miércoles, 19 de septiembre de 2018

Reseña: El Señor de los Anillos (1). La Comunidad del Anillo. J.R.R. Tolkien.

La comunidad del anilloTítulo: La Comunidad del Anillo
Título original: The Fellowship of the Ring
Autor(a): J.R.R. Tokien
Año: 1954
Género: Fantasía. Juvenil. Aventuras

Puntuación: 5/5



SINOPSIS

En la adormecida e idílica Comarca, un joven hobbit recibe un encargo: custodiar el Anillo Único y emprender el viaje para su destrucción en la Grieta del Destino. Acompañado por magos, hombres, elfos y enanos, atravesará la Tierra Media y se internará en las sombras de Mordor, perseguido siempre por las huestes de Sauron, el Señor Oscuro, dispuesto a recuperar su creación para establecer el dominio definitivo del Mal.

RESEÑA

Para los que aún no lo sepáis, me considero una auténtica adicta a la obra de Tolkien. El Hobbit fue el primer libro de Tolkien que leí cuando era pequeña y el que me abrió las puertas a las novelas de fantasía que se han convertido en uno de mis géneros favoritos. Poco después devoré los tres volúmenes de El Señor de los Anillos y los he releído en muchas ocasiones (más de veinte sin miedo a exagerar). Hasta ahora no los había reseñado en el blog y es una carencia que pienso subsanar, ya que todo el mundo debería conocer una de las mejores trilogías de todos los tiempos.
Recomendación: lee El Hobbit primero.

Bilbo Baggins es un hobbit que corrió muchas aventuras junto a un grupo de trece enanos en su juventud. Siempre ha deseado partir de nuevo en busca de aventuras y decide que no hay mejor ocasión que tras la celebración de su centesimodecimoprimero cumpleaños. Bilbo decide legar su casa y todas sus pertenencias a su ahijado Frodo, incluyendo un anillo muy especial que puede hacer que te vuelvas invisible por recomendación del mago Gandalf el Gris.


Bilbo Baggins, antes de desaparecer de la Comarca, con Gandalf.

Tras la espectacular despedida de Bilbo, la Comarca se sume de nuevo en la tranquilidad que la caracteriza y Frodo Bolsón se olvida del anillo hasta mucho tiempo después, cuando Gandalf aparece y le explica que ha descubierto el verdadero origen del anillo. Sauron, el Señor Oscuro, forjó en secreto el Anillo Único en el fuego de Orodruin (el Monte del Destino) mientras los elfos forjaron los demás anillos de poder. Sauron utilizó el Anillo Único para dominar la Tierra Media y sumirla en la oscuridad hasta la Guerra de la Última Alianza donde Isildur, hijo de Elendil, lo corta de su dedo. Isildur guarda el anillo en contra de los consejos de los elfos y halla la muerte en el río, donde el anillo permaneció perdido durante más de 2000 años. Un día Smeagol, un pescador de un pueblo antepasado de los hobbits que más tarde conoceremos como Gollum, se hace con el anillo y lo esconde en las profundidades de las Montañas Nubladas donde Bilbo, en una de sus aventuras lo descubrió y lo llevo a la Comarca.

"Tres Anillos para los Reyes Elfos bajo el cielo.
Siete para los Señores Enanos en palacios de piedra.
Nueve para los Hombres Mortales condenados a morir.
Uno para el Señor Oscuro, sobre el trono oscuro
en la Tierra de Mordor donde se extienden las Sombras.
Un Anillo para gobernarlos a todos. Un Anillo para encontrarlos,
un Anillo para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas
en la Tierra de Mordor donde se extienden las Sombras."

Gandalf le comunica a Frodo que Sauron, desde Mordor, ha descubierto el paradero del anillo y está dispuesto a recuperarlo, así que envía a Frodo junto con su jardinero Sam a Rivendel, hogar de los elfos para decidir entre todos qué debe hacerse con el anillo para evitar que Sauron se haga de nuevo con él. Durante el accidentado camino a Rivendel, huyendo de los Nazgûl, Frodo y Sam se cruzan con dos hobbits amigos, Pippin y Merry, que deciden acompañarle. En el pueblo de Bree, el enigmático Trancos, que más tarde se descubre como Aragorn, les salva la vida más de una vez y les ayuda a llegar sanos y salvos hasta Rivendel.


La Comunidad del Anillo

En Rivendel, en el concilio de Elrond, se decide que el Anillo Único debe ser llevado a Mordor y arrojado en los fuegos del Monte del Destino para destruirlo de una vez por todas y debilitar, incluso permanentemente, a Sauron. Se dispone que Frodo debe llevar el anillo y que viajará custodiado por ocho compañeros: el hobbit Samsagaz Gamyi (Sam),el hobbit Peregrin Tuk (Pippin), el hobbit Meriadoc Brandigamo (Merry), el elfo Legolas Hojaverde, el enano Gimli, el hombre de Gondor Boromir, el decendiente de Elendil Aragorn y el mago Gandalf el Gris. Así se crea la Comunidad del Anillo, formada por Nueve Caminantes, en oposición a los Nueve Jinetes Negros.

"Es sabiduría reconocer la necesidad, cuando todos los otros cursos ya han sido considerados, aunque pueda parecer locura a aquellos que se atan a falsas esperanzas. Bueno, ¡que la locura sea nuestro manto, un velo en los ojos del enemigo!"

Los nueve caminantes parten de Rivendel hacia Mordor atravesando grandes peligros, recorriendo escabrosos caminos, adentrándose en lóbregas cavernas, trasponiendo mágicos bosques y tropezando con multitud de criaturas entre las que se cuentan orcos, lobos, enanos, un Balrog, elfos y cuervos Crebain. A lo largo del camino son muchas las amenazas que los abruman pero tras la pérdida de uno de los caminantes (la primera vez que leí las palabras "Corred, insensatos" me eché a llorar como un bebé) se descubre que el principal peligro proviene de dentro de la Comunidad.

Boromir

Como ya he adelantado, esta historia es una de mis favoritas y no es de extrañar que se haya convertido en novela de culto dentro de la fantasía. Aunque para muchas personas, la forma de escribir de Tolkien sea tediosa y los libros les resulten demasiado largos y en ocasiones aburridos, yo no podría estar más en desacuerdo. La pluma de Tolkien es absolutamente prodigiosa, con el equilibro justo entre diálogos y descripciones, y todo aderezado por una imaginación portentosa capaz de crear un mundo completamente nuevo, la Tierra Media, llena de paisajes asombrosos, personajes fascinantes y tramas incondicionalmente extraordinarias.

Los personajes principales son pura magia y me cuesta mucho decidir mi favorito, aunque Legolas y Aragorn se disputan el primer puesto cada semana. Me encanta la inocencia y la sencillez de los hobbits, que nunca piensan mal de nadie y que tienen la comida en alta estima. También me maravilla la longevidad y la pasión por la naturaleza y la música de los elfos; la valentía y la obsesión por las cosas bonitas de los enanos; y por supuesto la astucia y la magia de Gandalf. Y aunque a veces me desconcierta la maldad subyacente en algunos hombres (que son sólo un reflejo de nosotros mismos), me complace descubrir la nobleza y la lealtad en algunos como Aragorn.


"-Puedo ordenarle al espejo que revele muchas cosas -respondió ella- y a algunos puedo mostrarles lo que desean ver. Pero el espejo muestra también cosas que no se le piden y éstas son a menudo más extrañas y más provechosas que aquellas que deseamos ver. Lo que verás, si dejas en libertad al espejo, no puedo decirlo. Pues muestra cosas que fueron y cosas que son y cosas que quizá serán. Pero lo que ve, ni siquiera el más sabio puede decirlo. ¿Deseas mirar?"

Como habéis podido comprobar, podría pasar horas enteras hablando de El Señor de los Anillos, rememorando página tras página, y tras la adaptación de los libros al cine, escena tras escena. Como me pasó con El Hobbit, los libros superan con mucho las películas, pero Peter Jackson junto con la música de Howard Shore, cumple con el difícil reto de recrear el mundo de Tolkien desde cero.
No os sintáis intimidados por el número de páginas, os aseguro que merece la pena; por algo ha sido la inspiración de muchos autores y generaciones enteras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario