lunes, 22 de junio de 2020

Reseña: Hijos del dios binario. David B Gil.

Hijos del dios binarioTítulo: Hijos del dios binario
Título original: Hijos del dios binario
Autor(a): David B Gil
Año: 2016
Género: Ciencia ficción. Thriller.

Puntuación: 4'5/5



SINOPSIS

En un mundo que se vuelve cada vez más intangible, los poderosos, nostálgicos de un pasado que apenas conocieron, compiten por hacerse con cualquier icono de la era predigital. Daniel Adelbert, un «prospector» especializado en recuperar piezas del siglo XX, es contratado por el coleccionista Kenzô Inamura para encontrar no un objeto, sino a una persona: un hombre que se movió entre las sombras del pasado siglo e influyó de manera decisiva en su desarrollo.
En el otro extremo del mundo, la periodista Alicia Lagos recibe un extraño correo de su exnovio recientemente fallecido. El mensaje parece legarle una investigación inconclusa, poniéndola sobre la pista del misterio oculto tras los muros del orfanato irlandés de St. Martha.

Ambas investigaciones confluyen en una misma pregunta: ¿qué es el Proyecto Zeitgeist? La respuesta se halla bajo las piedras de la Ciudad Blanca de Tel Aviv, en los arrabales flotantes de Singapur y en el murmullo de la Red de datos. Responderla es desentrañar un secreto que ha costado la vida de muchos, un secreto silenciado durante décadas.



RESEÑA

Después de descubrir a David B Gil con sus maravillosa obras El Guerrero a la sombra del cerezo y Ocho millones de dioses, decidí dar una oportunidad a otra de sus novelas anteriores que no tiene nada que ver con el mundo japonés. Y aunque ya había parte de misterio y thriller en sus historias niponas, en esta ocasión se adentra en la ciencia ficción abandonando el relato histórico al que me había acostumbrado.

Nos encontramos alrededor del año 2040 y el mundo se ha convertido en un lugar en el que prima la tecnología: los libros en papel son objetos arcaicos, los coches se conducen solos y la realidad virtual está en auge gracias a un Internet evolucionado, una red de datos (la Red) con la que se puede interactuar a través de dispositivos electrónicos como móviles u ordenadores o directamente "entrando" al mundo virtual, derecho reservado a unos pocos gracias a cócteles de drogas o a habilidades propias como la sinestesia. Lo que no ha cambiado es que el mundo se mueve por el poder, y en plena II Guerra Fría, el dinero y la información siguen siendo lo más buscado y esto es lo que ha llevado al coloso empresarial Fenris Holding Group a controlar a naciones enteras.

e p o y
El Château de Gudanes me recuerda al colegio St Martha
Daniel Adelbert es un prospector de arte y antigüedades que trafica con objetos del siglo XX y que en los últimos años ha trabajado en exclusiva para Ludwig Rosesthein, el hombre a la cabeza de Fenris Corporation. Pero un día es interceptado por Kenzo Inamura, director de Inacorp, empresa rival de Fenris. Inamura desea contratar a Adelbert para encontrar no un objeto, sino una persona desaparecida hace 40 años: David Samir, comandante del ejército israelí. A pesar de su negativa inicial, Adelbert termina aceptando la misión cuando Inamura le promete información sobre su padre biológico. La búsqueda de Samir lleva a Daniel a Tel Aviv donde descubre que Samir desapareció voluntariamente para huir a Suiza y colaborar en un misterioso proyecto llamado Zeitgeist.

En Madrid, la periodista Alicia Lagos recibe un email cifrado de su exnovio de universidad, William Ellis, que trabaja en Londres y está investigando las multinacionales que se instalan en Dublín para evadir impuestos. Una de estas multinacionales es Fenris y Will recibe información interna a través de una fuente anónima acerca de todas las operaciones realizadas por las distintas empresas del conglomerado. Will descubre dos obras sociales que reciben donaciones de empresas del grupo Fenris: un orfanato para niños desfavorecidos en Irlanda, St Martha, y una clínica médica sin ánimo de lucro en Suiza, Fondation Samaritain. Will envía la información a Alicia pensando que le están vigilando y poco después aparece muerto tras ser atropellado por un coche. Alicia, tras leer una nota manuscrita de Will sobre el proyecto Zeitgeist, decide continuar la investigación: se introduce en la compleja red que rodea la Fondation Samaritain gracias a un hacker y viaja a Irlanda para infiltrarse en St Martha.

"Ni verjas ni alambradas, ningún resquicio permitía atisbar qué había al otro lado de los altos muros. Sobre la puerta cerrada, siguiendo el arco que formaban las dos hojas de hierro, unas letras indicaban el lugar al que se había llegado: "Bienvenido a St. Martha", se leía, recortado contra el cielo gris. Pero el visitante no podría sino recelar de aquella bienvenida. Sellada y silenciada como una vieja tumba, St. Martha no parecía saludar la llegada de nadie."

Mientras, en St Martha, Nicholas empieza a plantearse su existencia allí. Después de trece años viviendo bajo la atenta mirada de cientos de cámaras de seguridad, limitado a lo que le ofrecen los responsables del centro (qué libros leer, qué música escuchar, qué asignaturas estudiar, qué películas ver...) y entrenando diariamente para tomar decisiones ante escenarios hipotéticos, Nicholas se pregunta por el objetivo de esta preparación y desea salir del colegio y tomar decisiones por sí mismo.

Pero cuando Alicia consigue entrar en St Martha y se cruza con Nicholas, los acontecimientos se aceleran. Nicholas comienza a formar un plan de escape, Alicia se pone bajo el radar de Fenris y salva la vida gracias a la intervención de Adelbert, que también pone sus ojos en ella y desea conseguir la información que le envió Will. Alicia y Daniel unirán sus fuerzas para descubrir qué esconde Fenris y qué es el proyecto Zeitgeist, lo que les llevará a los lugares más oscuros y peligrosos de la Red.

La decadente, tecnológica y peligrosa Singapur

Esta vez David B Gil nos sorprende con un thriller tecnológico de ciencia ficción ambientado en el futuro próximo, aunque no me veo yo en 20 años abriendo puertas con mi huella dactilar y enganchándome a la realidad virtual (cual Bruce Willis en "Los Sustitutos"); hay muchas cosas que nos recuerdan a nuestra realidad, como los vehículos de conducción automática (en proceso en la actualidad) o las pantallas flexibles. El toque cyberpunk de la novela se consigue con los ciberbrujos, personas sinestésicas capaces de "entrar" y comunicarse con la Red, y con los que se autoproclaman Hijos del Dios Binario, personas que renuncian al mundo físico para vivir permanentemente conectados a la Red.
Además, David B Gil realiza un excelente trabajo de documentación que se nota cuando se manejan temas como biología molecular, los entresijos del mundo informático de los hackers y por supuesto las elaboradas descripciones de las ciudades a las que nos traslada: Londres, Madrid, Tel Aviv o Singapur; dotándolas de una base de realidad a pesar del revestimiento tecnológico con que las viste. También cede a sus pasiones y nos ofrece pinceladas sobre la cultura japonesa que tanto me ha hecho disfrutar en sus otras novelas.

"Nos hemos desentendido de los límites que imponen el corazón y la mente, querida. [...] Y lo hemos hecho porque nos impedían seguir expandiéndonos al ritmo que marcaba nuestra ambición. La línea que separaba lo correcto de lo incorrecto, lo importante de lo frívolo, otrora tan nítida y evidente, se ha desvanecido hasta tornarse insoportablemente abstracta. Hemos destruido los pilares de nuestra conciencia colectiva porque nos estorbaban, y ahora habitamos dentro de una cáscara tan hueca que un ligero golpe la quebrará."

Away Lands Portfolio - Hospitality and Hotel Photography | Away Lands
Daniel Adelbert y su whisky
Una de las críticas más escuchadas es que sus personajes no son tan profundos ni crean la misma empatía que los de "El Guerrero a la Sombra del Cerezo" o de "Ocho Millones de Dioses" y tienen razón. En esta novela todos los personajes son demasiado peculiares, demasiado inteligentes y demasiado valientes. La periodista que abandona a su hija para vengar la muerte de su novio de juventud, el misterioso prospector que posee la formación de un samurái y la inteligencia analítica y estratégica de un soldado, el adolescente racional que es más maduro que muchos adultos, sin pararnos en los empresarios megalómanos y su ejército de sicarios. Los personajes principales no parecen auténticos y no resulta imposible sentirte identificado con ellos.
Pero cuando la trama es tan absorbente, poco importa que los personajes carezcan de profundidad y parezcan poco reales, porque te arrastran inevitablemente a lo largo de una acción trepidante que te atrapa desde la primera página.

David B. Gil nos deleita con una prosa elaborada y al mismo tiempo sencilla, con una historia asequible para todos los públicos y una trama que enganchará al más escéptico. Aunque cuenta con más de 500 páginas, se me ha hecho corto. Me hubiera gustado profundizar más en los cócteles estimuladores y las nanomáquinas, en los misteriosos sesenta originales y en lo que intentaban conseguir entrenando a los niños en St Martha. He echado de menos averiguar qué fue de David Samir y me decepcionó un poco la escena final con Bastian Knocht, en la que esperaba una batalla y acción a raudales.
A pesar de esto, he devorado el libro de principio a fin con un ritmo que no decae y con capítulos que te dejan queriendo saber más y más, adictivo y lleno de adrenalina. También he disfrutado del cuidado estilo y las reflexiones de David B Gil a las que ya me tiene acostumbrada, ¡qué forma tan bonita de escribir!. Y aunque es autoconclusivo, muchos lectores claman por una secuela y otros por un spin-off de alguno de sus personajes más peculiares, como el hacker GhostHost o la misteriosa Clarice.

"El dios binario no proclama nada, simplemente existe en los intersticios del ciberespacio, se alimenta de toda la información y de todas las emociones que vomitamos en la Red, y por eso nos comprende mejor que cualquier otro. Ellos lo buscan con devoción, aun a sabiendas de que nunca lo encontrarán, y esa búsqueda los realiza y los hace sentirse plenos."

En conclusión, un thriller futurista que engloba un mundo tecnológico con una trama trepidante que esconde un proyecto secreto y una conspiración a escala mundial, David B Gil vuelve a enamorarme con sus reflexiones morales y su prosa exquisita. No dejéis de leerla.

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