, asegurando que querían controlar a toda la población y que lavaban el cerebro a los niños que acudían a las escuelas. Por eso, los hijos Westover no fueron nunca al colegio ni iban al hospital y los más pequeños ni siquiera tenían certificado de nacimiento.

Los Ángeles. 1980.

Su madre, obligada por el padre, además de trabajar como partera, fabricaba aceites esenciales para curar todo tipo de enfermedades y era incapaz de desafiar al patriarca para defender a sus hijos. Su padre poseía un desguace en el que trabajaban todos seleccionando chatarra sin ninguna medida de seguridad poniendo en riesgo su propia vida y la de todos sus hijos, ya que todo lo que sucedía era "por la voluntad de Dios". Es a los 16 años cuando Tara decide estudiar animada por uno de sus hermanos, viéndolo como una oportunidad: no para aprender ni por el placer de obtener conocimiento, sino para poder escapar de su padre y de sus falsas creencias, que casi la llevan a la muerte en más de una ocasión.
 
"«Es extraño que des a tus seres queridos tanto poder sobre ti», había escrito en mi diario. No obstante, Shawn tenía más poder sobre mí del que era capaz de imaginar. Me había proporcionado una definición de mí misma, y no existe un poder mayor que ese."
 
Pero su camino para educarse no sería fácil. Sabía leer pero no tenía ni idea de gramática, historia o matemáticas. Gracias a la ayuda de su hermano Tyler, quien se había ido antes de casa para estudiar en la universidad y era el único que la apoyaba en su casa, Tara comenzó a leer, descifrar y aprender para poder aprobar el examen de acceso a pesar de la férrea oposición de su padre. Finalmente consigue entrar en una universidad mormona de Utah y de ahí va a Cambridge y después a Harvard, cultivando no solo la mente sino también las relaciones sociales con el resto de alumnos. Debe aprender a comportarse como una joven "normal" de su edad: a perder el miedo a hablar de su casa y de su familia, a ducharse todos los días y a tomarse un analgésico cuando tenía dolor de cabeza. Pero sobre todo, y lo más difícil, aprender a confiar en las personas y cortar lazos con sus padres y su pasado para convertirse en una mujer con educación.

Montañas de Idaho, EEUU.

Una educación no es un libro feliz ni fácil, y a pesar de ello es una lectura fascinante e impactante, que perturba y emociona al mismo tiempo. Me esperaba un relato centrado en la parte más blanda de la cultura mormona y me he sorprendido mucho con esta familia tan excéntrica y radical, tan alejada de la realidad incluso para el resto de mormones. Tara Westover reconstruye, a través de los apuntes de su diario y los recuerdos de ella y sus conocidos, los días de drama e incertidumbre que vivió durante su infancia y adolescencia. Me ha parecido increíble que, a pesar de haberse alejado de su familia y haber recibido una educación en algunas de las mejores universidades, a Tara le costara tanto ver la verdad de todo lo que vivió incluso después de tantos años.

"Suspendida entre el miedo del pasado y el miedo al futuro, anoté el sueño en mi diario. Acto seguido, sin ninguna explicación, como si fuera evidente que ambos hechos estaban relacionados, escribí: «No entiendo por qué de niña no me permitieron recibir una buena educación»."

Los personajes descritos a lo largo de la novela son tan excéntricos que a menudo surge la duda de que sean reales, especialmente el padre de Tara y su hermano Shawn, con el que Tara mantiene una relación terrorífica debido al afán de Shawn de dominar a las mujeres y su incapacidad para controlar su ira y sus impulsos violentos. Me ha gustado ver cómo Tara muestra el trastorno mental de su padre, antes siquiera de poder ponerle nombre: una esquizofrenia paranoide que asusta desde el otro lado de las páginas. También me ha turbado mucho que su madre, esa persona que debía protegerla y defenderla con su vida, pasa de ignorar su dolor y su pena a engañarla dándole la razón primero para después traicionarla ante su padre y Shawn.

Tara Westover
Tara ha sido capaz de transmitir todo el horror y el miedo que sufrió durante su infancia, así como su ignorancia y su inexperiencia en todo momento. Gracias a un estilo directo y sencillo, consigue engancharte desde las primeras páginas, aunque en ocasiones quieras cerrar el libro y dejar de leer sobre las barbaridades y las torturas que padeció. Es admirable la valentía que ha debido reunir para enfrentarse a sí misma y a sus recuerdos sin perder la cabeza por el camino para relatar esta historia tan desgarradora y sincera. Y es impresionante el proceso de crecimiento y evolución que transforma su yo adolescente hasta su yo adulto.
Es un libro muy duro, que implica un tremendo esfuerzo mental, que impacta y que en ocasiones crea una sensación de impotencia y enojo difícil de soportar. Pero a pesar de todo esto me encantó, aunque es sobrecogedor pensar que todo lo narrado sucedió de verdad.

"Las decisiones que tomé a partir de entonces no fueron las que ella habría tomado. Fueron las de una persona cambiada, las de un ser nuevo. El desarrollo de un nuevo yo. Podéis llamarlo transformación. Metamorfosis. Falsedad. Traición.
Yo lo llamo una educación."

En conclusión, una dramática novela autobiográfica que abre los ojos a las tradiciones y los secretos familiares en un clan mormón extremista en la América profunda. Turbadora y emotiva al mismo tiempo. Muy recomendable.

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